Los llamados a Petro para que la paz total no opaque la implementación del Acuerdo
Ayer, con la ausencia del presidente de la República, se conmemoró el séptimo aniversario del pacto que puso fin al conflicto entre el Estado y la extinta guerrilla de las FARC. El expresidente Juan Manuel Santos y otros artífices del Acuerdo de Paz pidieron fortalecer la implementación e hicieron críticas a algunos puntos de la paz total.
Los siete años de la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y la guerrilla de las FARC se conmemoraron ayer con un evento liderado por varios de los artífices del pacto, que volvieron a reiterar la urgencia de ponerle el acelerador a la implementación y le hicieron un llamado al presidente Gustavo Petro para que su proyecto de paz total no opaque lo negociado en La Habana.
En el evento estuvieron personajes como el expresidente y nobel de paz Juan Manuel Santos, el senador Humberto de la Calle, el excomandante de las FARC Rodrigo Londoño, el exvicepresidente Óscar Naranjo, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López; el líder social chocoano Leyner Palacios; el jefe de la Misión de Verificación de la ONU, Carlos Ruiz Massieu, y un grupo de mandatarios locales, políticos y personas cercanas al Acuerdo de La Habana. Ellos, además de hacer un paneo general del legado del pacto, con sus logros territoriales y problemas de fondo para implementar, insistieron en que ahora es momento de no mirar el retrovisor, sino de confiar en que el actual Gobierno acate el cumplimiento de lo pactado en La Habana y que eso no esté en detrimento con las negociaciones en curso con el ELN y las disidencias de las FARC, ni los diálogos sociojurídicos con otras estructuras armadas.
El gran ausente al evento fue, precisamente, el presidente Petro, quien se esperaba que hiciera presencia y liderara la conmemoración junto a Santos.
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Pese a la inasistencia del jefe de Estado, el expresidente Santos se sinceró con las expectativas que desde el día cero ha tenido el Acuerdo con las FARC. Dijo que a pesar de ser este el primer pacto de este tipo que se rige bajo el Estatuto de Roma, que cuenta con un capítulo étnico o con enfoque de género, es improbable que los temas de reparación, verdad y justicia se cumplan en corto tiempo o a cabalidad. “Este acuerdo desde siempre fue ambicioso. Pero seamos sinceros, pasarán generaciones para que sean reparadas los más de nueve millones de víctimas que dejó esta guerra. También hay que decir que la justicia total y la verdad total son imposibles. Por eso a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) le pedimos que haga lo que pueda en el tiempo que tiene para que podamos decir los colombianos que no está toda la verdad, pero hay suficiente verdad. Que no está toda la justicia, pero hay suficiente justicia. Créanme que si el presidente Petro reflexiona sobre esto, como respetuosamente se lo he dicho y sigue escuchando a los territorios, este Gobierno quedará en la historia si implementa el Acuerdo de Paz”, indicó.
Eso sí, Santos aprovechó para tirarle algunos dardos al proyecto de paz total del jefe de Estado. “Aquí tengo que hacer un reparo, un reparo serio. Yo creo que el peor error estratégico que ha cometido este Gobierno fue darle patente de corso a la intención de las llamadas disidencias de presentarse como las FARC-EP, y no solo así, sino como el Estado Mayor de las FARC-EP porque el acuerdo que hoy estamos celebrando lo firmamos para que las FARC dejaran de existir como grupo armado, y dejaron de existir”, sentenció sobre los actuales diálogos con el EMC, la disidencia comandada por Iván Mordisco.
Una noción similar la expuso el senador Humberto de la Calle. El exjefe negociador recalcó en que es menester “tener las bases claras del Acuerdo de La Habana para construir las demás paces que quiera el Gobierno. Varias de estas metas pueden empezar con un nuevo comisionado de Paz que no esté con más funciones de la cuenta, sino enfocado en generarle al presidente opciones de paz viables y con ejemplos de experiencias como la de las FARC”.
Los pedidos para que el Ejecutivo trabaje en una construcción de paz que articule lo negociado con las FARC no se quedaron solo en boca de personas cercanas al inicio del Acuerdo de La Habana. El representante de la ONU Carlos Ruiz insistió en que hay que aplaudir y respaldar el hecho “de que tenemos un acuerdo de carácter inclusivo y con particularidades que no se ven en ningún otro lado. Por ejemplo, no siendo algo menor, en ningún proceso de terminación de conflicto en el que una guerrilla reconoce ante el Estado su voluntad de paz ha habido reconocimientos de crímenes de guerra. En Colombia sí”.
