Desminado humanitario en el Cauca: un camino de esperanza en medio del conflicto
La entrega de Santander de Quilichao como municipio libre de sospecha de contaminación por minas antipersonal fue celebrada por habitantes del Norte del Cauca.
Silvia Corredor Rodríguez
“Montañas y cordilleras son de Colombia testigos mudos de un conflicto que ha golpeado con violencia. Soy campesino, soy colombiano, sobreviviente de campos minados. Soy campesino, soy colombiano, sobreviviente del conflicto armado”, así cantó Eder Ruber Solarte, músico y sobreviviente a un accidente de mina antipersonal durante la entrega de Santander de Quilichao como el primer municipio del Norte del Cauca libre de sospecha de contaminación por minas antipersonal.
Solarte fue uno de los cientos de participantes que asistieron al polideportivo Los Guácimos en Santander de Quilichao (Cauca), donde la organización Humanity & Inclusion (HI) realizó el acto oficial y simbólico de entrega, en compañía de la vicepresidenta Francia Márquez, la alcaldesa de Santander de Quilichao, Lucy Amparo Guzmán, y los representantes de los cabildos indígenas y consejos comunitarios del departamento.
En contexto: Santander del Quilichao, primer municipio libre de minas en el Norte del Cauca
Con un mural que resaltaba el mensaje “Mi tierra cosecha paz y vida” los quilichagueños, después de cinco años de labores de desminado humanitario, recibieron su municipio libre de sospecha de minas antipersonal, munición sin explosionar, ni trampas explosivas.
En entrevista con Colombia+20, Milena Rivera, una pobladora local, manifestó la importancia de esta entrega y la seguridad de que ninguna otra familia sufra lo que ella vivió tras el accidente de su esposo con uno de dichos artefactos.
“Esta noticia es una tranquilidad muy grande porque hay niños pequeñitos que pierden la vida, jóvenes, personas mayores que son el sustento de sus familias y que tengan que pasar por situaciones difíciles como estas es muy duro. Da mucha alegría que las personas ya no van a correr el riesgo de pisar una mina y pasar por tantas dificultades”, resaltó.
Lea también: ¿Dónde están y cuántas minas hay en Colombia?
Las afectaciones a menores de edad en contextos escolares siguen siendo la gran alerta en todas las zonas donde hubo o aún existe presencia de estos artefactos explosivos. Según registros de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, de las 131 víctimas por minas antipersonal entre marzo del 2022 y febrero del 2023, seis eran niños. En el caso del municipio de Santander de Quilichao, desde 1998 a 2023, dos menores de edad fallecieron por explosiones de minas antipersonal.
Adelmo Uni Jiménez, que fue sobreviviente hace 20 años de un accidente con una mina antipersonal y ahora es representante legal de la Asociación Departamental de sobrevivientes de accidentes por minas del Cauca, hizo un llamado a las autoridades e instituciones nacionales e internacionales a continuar apoyando a las más de 12.322 víctimas de estos artefactos que hay en todo el país.
“Queremos seguir adelante, queremos vivir, pero necesitamos apoyo para continuar porque todos tenemos sueños por cumplir, unas metas en la vida pero al pisar una mina nos frustró nuestros sueños pero queremos que nos ayuden a cumplirlos”, declaró Uni Jiménez.
Los retos del desminado humanitario en el Cauca
Para muchos habitantes del Cauca, aunque estas entregas signifiquen una luz de esperanza para potenciar sus municipios y trabajar por mejorar las condiciones de vida, sigue siendo importante trabajar para frenar la siembra de minas por parte de actores armados ilegales, y continuar con el desminado, a pesar de las adversidades.
“Para nadie es un secreto que el conflicto armado sigue, pero entonces hay que concientizar a los grupos armados que no sigan utilizando estos artefactos. También continuar contando con el apoyo de las entidades nacionales e internacionales para que sigamos trabajando y limpiando estas zonas para poder producir, trabajar y sobrevivir”, resaltó Adelmo Uni Jiménez en entrevista con Colombia+20.
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En el caso de Humanity & Inclusion, esta organización continúa desarrollando labores en los municipios de Páez y Cajibío; y otras organizaciones como THE HALO TRUST realizan actividades en el municipio de Miranda. El jefe de proyectos para desminado humanitario de HI en el Cauca señaló que también estaban desarrollando labores en Corinto, pero por cuestiones de seguridad, tuvieron que pausar el proceso, pero esperan retomar prontamente.
Según datos de Indepaz, en este departamento hacen presencia estructuras disidentes de las antiguas FARC como el Comando Coordinador de Occidente del Estado Mayor Central (Columna Móvil Dagoberto Ramos, Frente Carlos Patiño, Columna Móvil Jaime Martínez y Frente Rafael Aguilera); por parte de la autodenominada Segunda Marquetalia están el Frente Diomer Cortés y la Columna Móvil Cristian Pérez; también hay presencia del ELN; el Clan del Golfo o AGC y bandas locales.
