Los confundieron con autores de atentado en Soledad, Atlántico, y se quedaron sin trabajo

A las 4:00 am del domingo 28 de enero una fuerte explosión interrumpió el sueño de Eudis Emilio Briceño Torres, y su esposa, Yulidis Alejandra Thomas Díaz. A pocas cuadras de la vivienda de la pareja, se registró el atentando contra el CAI de Policía ubicado en el barrio Soledad 2000 en el área metropolitana de Barranquilla.  El hecho dejó 2 uniformados muertos y 48 heridos. 

Como pudieron, y en medio del pánico generalizado, la pareja intentó continuar con sus ocupaciones. Yuldis se fue a trabajar y Eudis, junto a su madre y sus dos hermanos menores de edad, se quedaron en la casa.

A las 10:00 am, mientras preparaban el almuerzo, escucharon que varios golpes secos casi tumban la puerta de la vivienda. "¡Abran, somos la Dijín, están rodeados!", escuchó decir el joven de 25 años que, con miedo, abrió la puerta. Lo que pasó después, parecía la escena de una película violenta.  Lea también: Proceso de paz con el Eln, en jaque

"A mi mamá y a mís hermanos los dejaron en la sala. A mí, a los golpes, me llevaron para la parte de atrás de la casa", cuenta Eudis Emilio en diálogo con El Espectador. 

Según su testimonio, a su casa entraron al menos 30 hombres armados de la Dijín. El hombre que estaba a cargo de la operación dice Edudis, después de golpearlo y esposarlo le dijo: "Vamos a hablar claro. A mí me mataron 5 policías. Ustedes son venezolanos".

"A este hombre y a todos los que estaban allí, les dije que yo no tenía nada que ver. Empezaron a romper toda en la casa. Dañaron hasta un televisor que acababa de sacar a crédito. Me golpeaban por la espalda, por las piernas, por todo lado. 'Me ordenaron conseguir culpables'. Esto me lo decía el capitan de la Sijin que venía desde Bogotá". También: Aplazan audiencia contra presunto autor material del atentado en Barranquilla

El joven, que se desempeña como obrero de construcción, dijo a El Espectador, que uno de los agentes de la Dijín le dijo: "Tengo 4 kilos de marihuana allá afuera. O te echas la culpa o te empapelamos con esa vaina". 

Pero ¿cómo esta familia resultó involucrada en este caso? Para Eudis Emilio Briceño Torres, todo empezó cuando el pasado 18 enero, las cámaras de seguridad de un supermecado captaron a Cristian Bellón Galindo, el único detenido por el atentado del pasado domingo, mientras hacía fila atrás del obrero de construcción que hacía unas compras básicas. Lea: Atentado en Barranquilla: grupo del Eln tiene 18 años de antecedentes

"A él, yo creo que por error, le entregan un recibo igualito al mío. En el recibo que le encuentran a Bellón, encontraron el croquis del CAI de policía". Por eso, habrían pensado que esta familia hizo parte de los atentados. 

En diálogo con El Heraldo, Yulidis Alejandra Thomas Díaz, esposa de Eudis, explicó que el hombre capturado "Tenía en su poder la copia de una factura de una compra que hicimos nosotros el 18 de enero. Era una compra de cosas básicas: pañales, arroz, aceite. Él estaba haciendo la fila y estaba detrás de nosotros, también compró ese día. No sé cómo, pero a él le dieron una factura igual a la de nosotros”.

El Heraldo explica que el día en el que presunto responsable del atentado y la pareja de esposos coincidieron en el almacén había una promoción: “por mostrar tres facturas, cada una con un valor superior a $60.000, podías reclamar un maletín”. 

"Para hacer efectivo el obsequio era necesario que Thomas Díaz dejara sus datos, y así lo hizo, ya que en la factura no se registra el nombre del cliente o su número de identificación. Fue así como las autoridades conocieron la ubicación de su residencia, ubicada en el barrio Marta Gisela, de Soledad, hasta donde se trasladaron el domingo en horas de la mañana para realizar un allanamiento", agrega el diario de la costa. 

Tras la confusión, que según fuentes de la Policía será objeto de investigación, la pareja de esposos perdió sus trabajos. 

"El arquitecto con el que yo trabajaba no me quiere contestar. Nadie quiere contratar a un guerrillero del Eln, pero yo nunca he sido parte de esa gente, no conozco a nadie. Y a mi esposa. que trabaja hace 2 años en una droguería, la supervisora no le contesta. Por eso, los voy a demandar", finaliza el trabajador. 

