Una vaki para mejorar la biblioteca de los exguerrilleros en Agua Bonita (Caquetá)

El proyecto va a beneficiar a al menos 90 niños y niñas, en su mayoría hijos de excombatientes, y a jóvenes de comunidades cercanas. Se busca crear espacios con juegos lúdicos, una emisora comunitaria, una sala de computadores y la ampliación de la biblioteca.

Redacción Colombia +20
25 de febrero de 2021 - 07:16 p. m.
La biblioteca Alfonso Cano fue construida en 2017, con la instalación del espacio de reincorporación en Montañita (Caquetá).
La biblioteca Alfonso Cano fue construida en 2017, con la instalación del espacio de reincorporación en Montañita (Caquetá).
Foto: El Espectador
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El poblado Héctor Ramírez, o más conocido como Agua Bonita, se encuentra ubicado aproximadamente a una hora de Florencia, la capital de Caquetá. A este espacio llegaron e hicieron la dejación de armas en 2017 alrededor de 300 exguerrilleros luego de firmar el Acuerdo de Paz.

Hoy viven allá 265 personas y ya se ha conformado como un pueblo. Hay 65 módulos donde viven dos familias en promedio, tienen una cancha sintética de fútbol, una zona de paintball, panadería, sastrería, hotel, puesto de salud, estadero, restaurante y espacios en donde han levantado sus proyectos productivos de piña, piscicultura, ganadería, zapatería, turismo y deporte.

El antes espacio de reincorporación es hoy un poblado que incluye no solo a excombatientes, sino también a campesinos y habitantes de La Montañita y veredas cercanas. Ha crecido también en función de los hijos e hijas que nacieron dentro de lo que se conoció el “baby boom” de las antiguas Farc y por la necesidad de crear espacios educativos y recreativos para los jóvenes de la zona rural. Hoy hay aproximadamente 90 menores de edad en este lugar.

En un espacio de 55 metros cuadrados, los antiguos guerrilleros y guerrilleras levantaron la Biblioteca Popular Alfonso Cano donde colocaron los libros que cargaron durante la guerra y los que les llegaron de donaciones. Este espacio funciona actualmente con un pequeño espacio de lectura, 18 computadores donados por la Red Adelco y otro espacio estrecho para que los niños pequeños puedan jugar.

Allí van los niños y niñas a hacer sus tareas o a recibir asesorías para llenar las guías que dejan en el colegio, pero además ha sido indispensable también para las y los exguerrilleros que están en programas de educación a distancia o validación del bachillerato.

Sin embargo, con el crecimiento del pueblo y además por la necesidad que surgió a partir de la pandemia de tener una educación virtual, este espacio ahora es insuficiente. Solo tiene capacidad para 18 personas, gran parte de los libros tuvieron que ser guardados en bodegas para abrirle campo a los computadores y no hay el material adecuado ni una buena ventilación para quienes van a estudiar allá.

En el marco del proyecto Educare, una alianza entre la Cooperativa Multiactiva para el Buen Vivir y La Paz del Caquetá de los excombatientes y la Universidad de la Sabana, están recogiendo recursos a través de Vaki para poder ampliar la biblioteca con 120 metros cuadrados más.

La idea es construir cuatro grandes espacios: una ludoteca con todos los materiales y juegos adecuados para niños y niñas, una sala de reuniones, la sala de cómputo y la biblioteca con todos los libros organizados. También quieren habilitar una emisora comunitaria, una papelería y una galería de la memoria de las Farc, además de adecuar ventilación y paneles solares.

La ampliación de la biblioteca tiene un apoyo económico del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas, sin embargo, son necesarios más recursos para conseguir los materiales de construcción y la mano de obra. A través de esta vaki esperan recaudar $60.000.000 de aquí a mayo.

“La meta es tener esta biblioteca para el Festival de Grafitti “Agua Bonita se pinta de colores” en mayo. La idea es que se haga un evento grande para reconocer este proyecto y pueda ser también pintado”, afirma Laura Fonseca, profesora de la Universidad de la Sabana y una de las gestoras del proyecto Educare. “Para nosotras es fundamente reconocer la educación como eje central de la reconciliación”.

Educare es un proyecto de tres años para la construcción de un modelo educativo que, según Laura Fonseca, reconozca los principios y valores campesinos y farianos y además le brinde a los más jóvenes una visión crítica y reflexiva de los problemas actuales del país.

Trabajan con cuatro programas: “guardia del monte”, para promover el cuidado del medio ambiente, “reporteritos”, fútbol popular y cultura y tradiciones. “Nuestro objetivo a largo plazo es crear la primera escuela popular con un currículo propio y pertinente para esta comunidad en proceso de reincorporación”, dice en la presentación del proyecto.

Si quiere apoyar este proyecto puede hacerlo a través de este link: https://vaki.co/es/vaki/bibliotecapopular

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