La Política Nacional de Drogas propuesta por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, la cual busca cambiar el enfoque de la lucha contra las drogas en la próxima década, contiene la creación de una estrategia que se siglaría con el apellido del jefe de Estado.
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Se trata de las Zonas de Paz y Esperanza para la Transformación y Renovación con Oportunidades (P.E.T.R.O). La iniciativa hace parte de la línea estratégica de “oxígeno”, la punta de lanza para que los eslabones más débiles de la cadena del narcotráfico puedan transitar a economías lícitas y la población vulnerable reciba atención del Estado.
Según la Política de Drogas, las “Zonas Petro” se plantean “como espacios urbanos cuyo objetivo será la reducción de las vulnerabilidades de las personas en contextos de riesgo de vincularse a grupos criminales”.
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El documento asegura que con esta estrategia se busca “prevenir el reclutamiento juvenil y uso de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes por las organizaciones armadas ilegales o delincuenciales”.
Además, estas zonas estarán dirigidas a población que se ha desvinculado de las redes criminales para facilitar su proceso de reintegración socioeconómica “y, así, prevenir su reincidencia en estas actividades ilícitas”.
¿Para qué serían usados los bienes del narcotráfico?
Las Zonas Petro, dice el documento, estarán bajo la coordinación de dos entidades del Gobierno: el Ministerio de Justicia y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Sin embargo, en su funcionamiento también habría colaboración del Ministerio de Defensa.
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El Ejecutivo plantea que los bienes confiscados al narcotráfico sirvan para crear los entornos comunitarios de las Zonas de Paz y Esperanza para la Transformación y Renovación con Oportunidades.
“Se busca revalorizar social y culturalmente los bienes incautados al narcotráfico, transfiriéndolos a organizaciones locales para su gestión, con el fin de fortalecer procesos participativos y de agenciamiento (especialmente organizaciones de mujeres y jóvenes), desmantelar el poder de la criminalidad organizada en los territorios, mejorar las relaciones entre jóvenes y la policía, prevenir la violencia relacionada con la criminalidad y las drogas, y estimular el desarrollo local a través de economías populares”, se lee en la Política de Drogas.
De hecho, en el actual gobierno ya hay estrategias encaminadas en este sentido. En julio, la Sociedad de Activos Especiales (SAE), encargada de administrar los bienes provenientes de actividades ilícitas, le entregó una casa a la corporación Acción Técnica Social (ATS) para promover los derechos humanos de las personas que consumen sustancias psicoactivas.
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¿Cuáles son los temas claves de las Zonas Petro?
Toda esta apuesta hace parte del tercer eje dicha política, denominado “Atención a población en condición de vulnerabilidad frente a mercados urbanos de drogas”.
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Este eje busca un enfoque integral, y propone 11 componentes para los cuales serían claves las Zonas Petro: 1) educación, 2) salud, 3) derechos humanos, 4) promoción de una cultura de paz y fortalecimiento de la convivencia social, 5) generación de ingresos lícitos, 6) prevención del consumo de sustancias psicoactivas y atención al consumo problemático, 7) fomento de la recreación, el deporte y el aprovechamiento del tiempo libre 8) fomento de la cultura y el arte, 9) promoción del dialogo social y resolución pacífica de conflictos, 10) fortalecimiento comunitario y de la organización social y 11) generación de infraestructura social.