Dos meses sin homicidios en Buenaventura deja tregua entre Shottas y Espartanos
Según Alejandro Ocampo, jefe de la delegación de Gobierno en ese espacio socio-jurídico, en estos 60 días, las muertes han disminuido en un 70% y ninguna de las que han sucedido ha sido por enfrentamientos entre ambas bandas criminales.
Este viernes 5 de julio se cumplen 60 días desde la implementación de la tregua entre los grupos criminales Shottas y Espartanos en Buenaventura, Valle del Cauca. El acuerdo, que comenzó el 5 de mayo, ha mostrado, según la delegación de Gobierno, una significativa reducción en los índices de homicidios.
Alejandro Ocampo, jefe de la delegación de Gobierno en ese espacio socio-jurídico, destacó los avances logrados: “Los resultados son alentadores y demuestran que cada día que hemos trabajado por la paz y por la vida ha valido la pena”. Según Ocampo, en estos dos meses los homicidios han disminuido en un 70%, y ninguno de los asesinatos reportados ha sido consecuencia de enfrentamientos entre los Shottas y los Espartanos.
El impacto de la tregua se siente en las comunas y barrios de Buenaventura, donde la esperanza y la ilusión por una vida mejor crecen día a día. La población ha comenzado a experimentar un entorno más seguro, lo que se traduce en una mejora relevante en la convivencia y el bienestar de la comunidad.
Este acuerdo de paz, extendido hasta el próximo 5 de agosto, lleva algo de calma a una región históricamente afectada por los conflictos entre bandas criminales. La tregua es parte de un esfuerzo más amplio para establecer un diálogo socio-jurídico.
El mismo día que se dio a conocer la extensión de la tregua, también se anunció que la banda conocida como Espartanos vuelven a sentarse en la mesa de negociación tras su anuncio de retiro el pasado 6 de marzo. Además, que se construiría la agenda de intervención institucional y la instalación del mecanismo de monitoreo y verificación que busca prevenir y evaluar los hechos de violencia que se presenten en Buenaventura.
Shottas y Espartanos han tenido desde 2020 una de las guerras urbanas más sangrientas del mundo. Incluso negociando la paz, hubo momentos en los que los índices de violencia no reducían.
Los niveles de tensión eran tan altos en el primer semestre de 2023 que para finales de junio no era descabellada la idea robustecer la presencia militar y de policía en los barrios más violentados de Buenaventura, principalmente ubicados en las comunas 7, 8, 9, 13 y 15. En agosto llegó la tregua; la consecuente disminución de hurtos, asesinatos y extorsiones, y esa medida no fue necesaria.
Comunas como la 12 en el oriente, histórica zona de disputa por rentas de microtráfico, o comunas como la 6, 7, 8 o 10, con alta actividad sicarial y puesta de fronteras invisibles, van disipándose conforme se honran los pactos.
Le puede interesar: ¿Quiénes son y cómo operan las bandas que siembran el terror en Buenaventura?
El gran problema que ahora enfrentan este tipo de procesos de paz urbanos, en los que se busca un sometimiento de las bandas, es que aún no se concreta un marco jurídico que permita que el proceso no sea solo un acuerdo de voluntades.
✉️ Si le interesan los temas de paz, conflicto y derechos humanos o tiene información que quiera compartirnos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com o aosorio@elespectador.com.
Este viernes 5 de julio se cumplen 60 días desde la implementación de la tregua entre los grupos criminales Shottas y Espartanos en Buenaventura, Valle del Cauca. El acuerdo, que comenzó el 5 de mayo, ha mostrado, según la delegación de Gobierno, una significativa reducción en los índices de homicidios.
Alejandro Ocampo, jefe de la delegación de Gobierno en ese espacio socio-jurídico, destacó los avances logrados: “Los resultados son alentadores y demuestran que cada día que hemos trabajado por la paz y por la vida ha valido la pena”. Según Ocampo, en estos dos meses los homicidios han disminuido en un 70%, y ninguno de los asesinatos reportados ha sido consecuencia de enfrentamientos entre los Shottas y los Espartanos.
El impacto de la tregua se siente en las comunas y barrios de Buenaventura, donde la esperanza y la ilusión por una vida mejor crecen día a día. La población ha comenzado a experimentar un entorno más seguro, lo que se traduce en una mejora relevante en la convivencia y el bienestar de la comunidad.
Este acuerdo de paz, extendido hasta el próximo 5 de agosto, lleva algo de calma a una región históricamente afectada por los conflictos entre bandas criminales. La tregua es parte de un esfuerzo más amplio para establecer un diálogo socio-jurídico.
El mismo día que se dio a conocer la extensión de la tregua, también se anunció que la banda conocida como Espartanos vuelven a sentarse en la mesa de negociación tras su anuncio de retiro el pasado 6 de marzo. Además, que se construiría la agenda de intervención institucional y la instalación del mecanismo de monitoreo y verificación que busca prevenir y evaluar los hechos de violencia que se presenten en Buenaventura.
Shottas y Espartanos han tenido desde 2020 una de las guerras urbanas más sangrientas del mundo. Incluso negociando la paz, hubo momentos en los que los índices de violencia no reducían.
Los niveles de tensión eran tan altos en el primer semestre de 2023 que para finales de junio no era descabellada la idea robustecer la presencia militar y de policía en los barrios más violentados de Buenaventura, principalmente ubicados en las comunas 7, 8, 9, 13 y 15. En agosto llegó la tregua; la consecuente disminución de hurtos, asesinatos y extorsiones, y esa medida no fue necesaria.
Comunas como la 12 en el oriente, histórica zona de disputa por rentas de microtráfico, o comunas como la 6, 7, 8 o 10, con alta actividad sicarial y puesta de fronteras invisibles, van disipándose conforme se honran los pactos.
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