A las 4:00 am del domingo 28 de enero una fuerte explosión interrumpió el sueño de Eudis Emilio Briceño Torres, y su esposa, Yulidis Alejandra Thomas Díaz. A pocas cuadras de la vivienda de la pareja, se registró el atentando contra el CAI de Policía ubicado en el barrio Soledad 2000 en el área metropolitana de Barranquilla.  El hecho dejó 2 uniformados muertos y 48 heridos. 

Como pudieron, y en medio del pánico generalizado, la pareja intentó continuar con sus ocupaciones. Yuldis se fue a trabajar y Eudis, junto a su madre y sus dos hermanos menores de edad, se quedaron en la casa.

A las 10:00 am, mientras preparaban el almuerzo, escucharon que varios golpes secos casi tumban la puerta de la vivienda. "¡Abran, somos la Dijín, están rodeados!", escuchó decir el joven de 25 años que, con miedo, abrió la puerta. Lo que pasó después, parecía la escena de una película violenta.  Lea también: Proceso de paz con el Eln, en jaque

"A mi mamá y a mís hermanos los dejaron en la sala. A mí, a los golpes, me llevaron para la parte de atrás de la casa", cuenta Eudis Emilio en diálogo con El Espectador. 

Según su testimonio, a su casa entraron al menos 30 hombres armados de la Dijín. El hombre que estaba a cargo de la operación dice Edudis, después de golpearlo y esposarlo le dijo: "Vamos a hablar claro. A mí me mataron 5 policías. Ustedes son venezolanos".

"A este hombre y a todos los que estaban allí, les dije que yo no tenía nada que ver. Empezaron a romper toda en la casa. Dañaron hasta un televisor que acababa de sacar a crédito. Me golpeaban por la espalda, por las piernas, por todo lado. 'Me ordenaron conseguir culpables'. Esto me lo decía el capitan de la Sijin que venía desde Bogotá". También: Aplazan audiencia contra presunto autor material del atentado en Barranquilla

El joven, que se desempeña como obrero de construcción, dijo a El Espectador, que uno de los agentes de la Dijín le dijo: "Tengo 4 kilos de marihuana allá afuera. O te echas la culpa o te empapelamos con esa vaina". 

Pero ¿cómo esta familia resultó involucrada en este caso? Para Eudis Emilio Briceño Torres, todo empezó cuando el pasado 18 enero, las cámaras de seguridad de un supermecado captaron a Cristian Bellón Galindo, el único detenido por el atentado del pasado domingo, mientras hacía fila atrás del obrero de construcción que hacía unas compras básicas. Lea: Atentado en Barranquilla: grupo del Eln tiene 18 años de antecedentes

"A él, yo creo que por error, le entregan un recibo igualito al mío. En el recibo que le encuentran a Bellón, encontraron el croquis del CAI de policía". Por eso, habrían pensado que esta familia hizo parte de los atentados. 

En diálogo con El Heraldo, Yulidis Alejandra Thomas Díaz, esposa de Eudis, explicó que el hombre capturado "Tenía en su poder la copia de una factura de una compra que hicimos nosotros el 18 de enero. Era una compra de cosas básicas: pañales, arroz, aceite. Él estaba haciendo la fila y estaba detrás de nosotros, también compró ese día. No sé cómo, pero a él le dieron una factura igual a la de nosotros”.

El Heraldo explica que el día en el que presunto responsable del atentado y la pareja de esposos coincidieron en el almacén había una promoción: “por mostrar tres facturas, cada una con un valor superior a $60.000, podías reclamar un maletín”. 

"Para hacer efectivo el obsequio era necesario que Thomas Díaz dejara sus datos, y así lo hizo, ya que en la factura no se registra el nombre del cliente o su número de identificación. Fue así como las autoridades conocieron la ubicación de su residencia, ubicada en el barrio Marta Gisela, de Soledad, hasta donde se trasladaron el domingo en horas de la mañana para realizar un allanamiento", agrega el diario de la costa. 

Tras la confusión, que según fuentes de la Policía será objeto de investigación, la pareja de esposos perdió sus trabajos. 

"El arquitecto con el que yo trabajaba no me quiere contestar. Nadie quiere contratar a un guerrillero del Eln, pero yo nunca he sido parte de esa gente, no conozco a nadie. Y a mi esposa. que trabaja hace 2 años en una droguería, la supervisora no le contesta. Por eso, los voy a demandar", finaliza el trabajador.