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La draga Taccola llegó el 15 de julio de 2021 a Barranquilla y en su primer mes ha realizado cerca de 160 ciclos en dos campañas de dragado que han retirado el sedimento de las profundidades, según informó Cormagdalena.
“En cada ciclo la draga recoge los sedimentos a través de un brazo de succión que es impulsado por una bomba. Posteriormente, los deposita en una un recipiente. Una vez se llena, termina el ciclo de dragado llevando el material a una zona de descarga a más de dos kilómetros, mar adentro”, explicó fuente oficial de la entidad.
El sedimento debe ser retirado de las profundidades del puerto puesto que impide el ingreso de los buques con más carga, son los más pesados y se hunden más. Y si el material del fondo no se remueve, los barcos no podrían entrar al puerto ya que correrían el riesgo de quedarse atorados.
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El dragado se ha reflejado en la mejora del calado. Pasó de estar en 6.7 a los 9 metros de profundidad. “Si bien el calado ha mejorado, todavía no es el que necesitamos para que lleguen las embarcaciones con mayor capacidad de carga y evitar los desvíos”, le dijo Lucas Ariza, director de Asoportuaria, a El Espectador.
El calado necesario es de por lo menos 10 metros para que se normalice el funcionamiento del puerto y que las embarcaciones no deban ir a puertos cercanos como los de Santa Marta y Cartagena.
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El jueves 12 de agosto “ingresó una motonave que duró cerca de 15 días esperando que mejoraran las condiciones. Tuvo que ir a Santa Marta, volver, esperar unos días. Eso genera unos sobrecostos a las operaciones de comercio exterior por Barranquilla. Es muy importante que avance el dragado y tiene que ser permanente”, contó Ariza.
Asoportuaria estima que las restricciones en la entrada de los barcos, que inició a finales de junio, ha dejado pérdidas y sobrecostos que superan los 8 millones de dólares.
Conforme avanza el dragado se han reactivado las operaciones de entrada y salida de buques a la Zona Portuaria de Barranquilla. Sin embargo, han tardado más de lo previsto puesto que hay condiciones atípicas en algunos puntos.
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Bocas de Ceniza es el lugar más problemático por ser donde el río Magdalena se encuentra con el Mar Caribe. Las razones por las que es más complejo retirar el sedimento de allí aún están en estudio, pero algunas podrían ser: el invierno, las fuertes brisas, la falta de mantenimiento a obras, la sedimentación propia que trae el río, entre otras, según José Curvelo, director de la Oficina de Asuntos Portuarios del Distrito de Barranquilla.
Según Ariza se espera que publique un proceso que se anunció hace algunas semanas sobre el dragado que irá hasta final de año y que “es vital para la tranquilidad de que tendremos el equipo adecuado” que realice el mantenimiento del puerto.
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Hace unas semanas se abrió, “a través de Findeter (Financiera de Desarrollo Territorial), una nueva licitación por 15.000 millones de pesos para mantener un nuevo equipo”, afirmó el director de Cormagdalena, Pedro Pablo Jurado. Con dicha licitación se buscará tener una draga permanente para mantenimientos preventivos hasta finales de 2022.
La situación del Puerto de Barranquilla ha requerido estudios adicionales. Por eso se conformó una mesa técnica de expertos en la que participan representantes de Cormagdalena, Findeter, la Capitanía de Puertos, la Alcaldía de Barranquilla, la Universidad el Norte, Asoportuaria, los pilotos prácticos y empresarios portuarios.