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Tras enfrentar a un cáncer por 12 años, falleció Gloria Espinosa, una administradora de empresas barranquillera que decidió adelantar la celebración de su cumpleaños número 50, que sería el próximo 17 de octubre, para compartir con sus seres queridos, en una fiesta que nombraron “Las patronales 50 de Gloria”.
“Estoy tranquila y preparada para irme”, confesó Gloria a El Heraldo el pasado 3 de julio. La mujer había sido diagnosticada con liposarcoma mixoide, un agresivo tipo de cáncer que ataca las células grasas, por lo que le realizaron varias cirugías, quimioterapias y radioterapias desde hace más de una década.
Su esposo, Fabio Bedoya, señaló que en sus últimas horas de vida “estuvo absolutamente dormida. El viernes, como a las cinco de la tarde, comenzó el proceso de terminación de la vida. Empezó a respirar cada vez más pausadamente, hasta que se fue, aquí en la casa, como ella lo quería”, dijo.
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Gloria había firmado un consentimiento anticipado para asegurar una muerte digna en su hogar, rodeada de sus seres queridos. Fabio y sus dos hijos, Nicolás y Juan Antonio, estuvieron junto a ella hasta el final. “Ella no alcanzó a decirnos ninguna última palabra, porque la última semana estuvo bajo sedación, pero fue algo que ella misma pidió a su médica de paliativos. Tuvimos atenciones con una enfermera 24 horas aquí”, explicó Fabio.
En agosto, señaló su esposo Gloria disfrutó de sus placeres: compartir un pescado en la playa y cenar morcilla de Burgos en un restaurante español. Por su parte, Liliana Meza, una de sus amigas más cercanas, expresó: “Nos volveremos a encontrar en la eternidad, porque el lazo de amor que nos unió nunca se romperá”.
El chef Álex Quessep, otro de sus grandes amigos, la describió como una mujer alegre, valiente y siempre dispuesta a enfrentar la vida con optimismo.
Gloria fue cremada y el pasado sábado su familia y amigas se reunieron, como ella lo pidió, para brindar en su memoria, celebrando su vida y legado con una copa de vino.