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Se trata de un sistema de transporte masivo que funciona con dos operadores, que tienen a disposición 194 vehículos, de los cuales 79 son de la empresa Metrocaribe y 115 de Sistur. Sin embargo, la crisis económica por la que atraviesan se ha agravado tanto en los últimos dos años, que incluso el pasado 5 de agosto los conductores de Metrocaribe salieron a huelga denunciando que les deben hasta un mes de salario y que los buses presentan fallas técnicas, por lo que constantemente se varan. Luego de esta decisión, Sistur reveló que los recursos que tenían solo le permitían operar hasta el 9 de agosto.
Ante este nuevo cese de actividades por parte de los operadores, el gerente de Sistur, José Emiro Picón, sostuvo que necesitan $10.000 millones por parte del Distrito para continuar con la operación. Sin embargo, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, ha insistido en que desde la administración se han hecho múltiples esfuerzos y se seguirá ayudando para aliviar la crisis, pero que sí es necesario que otros actores aporten lo que se requiere para su funcionamiento adecuado. “Necesitamos el acompañamiento de parte del Gobierno Nacional, el cual en la reforma tributaria ha dicho que va a aportar el 50 % del déficit. Como nosotros hemos aportado ya $40.000 millones, ellos podrían devolver una parte y estamos dispuestos a que esa devolución que nos hacen la inyectemos nuevamente al sistema”, sostuvo Pumarejo. Por su parte, el gerente de Transmetro, Fernando Isaza, mencionó que han venido haciendo “gestiones con los bancos, que informaron el 11 de agosto que liberarían unos recursos para que los operadores puedan cumplir con sus obligaciones más importantes, que son: mano de obra, el combustible y arreglar unos buses para que entren en operación”.
Pumarejo ha señalado varias veces que este no es un tema que le corresponsa exclusivamente a la administración de la ciudad, sobre todo si se tiene en cuenta que de cada 10 usuarios de Transmetro, cuatro son de Barranquilla, es decir, entre 10.000 y 12.000 personas diarias que utilizan el sistema. El restante, más de 20.000 personas, corresponde a usuarios de otros municipios, especialmente de Soledad. De otro lado, Rodolfo Ucrós, alcalde de Soledad, ha dicho que su administración no puede aportar al sistema porque no forma parte de la Asamblea General de Accionistas. “Entre el 50 y 60 % de los pasajeros que a diario usan Transmetro residen en el municipio. Soledad no tiene nada que ver con la Asamblea y eso nos imposibilita girar recursos a Transmetro”.
Sin el funcionamiento de los dos operadores de Transmetro, la empresa gestora y el Área Metropolitana de Barranquilla (AMB) abrieron un plan de contingencia, en el cual se les otorgó un permiso especial a las empresas La Carolina, Sobusa y Coochofal para hacer uso de las troncales de Transmetro y así atender a los más de 60.000 usuarios que al día se mueven en el sistema de transporte masivo.
La crisis de Transmetro inició desde su estructuración, cuando se proyectaron 340.000 pasajeros diarios, y hasta el momento solo ha llegado a 150.000. Por siete años se presentaron déficits, hasta que se logró una estabilización que solo duró tres años. Con el inicio de la pandemia nuevamente volvieron las deudas, y en vista de la situación los bancos decidieron congelar los préstamos, pues solo movilizaban 60.000 personas. Ahora necesitan más de $6.200 millones al mes para lograr estabilización en el sistema de transporte, una suma que no incluye el pago de las deudas que les aquejan, y tan solo están recaudando cerca de $1.000 millones mensuales. “Como estábamos en pandemia y había bajado mucho el número de personas usando el bus, les dijimos ‘no aporten al Fondo de Estabilización Tarifaria’. Este año volvimos a arrancar y les dijimos que aporten $100 y subimos la tarifa para que no les costara más. Pero este año no se han hecho los aportes adecuados a ese fondo y por eso están faltando entre $4.000 y $5.000 millones. La plata que está faltando no la han pagado los transportadores”, dijo Pumarejo.
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El año pasado, el Gobierno Nacional y Findeter le aprobaron a la Alcaldía de Barranquilla un crédito por un monto de $40.000 millones para cubrir el déficit en la operación que le había causado la pandemia a Transmetro. Sin embargo, los operadores precisaron que la cifra que finalmente se entregó fueron $36.074 millones, de los cuales el 29,9 % se le dio a Metrocaribe, el 44,9 % a Sistur, el 10,2 % a la empresa recaudadora SIT y el 15 % a Transmetro. Con esto pudo cubrir el déficit de la pandemia, que en 2020 fue del 8 %, y en 2021 del 41 %. Sin embargo, las deudas que ya existían no se pudieron sanear.
Cuando los operadores anunciaron el pasado 15 de junio que suspenderían la operación debido a la falta de recursos, la Alcaldía tramitó con el Ministerio de Transporte el desembolso de $3.600 millones que quedaron pendientes de ese crédito, dinero con el que continuaron la operación hasta su última suspensión el 9 de agosto.