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Este martes en Bogotá se inició el tercer ciclo de negociaciones entre el Gobierno y la disidencia de las antiguas FARC conocida como Estado Mayor Central (EMC). Una de las principales tareas de esta ronda, que irá hasta el próximo 20 de enero, será realizar una prórroga del cese al fuego que fue pactado el pasado 16 de octubre en Tibú durante tres meses que se cumplen el próximo 15 de enero.
Además, en este nuevo ciclo se estrena Leopoldo Durán, el nuevo jefe de la delegación del EMC, quien reemplazó a Andrey Avendaño, y es el primero que se hace con Otty Patiño como alto comisionado para la paz.
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Al término del segundo ciclo, ese grupo armado anunció que suspendería el secuestro extorsivo, una decisión que enderezó ese proceso que ha tenido subes y bajas, especialmente por denuncias sobre posibles incumplimientos del cese al fuego.
Se espera que en la reunión, que nuevamente será a puerta cerrada, también se toque el tema de la transformación de territorios con dependencia de economías ilícitas, como la región del cañón del Micay, en Cauca, uno de los principales enclaves cocaleros del país, cuyo control ha llevado a múltiples tensiones entre el Gobierno y el Bloque Occidental de la disidencia de Mordisco.
El tercer ciclo será clave para que las partes evalúen el cumplimiento del cese al fuego bilateral y los acuerdos que se han suscrito en cuanto a respeto del Derecho Internacional Humanitario (DIH).
Según conoció Colombia+20, las partes firmaron un documento con 21 acuerdos, que incluyen compromisos como acatar las normas del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra, no generar desplazamiento forzado, no realizar ataques ni agresiones a la población civil, no obstaculizar misiones médicas y humanitarias, entre otros.
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Además de los temas humanitarios y de transformación territorial, se espera que en el tercer ciclo se hable sobre la situación socioambiental de la Amazonía, en los departamentos del Guaviare, Caquetá y Putumayo.
La tarea principal de esta negociación será establecer una agenda clara de negociación. En el bosquejo de los ejes temáticos se asomaba una ambiciosa idea de tocar temas ya previstos en ese pacto de La Habana. Y esto es especialmente importante, porque, aunque la mayoría de los 3.200 hombres que conforman ese grupo no firmaron el Acuerdo de Paz de 2016, hay varios firmantes de ese pacto, lo que es un impedimento jurídico que el Gobierno hasta ahora no ha solucionado.
La oficina de comunicaciones de la delegación de Gobierno afirmó que al final del ciclo, si la mesa lo decide, podría haber un pronunciamiento oficial.