65 años de "Te olvidé": el himno del Carnaval de Barranquilla
Un poema del español Mariano San Ildefonso y un arreglo musical de Antonio María Peñaloza dio como resultado a "Te olvidé", la canción más emblemática del Carnaval de Barranquilla.
Ricardo López Solano - Especial para El Espectador
Sin lugar a dudas el himno del Carnaval de Barranquilla, “Te Olvidé”, del fallecido compositor plateño Antonio María Peñaloza Cervantes, hace parte integral de la genética de los barranquilleros.
La letra, un poema rústico y con algunas imperfecciones idiomáticas, se la entregó el español Don Mariano San Ildefonso a su amigo, el maestro Peñaloza, con quien a menudo compartía en el bar “La Casbah”.
De todas las letras que recibió de Don Mariano, Antonio María Peñaloza solo se conmovió con la letra de “Te Olvidé”, en especial, por las contradicciones en las que se sumerge en su narrativa esta historia amor. En ella se muestra, según sus palabras, el amor y el desamor
“…Y si yo te preguntaba/ El por qué no me querías/ Tu sin contestarme nada/ Solamente te reías/ Destrozando mi ilusión/ Te pedí que vinieras a mi lado/ Y en vano tantas veces te rogué/ Que por haberme de tu burla ya curado/ Te olvidé, te olvidé, te olvidé, te olvidé, te olvidé//…”
La genialidad del maestro Peñaloza radicó en esa combinación sin par con la que mezcló un poema de desengaño y desamor con un ritmo, no de bolero como lo indicaba la lógica de la época, sino de una letra matizada entre resentimientos, dolores y burlas con una rítmica netamente carnavalesca como lo es la danza del Garabato. Así logró llegar al alma de los barranquilleros.
José María “Curro”, dueño del sello donde se grabó el tema, logró acordar con Peñaloza reducir la extensión de la letra y obtener los derechos de grabación por una cantidad de dinero razonable. Luego de eso, solo faltaba elegir quién interpretaría la canción, pues la agrupación ya estaba definida.
Por su parte, “Curro” era partidario de que “Te Olvidé” la cantara Tito Cortés, pero el candidato de Peñaloza era Alberto Fernández, a quién conocía y escuchó cantar en repetidas ocasiones en la emisora Fuentes de Cartagena.
El día de la grabación se presentaron los dos candidatos al auditorio de la emisora Nuevo Mundo, hoy Caracol. Pero Cortés llegó enguayabado y no pudo cantar, por lo que Alberto Fernández interpretó la canción.
Al respecto, comentó el vocalista, que el tema a grabar no lo conocía, por lo que no tuvo tiempo para aprendérselo de memoria. Así que después de los ensayos de rigor con la agrupación que lo iba a acompañar, se vio forzado a leer la letra mientras cantaba.
Para la grabación solo contaban con un acetato, recuerda Alberto Fernández. Para ese entonces, la moda del LP aún no había llegado a Colombia. En medio de esta, Peñaloza se equivocó en un tono de la trompeta aproximadamente al minuto y medio de iniciada la grabación. Sin embargo, el fallo de la trompeta solo puede percibirse si se escucha desde el disco original, ya que cuando se digitalizó en formato CD este error se suprimió.
La canción impactó tanto en Cartagena y Barranquilla, sobre todo en las fiestas del 11 de noviembre de 1953, que la primera remesa de discos se agotó enseguida. Fue tanto el éxito del sencillo que las personas hicieron filas hasta de cuatro cuadras para comprar los discos.
El Conjunto de la Sonora Curro, agrupación con la que se grabó la canción, según Fernández, fue una mezcla variopinta de músicos. Tres independientes, el solo de trompeta que correspondió a Antonio María Peñalosa, la segunda trompeta que era un cucuteño que lo llamaban “Cantabonito” y el pianista era un estudiante de derecho de la Universidad Nacional.
De la Orquesta "Don Américo y sus Caribes", banda de planta de la emisora Nuevo Mundo, participaron “El Pote” Videro, primera trompeta; “Rafico” Varela, tercera trompeta y “Chaleco”, maracas. Del quinteto panameño Jazz Sex-Rose cerros, agrupación de planta del bar “La Casbah”, lo integraron el contrabajo y dos tumbadoras, estos dos últimos a los que el maestro Peñalosa les tocó enseñar a tocar el ritmo chandé, propio de la danza de garabato, que era desconocido para ellos.
