Amenazan de muerte a obispo de Buenaventura
Monseñor Rubén Darío Jaramillo aseguró que el prelado permanecerá en el municipio del Valle del Cauca, a pesar de panfletos amenazantes.
A través de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), la Iglesia Católica manifestó su preocupación por el recrudecimiento de la violencia en Buenaventura, Valle del Cauca, y rechazó las amenazas de muerte que recibió el obispo de ese municipio, Monseñor Rubén Darío Jaramillo.
De acuerdo con el padre Darío Echeverri, secretario general de la CCN, Jaramillo “ha denunciado lo que está pasando allí: cómo los actores armados se han ensañado en esta región contra esta población (...) él ha tenido la valentía, el valor profético de denunciar lo que allí está pasando, ahora él es la víctima”, indicó Echeverri, quien también aseguró que el obispo Jaramillo tiene vetadas ciertas zonas, como el Puerto de Buenaventura.
En diálogo con Blu Radio, Monseñor Rubén Jaramillo dijo que continuará en el territorio, a pesar de que su vida corra riesgo. “Seguiremos adelante, aquí con la comunidad, no la vamos a abandonar. Estamos dados al servicio, con el Banco de Alimentos llevando ayudas a los desplazados, a esas 1.200 familias que han salido de Calima, apoyando a los campesinos, a los que viven a orillas de tantos ríos aquí en la zona Dorales de Bueventura y en la urbana”, señaló.
El obispo también se refirió a la naturaleza de las amenazas: “Han dejado unos panfletos cerca del templo parroquial, donde dice que todos los que bajen y evidencien los problemas se vuelven sapos y que todos los sapos van a morir”, denunció.
Entretanto, la Defensoría del Pueblo expresó su rechazo hacia estas amenazas y reiteró “su compromiso para seguir trabajando, con la Diócesis de Buenaventura y la sociedad civil, en la defensa de los derechos humanos de la población más vulnerable, líderes sociales, comunales y defensores de derechos humanos de esta región del país”, publicó en su cuenta de Twitter.
En Buenaventura hacen presencia el Eln, el frente Rafael Aguilera de las disidencias de las Farc, el Clan del Golfoy las bandas Los Shotas y Los Espartanos (escisiones del grupo La Local).
La Defensoría emitió la Alerta Temprana 079/18, en la que se señaló el riesgo al que están expuestas las poblaciones que se ubican en la rivera de los ríos. Las comunidades de la zona exigen materializar el pacto por la vida y por la paz.
A través de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), la Iglesia Católica manifestó su preocupación por el recrudecimiento de la violencia en Buenaventura, Valle del Cauca, y rechazó las amenazas de muerte que recibió el obispo de ese municipio, Monseñor Rubén Darío Jaramillo.
De acuerdo con el padre Darío Echeverri, secretario general de la CCN, Jaramillo “ha denunciado lo que está pasando allí: cómo los actores armados se han ensañado en esta región contra esta población (...) él ha tenido la valentía, el valor profético de denunciar lo que allí está pasando, ahora él es la víctima”, indicó Echeverri, quien también aseguró que el obispo Jaramillo tiene vetadas ciertas zonas, como el Puerto de Buenaventura.
En diálogo con Blu Radio, Monseñor Rubén Jaramillo dijo que continuará en el territorio, a pesar de que su vida corra riesgo. “Seguiremos adelante, aquí con la comunidad, no la vamos a abandonar. Estamos dados al servicio, con el Banco de Alimentos llevando ayudas a los desplazados, a esas 1.200 familias que han salido de Calima, apoyando a los campesinos, a los que viven a orillas de tantos ríos aquí en la zona Dorales de Bueventura y en la urbana”, señaló.
El obispo también se refirió a la naturaleza de las amenazas: “Han dejado unos panfletos cerca del templo parroquial, donde dice que todos los que bajen y evidencien los problemas se vuelven sapos y que todos los sapos van a morir”, denunció.
Entretanto, la Defensoría del Pueblo expresó su rechazo hacia estas amenazas y reiteró “su compromiso para seguir trabajando, con la Diócesis de Buenaventura y la sociedad civil, en la defensa de los derechos humanos de la población más vulnerable, líderes sociales, comunales y defensores de derechos humanos de esta región del país”, publicó en su cuenta de Twitter.
En Buenaventura hacen presencia el Eln, el frente Rafael Aguilera de las disidencias de las Farc, el Clan del Golfoy las bandas Los Shotas y Los Espartanos (escisiones del grupo La Local).
La Defensoría emitió la Alerta Temprana 079/18, en la que se señaló el riesgo al que están expuestas las poblaciones que se ubican en la rivera de los ríos. Las comunidades de la zona exigen materializar el pacto por la vida y por la paz.