Tanto para esta ONG humanitaria como para las comunidades, dar pasos hacia el desminado humanitario en el Cauca demuestra voluntad de paz y contribuye a la reconstrucción de confianza y esperanza en estos territorios donde por causa del conflicto sus habitantes sufrieron confinamientos y estigmatización.
“Montañas y cordilleras son de Colombia testigos mudos de un conflicto que ha golpeado con violencia. Soy campesino, soy colombiano, sobreviviente de campos minados. Soy campesino, soy colombiano, sobreviviente del conflicto armado”, así cantó Eder Ruber Solarte, músico y sobreviviente a un accidente de mina antipersonal durante la entrega de Santander de Quilichao como el primer municipio del Norte del Cauca libre de sospecha de contaminación por minas antipersonal.
Solarte fue uno de los cientos de participantes que asistieron al polideportivo Los Guácimos en Santander de Quilichao (Cauca), donde la organización Humanity & Inclusion (HI) realizó el acto oficial y simbólico de entrega, en compañía de la vicepresidenta Francia Márquez, la alcaldesa de Santander de Quilichao, Lucy Amparo Guzmán, y los representantes de los cabildos indígenas y consejos comunitarios del departamento.
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Con un mural que resaltaba el mensaje “Mi tierra cosecha paz y vida” los quilichagueños, después de cinco años de labores de desminado humanitario, recibieron su municipio libre de sospecha de minas antipersonal, munición sin explosionar, ni trampas explosivas.
En entrevista con Colombia+20, Milena Rivera, una pobladora local, manifestó la importancia de esta entrega y la seguridad de que ninguna otra familia sufra lo que ella vivió tras el accidente de su esposo con uno de dichos artefactos.
“Esta noticia es una tranquilidad muy grande porque hay niños pequeñitos que pierden la vida, jóvenes, personas mayores que son el sustento de sus familias y que tengan que pasar por situaciones difíciles como estas es muy duro. Da mucha alegría que las personas ya no van a correr el riesgo de pisar una mina y pasar por tantas dificultades”, resaltó.
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Las afectaciones a menores de edad en contextos escolares siguen siendo la gran alerta en todas las zonas donde hubo o aún existe presencia de estos artefactos explosivos. Según registros de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, de las 131 víctimas por minas antipersonal entre marzo del 2022 y febrero del 2023, seis eran niños. En el caso del municipio de Santander de Quilichao, desde 1998 a 2023, dos menores de edad fallecieron por explosiones de minas antipersonal.
Adelmo Uni Jiménez, que fue sobreviviente hace 20 años de un accidente con una mina antipersonal y ahora es representante legal de la Asociación Departamental de sobrevivientes de accidentes por minas del Cauca, hizo un llamado a las autoridades e instituciones nacionales e internacionales a continuar apoyando a las más de 12.322 víctimas de estos artefactos que hay en todo el país.
“Queremos seguir adelante, queremos vivir, pero necesitamos apoyo para continuar porque todos tenemos sueños por cumplir, unas metas en la vida pero al pisar una mina nos frustró nuestros sueños pero queremos que nos ayuden a cumplirlos”, declaró Uni Jiménez.
Los retos del desminado humanitario en el Cauca
Para muchos habitantes del Cauca, aunque estas entregas signifiquen una luz de esperanza para potenciar sus municipios y trabajar por mejorar las condiciones de vida, sigue siendo importante trabajar para frenar la siembra de minas por parte de actores armados ilegales, y continuar con el desminado, a pesar de las adversidades.
“Para nadie es un secreto que el conflicto armado sigue, pero entonces hay que concientizar a los grupos armados que no sigan utilizando estos artefactos. También continuar contando con el apoyo de las entidades nacionales e internacionales para que sigamos trabajando y limpiando estas zonas para poder producir, trabajar y sobrevivir”, resaltó Adelmo Uni Jiménez en entrevista con Colombia+20.
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En el caso de Humanity & Inclusion, esta organización continúa desarrollando labores en los municipios de Páez y Cajibío; y otras organizaciones como THE HALO TRUST realizan actividades en el municipio de Miranda. El jefe de proyectos para desminado humanitario de HI en el Cauca señaló que también estaban desarrollando labores en Corinto, pero por cuestiones de seguridad, tuvieron que pausar el proceso, pero esperan retomar prontamente.
Según datos de Indepaz, en este departamento hacen presencia estructuras disidentes de las antiguas FARC como el Comando Coordinador de Occidente del Estado Mayor Central (Columna Móvil Dagoberto Ramos, Frente Carlos Patiño, Columna Móvil Jaime Martínez y Frente Rafael Aguilera); por parte de la autodenominada Segunda Marquetalia están el Frente Diomer Cortés y la Columna Móvil Cristian Pérez; también hay presencia del ELN; el Clan del Golfo o AGC y bandas locales.
Tanto para esta ONG humanitaria como para las comunidades, dar pasos hacia el desminado humanitario en el Cauca demuestra voluntad de paz y contribuye a la reconstrucción de confianza y esperanza en estos territorios donde por causa del conflicto sus habitantes sufrieron confinamientos y estigmatización.