Renuncia Laura Montoya, directora del Museo de Memoria Histórica
Laura María Montoya, directora técnica del Museo de la Memoria Histórica, presentó este viernes 5 de noviembre su carta de renuncia argumentando diferencias con la dirección general del Centro Nacional de Memoria Histórica, en cabeza de Rubén Darío Acevedo. Según la funcionaria, hay “inconsistencia y ambigüedad en las directrices”.
En una carta pública, la directora técnica del Museo de la Memoria Histórica, presentó su renuncia al cargo enumerando una serie de diferencias con la dirección del Centro Nacional para la Memoria Histórica, en cabeza de Rubén Darío Acevedo.
Según Montoya Vélez no ha contado ni con apoyo de la dirección general ni con apoyo del área administrativa y financiera del Centro, lo que pone en riesgo el funcionamiento y alistamiento de la sede física del Museo, que debe ser entregada en 2022. “Estas circunstancias han deteriorado las condiciones de trabajo y permitido faltas contra mi dignidad de parte de algunos directivos del Centro” asegura Montoya Vélez. Y agrega que “el director general retiró su respaldo a mi gestión y en adelante se enfocó en dificultar todas las acciones de la Dirección Técnica”.
Montoya sostiene que en la revisión de los documentos rectores del Museo encontró que había “debilidades” en el reconocimiento a las víctimas de hacer parte de los mismos, y por ello propuso una “revisión y reestructuración del proceso de elaboración”.
“Sin embargo, en varias y reiteradas ocasiones el Director General ha tomado por su cuenta el procedimiento para la presentación de estos documentos” puntualiza Montoya en su carta de renuncia, agregando que Acevedo ha impedido “que la dirección técnica fortalezca y expanda el relacionamiento del Museo” así como la capacidad de Montoya de “convocar y promover, motivar y garantizar la participación [de las víctimas]”.
Además, la funcionaria enumera otros hechos como la cancelación arbitraria de actividades en plena ejecución ya concertadas con organizaciones de víctimas y de la Red Colombiana de Lugares de Memoria, así como la orden expresa que recibió de retirarse de un conversatorio concertado con la Casa de la Memoria de Medellín en el marco de la Feria del libro de esa ciudad. Montoya asegura que se trata de represalias contra ella por haber retomado el diálogo y la interacción con la Red Colombiana de Lugares de Memoria, que desde el principio se opuso a la designación de Rubén Darío Acevedo como director del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Colombia+20 había denunciado en junio de 2021 la gran inconformidad que había entre organizaciones de víctimas por el nombramiento de Montoya Vélez, a quién señalaban de no contar con la preparación para asumir el cargo. Venía de trabajar en el Departamento de Prosperidad Social y eso cuestionaba su independencia al ser cercana a la Presidencia.
Le puede interesar: Las preguntas alrededor de la nueva directora del Museo de Memoria.
En su carta, la funcionaria denuncia que por todos los tropiezos con la dirección general del Centro y el boicoteo administrativo al proyecto del Museo de la Memoria, los avances en la construcción de la sede física no superan el 15% de las obras y esto hará que sea imposible que el Presidente Iván Duque lo inaugure en junio del año entrante, como está presupuestado según el compromiso de la Dirección General del Centro. Según la funcionaria tampoco están listas las exposiciones que deben exponerse en el futuro Museo.
“Suplantar roles o extralimitarme en mis funciones no es mi proceder, por eso puedo evidenciar que todas mis acciones desde el Museo se encuentran dentro de mis funciones y que he procedido en cumplimiento de las mismas” concluyó Montoya Vélez.
En una carta pública, la directora técnica del Museo de la Memoria Histórica, presentó su renuncia al cargo enumerando una serie de diferencias con la dirección del Centro Nacional para la Memoria Histórica, en cabeza de Rubén Darío Acevedo.
Según Montoya Vélez no ha contado ni con apoyo de la dirección general ni con apoyo del área administrativa y financiera del Centro, lo que pone en riesgo el funcionamiento y alistamiento de la sede física del Museo, que debe ser entregada en 2022. “Estas circunstancias han deteriorado las condiciones de trabajo y permitido faltas contra mi dignidad de parte de algunos directivos del Centro” asegura Montoya Vélez. Y agrega que “el director general retiró su respaldo a mi gestión y en adelante se enfocó en dificultar todas las acciones de la Dirección Técnica”.
Montoya sostiene que en la revisión de los documentos rectores del Museo encontró que había “debilidades” en el reconocimiento a las víctimas de hacer parte de los mismos, y por ello propuso una “revisión y reestructuración del proceso de elaboración”.
“Sin embargo, en varias y reiteradas ocasiones el Director General ha tomado por su cuenta el procedimiento para la presentación de estos documentos” puntualiza Montoya en su carta de renuncia, agregando que Acevedo ha impedido “que la dirección técnica fortalezca y expanda el relacionamiento del Museo” así como la capacidad de Montoya de “convocar y promover, motivar y garantizar la participación [de las víctimas]”.
Además, la funcionaria enumera otros hechos como la cancelación arbitraria de actividades en plena ejecución ya concertadas con organizaciones de víctimas y de la Red Colombiana de Lugares de Memoria, así como la orden expresa que recibió de retirarse de un conversatorio concertado con la Casa de la Memoria de Medellín en el marco de la Feria del libro de esa ciudad. Montoya asegura que se trata de represalias contra ella por haber retomado el diálogo y la interacción con la Red Colombiana de Lugares de Memoria, que desde el principio se opuso a la designación de Rubén Darío Acevedo como director del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Colombia+20 había denunciado en junio de 2021 la gran inconformidad que había entre organizaciones de víctimas por el nombramiento de Montoya Vélez, a quién señalaban de no contar con la preparación para asumir el cargo. Venía de trabajar en el Departamento de Prosperidad Social y eso cuestionaba su independencia al ser cercana a la Presidencia.
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En su carta, la funcionaria denuncia que por todos los tropiezos con la dirección general del Centro y el boicoteo administrativo al proyecto del Museo de la Memoria, los avances en la construcción de la sede física no superan el 15% de las obras y esto hará que sea imposible que el Presidente Iván Duque lo inaugure en junio del año entrante, como está presupuestado según el compromiso de la Dirección General del Centro. Según la funcionaria tampoco están listas las exposiciones que deben exponerse en el futuro Museo.
“Suplantar roles o extralimitarme en mis funciones no es mi proceder, por eso puedo evidenciar que todas mis acciones desde el Museo se encuentran dentro de mis funciones y que he procedido en cumplimiento de las mismas” concluyó Montoya Vélez.