Lea también: “El peor error del Gobierno fue dejar que disidencias se presenten como FARC”: Santos
El jefe de la Misión de la ONU también le pidió a Petro no perder el horizonte de la paz, reconociendo los logros que desde su organización han detectado al acompañar a los territorios que por años vivieron de forma más directa la violencia armada: “Hay que reconocer que en el actual Gobierno se ha avanzado como no había pasado antes en temas que involucran al primer punto del Acuerdo de Paz (la Reforma Rural Integral)”, concluyó.
Nubia Córdoba, gobernadora electa de Chocó, desde su experiencia territorial y voluntad de desarrollo para su departamento aseguró que la tranquilidad de su gente dependerá en buena medida de cómo se lean sus necesidades y entendiendo que la paz no es solo una cuestión de dejación de armas y reincorporación.
“La paz tiene que llegar al Chocó con desarrollo, no mirarnos solo cuando pasen episodios como el de Bojayá -que fue emblemático-, pero algo que vivía el departamento todos los días. Chocó siempre le ha dicho que sí a la paz, lo seguirá haciendo, pero con coherencia y buscando respeto”, acotó.
Pese a reveses, el pacto sigue siendo emblemático en el mundo
El pacto de La Habana marcó un hito en los acuerdos de paz en Colombia -después de una decena de negociaciones fallidas-, y se afianzó como el gran paso para pacificar al país.
El hecho de alcanzar siete años de un acuerdo de paz como una tarea para nada sencilla. La Universidad de Uppsala (Suecia), publicó un estudio en el que mostró que más de la mitad de los acuerdos de este tipo, firmados en el último medio siglo, no han alcanzado los cinco años de vida. Colombia, con una paz que ha sido tan inestable como admirada a nivel global, superó esa expectativa y va a mitad de camino del posconflicto; trazado hasta 2031.
El Instituto Kroc, veedor de la implementación da fe de eso mostrando en su más reciente informe trimestral que la implementación completa del Acuerdo de Paz va en un 31 % y que el 11 % de sus directrices están sin iniciar.
El actual Gobierno de Gustavo Petro enfrenta el reto de acelerar su implementación y armonizarlo con la política de paz total.
Los siete años de la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y la guerrilla de las FARC se conmemoraron ayer con un evento liderado por varios de los artífices del pacto, que volvieron a reiterar la urgencia de ponerle el acelerador a la implementación y le hicieron un llamado al presidente Gustavo Petro para que su proyecto de paz total no opaque lo negociado en La Habana.
En el evento estuvieron personajes como el expresidente y nobel de paz Juan Manuel Santos, el senador Humberto de la Calle, el excomandante de las FARC Rodrigo Londoño, el exvicepresidente Óscar Naranjo, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López; el líder social chocoano Leyner Palacios; el jefe de la Misión de Verificación de la ONU, Carlos Ruiz Massieu, y un grupo de mandatarios locales, políticos y personas cercanas al Acuerdo de La Habana. Ellos, además de hacer un paneo general del legado del pacto, con sus logros territoriales y problemas de fondo para implementar, insistieron en que ahora es momento de no mirar el retrovisor, sino de confiar en que el actual Gobierno acate el cumplimiento de lo pactado en La Habana y que eso no esté en detrimento con las negociaciones en curso con el ELN y las disidencias de las FARC, ni los diálogos sociojurídicos con otras estructuras armadas.
El gran ausente al evento fue, precisamente, el presidente Petro, quien se esperaba que hiciera presencia y liderara la conmemoración junto a Santos.