El resto es historia. Después de 65 años ininterrumpidos de goce y de disfrute pleno, carnaval tras carnaval, “Te olvidé” no pierde vigencia ni deja de sonar, desde su primera reproducción en 1954, en el evento folclórico y cultural más grande de Colombia.
Sin lugar a dudas el himno del Carnaval de Barranquilla, “Te Olvidé”, del fallecido compositor plateño Antonio María Peñaloza Cervantes, hace parte integral de la genética de los barranquilleros.
La letra, un poema rústico y con algunas imperfecciones idiomáticas, se la entregó el español Don Mariano San Ildefonso a su amigo, el maestro Peñaloza, con quien a menudo compartía en el bar “La Casbah”.
De todas las letras que recibió de Don Mariano, Antonio María Peñaloza solo se conmovió con la letra de “Te Olvidé”, en especial, por las contradicciones en las que se sumerge en su narrativa esta historia amor. En ella se muestra, según sus palabras, el amor y el desamor
“…Y si yo te preguntaba/ El por qué no me querías/ Tu sin contestarme nada/ Solamente te reías/ Destrozando mi ilusión/ Te pedí que vinieras a mi lado/ Y en vano tantas veces te rogué/ Que por haberme de tu burla ya curado/ Te olvidé, te olvidé, te olvidé, te olvidé, te olvidé//…”
La genialidad del maestro Peñaloza radicó en esa combinación sin par con la que mezcló un poema de desengaño y desamor con un ritmo, no de bolero como lo indicaba la lógica de la época, sino de una letra matizada entre resentimientos, dolores y burlas con una rítmica netamente carnavalesca como lo es la danza del Garabato. Así logró llegar al alma de los barranquilleros.
José María “Curro”, dueño del sello donde se grabó el tema, logró acordar con Peñaloza reducir la extensión de la letra y obtener los derechos de grabación por una cantidad de dinero razonable. Luego de eso, solo faltaba elegir quién interpretaría la canción, pues la agrupación ya estaba definida.
Por su parte, “Curro” era partidario de que “Te Olvidé” la cantara Tito Cortés, pero el candidato de Peñaloza era Alberto Fernández, a quién conocía y escuchó cantar en repetidas ocasiones en la emisora Fuentes de Cartagena.
El día de la grabación se presentaron los dos candidatos al auditorio de la emisora Nuevo Mundo, hoy Caracol. Pero Cortés llegó enguayabado y no pudo cantar, por lo que Alberto Fernández interpretó la canción.
Al respecto, comentó el vocalista, que el tema a grabar no lo conocía, por lo que no tuvo tiempo para aprendérselo de memoria. Así que después de los ensayos de rigor con la agrupación que lo iba a acompañar, se vio forzado a leer la letra mientras cantaba.
Para la grabación solo contaban con un acetato, recuerda Alberto Fernández. Para ese entonces, la moda del LP aún no había llegado a Colombia. En medio de esta, Peñaloza se equivocó en un tono de la trompeta aproximadamente al minuto y medio de iniciada la grabación. Sin embargo, el fallo de la trompeta solo puede percibirse si se escucha desde el disco original, ya que cuando se digitalizó en formato CD este error se suprimió.
La canción impactó tanto en Cartagena y Barranquilla, sobre todo en las fiestas del 11 de noviembre de 1953, que la primera remesa de discos se agotó enseguida. Fue tanto el éxito del sencillo que las personas hicieron filas hasta de cuatro cuadras para comprar los discos.
El Conjunto de la Sonora Curro, agrupación con la que se grabó la canción, según Fernández, fue una mezcla variopinta de músicos. Tres independientes, el solo de trompeta que correspondió a Antonio María Peñalosa, la segunda trompeta que era un cucuteño que lo llamaban “Cantabonito” y el pianista era un estudiante de derecho de la Universidad Nacional.
De la Orquesta "Don Américo y sus Caribes", banda de planta de la emisora Nuevo Mundo, participaron “El Pote” Videro, primera trompeta; “Rafico” Varela, tercera trompeta y “Chaleco”, maracas. Del quinteto panameño Jazz Sex-Rose cerros, agrupación de planta del bar “La Casbah”, lo integraron el contrabajo y dos tumbadoras, estos dos últimos a los que el maestro Peñalosa les tocó enseñar a tocar el ritmo chandé, propio de la danza de garabato, que era desconocido para ellos.
El resto es historia. Después de 65 años ininterrumpidos de goce y de disfrute pleno, carnaval tras carnaval, “Te olvidé” no pierde vigencia ni deja de sonar, desde su primera reproducción en 1954, en el evento folclórico y cultural más grande de Colombia.