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Pese a la inasistencia del jefe de Estado, el expresidente Santos se sinceró con las expectativas que desde el día cero ha tenido el Acuerdo con las FARC. Dijo que a pesar de ser este el primer pacto de este tipo que se rige bajo el Estatuto de Roma, que cuenta con un capítulo étnico o con enfoque de género, es improbable que los temas de reparación, verdad y justicia se cumplan en corto tiempo o a cabalidad. “Este acuerdo desde siempre fue ambicioso. Pero seamos sinceros, pasarán generaciones para que sean reparadas los más de nueve millones de víctimas que dejó esta guerra. También hay que decir que la justicia total y la verdad total son imposibles. Por eso a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) le pedimos que haga lo que pueda en el tiempo que tiene para que podamos decir los colombianos que no está toda la verdad, pero hay suficiente verdad. Que no está toda la justicia, pero hay suficiente justicia. Créanme que si el presidente Petro reflexiona sobre esto, como respetuosamente se lo he dicho y sigue escuchando a los territorios, este Gobierno quedará en la historia si implementa el Acuerdo de Paz”, indicó.
Eso sí, Santos aprovechó para tirarle algunos dardos al proyecto de paz total del jefe de Estado. “Aquí tengo que hacer un reparo, un reparo serio. Yo creo que el peor error estratégico que ha cometido este Gobierno fue darle patente de corso a la intención de las llamadas disidencias de presentarse como las FARC-EP, y no solo así, sino como el Estado Mayor de las FARC-EP porque el acuerdo que hoy estamos celebrando lo firmamos para que las FARC dejaran de existir como grupo armado, y dejaron de existir”, sentenció sobre los actuales diálogos con el EMC, la disidencia comandada por Iván Mordisco.
Una noción similar la expuso el senador Humberto de la Calle. El exjefe negociador recalcó en que es menester “tener las bases claras del Acuerdo de La Habana para construir las demás paces que quiera el Gobierno. Varias de estas metas pueden empezar con un nuevo comisionado de Paz que no esté con más funciones de la cuenta, sino enfocado en generarle al presidente opciones de paz viables y con ejemplos de experiencias como la de las FARC”.
Los pedidos para que el Ejecutivo trabaje en una construcción de paz que articule lo negociado con las FARC no se quedaron solo en boca de personas cercanas al inicio del Acuerdo de La Habana. El representante de la ONU Carlos Ruiz insistió en que hay que aplaudir y respaldar el hecho “de que tenemos un acuerdo de carácter inclusivo y con particularidades que no se ven en ningún otro lado. Por ejemplo, no siendo algo menor, en ningún proceso de terminación de conflicto en el que una guerrilla reconoce ante el Estado su voluntad de paz ha habido reconocimientos de crímenes de guerra. En Colombia sí”.
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El jefe de la Misión de la ONU también le pidió a Petro no perder el horizonte de la paz, reconociendo los logros que desde su organización han detectado al acompañar a los territorios que por años vivieron de forma más directa la violencia armada: “Hay que reconocer que en el actual Gobierno se ha avanzado como no había pasado antes en temas que involucran al primer punto del Acuerdo de Paz (la Reforma Rural Integral)”, concluyó.
Nubia Córdoba, gobernadora electa de Chocó, desde su experiencia territorial y voluntad de desarrollo para su departamento aseguró que la tranquilidad de su gente dependerá en buena medida de cómo se lean sus necesidades y entendiendo que la paz no es solo una cuestión de dejación de armas y reincorporación.
“La paz tiene que llegar al Chocó con desarrollo, no mirarnos solo cuando pasen episodios como el de Bojayá -que fue emblemático-, pero algo que vivía el departamento todos los días. Chocó siempre le ha dicho que sí a la paz, lo seguirá haciendo, pero con coherencia y buscando respeto”, acotó.
Pese a reveses, el pacto sigue siendo emblemático en el mundo
El pacto de La Habana marcó un hito en los acuerdos de paz en Colombia -después de una decena de negociaciones fallidas-, y se afianzó como el gran paso para pacificar al país.
El hecho de alcanzar siete años de un acuerdo de paz como una tarea para nada sencilla. La Universidad de Uppsala (Suecia), publicó un estudio en el que mostró que más de la mitad de los acuerdos de este tipo, firmados en el último medio siglo, no han alcanzado los cinco años de vida. Colombia, con una paz que ha sido tan inestable como admirada a nivel global, superó esa expectativa y va a mitad de camino del posconflicto; trazado hasta 2031.
El Instituto Kroc, veedor de la implementación da fe de eso mostrando en su más reciente informe trimestral que la implementación completa del Acuerdo de Paz va en un 31 % y que el 11 % de sus directrices están sin iniciar.
El actual Gobierno de Gustavo Petro enfrenta el reto de acelerar su implementación y armonizarlo con la política de paz total.