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La Secretaría de Seguridad de Cali junto con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) realizaron un diagnóstico basado en la situación actual de seguridad en la ciudad y las necesidades de sus habitantes en cada uno de sus barrios.
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“Lo que encontramos es que la ciudad es en cierta forma un microcosmos de todo el país. Aquí se concentra prácticamente todas las problemáticas y fenómenos de inseguridad que vive Colombia”, dijo Andrés Villamizar, secretario de Seguridad de Cali.
UNODC fue la encarga de realizar el estudio. En él se desarrollaron 61 grupos focales a 1.400 líderes comunitarios en las 22 comunas y 15 corregimientos de Cali. Contó con la participación de los organismos de seguridad y justicia de la ciudad, entre esos Medicina Legal, Policía, Fiscalía y Ejército.
La caracterización arrojó datos sobre la composición única de la criminalidad de Cali, su rol en el escenario regional y lo que representa la ciudad con relación a la reducción de homicidios a nivel nacional.
Villamizar agregó que “es el primer documento que, desde lo local, ofrece una tipología completa de estructuras criminales, fenómenos delincuenciales y problemas de seguridad que operan en la ciudad, pero que funcionaría en toda Colombia”.
Uno de los alarmantes hallazgos fue la fuerte presencia de cultivos ilícitos que existen en los municipios cercanos a la capital del Valle del Cauca, entre esos, Jamundí. Además, tanto Cali como el departamento cuentan con graves problemas de desplazamiento de comunidades afro, microtráfico, pandillismo, inseguridad, presencia de grupos armados y delincuencia común.
Su ubicación geográfica
La condición geográfica de Cali, cerca al puerto de Buenaventura y con rutas que permiten conexiones terrestres y fluviales con el resto del departamento, facilita el tráfico ilícito de armas, precursores químicos y sustancias psicoactivas desde y hacia la ciudad. Según el informe, esto favorece al fortalecimiento de estructuras criminales a nivel regional y trasnacional.“Por ejemplo, en el caso particular del tráfico de cocaína desde el pacífico, el transporte se configura como la etapa más compleja de la cadena de valor pues, para este eslabón, se requiere una red criminal diversa que opere en diferentes puertos, de acuerdo con su capacidad logística”, se lee en el documento hecho por UNODC.
La zona montañosa del Cauca y la suroccidental de Nariño están referenciadas como unos de los sectores con mayor concentración de cultivos ilícitos en el país. En estos dos departamentos se concentran cuatro de los diez municipios con mayor cantidad de cultivos de coca de todo el territorio nacional:
Tumaco (Nariño) con 19.517 hectáreas sembradas de coca, que corresponden al 11% del total nacional.
El Charco y Barbacoas (Nariño) con 4.631 y 4.590 hectáreas, que corresponden cada una al 3% del total nacional.
El Tambo (Cauca) con 6.661 hectáreas que corresponde al 4%.
Estas son regiones de interés para los grupos armados ilegales que se disputan el control del territorio, las rutas y control de tráfico de estupefacientes. “Desde Cali operan estructuras delincuenciales de crimen organizado que tienen tentáculos en esas zonas del país. Por eso, el documento propone que Cali se convierta en la capital de lucha contra este crimen en todo el suroccidente colombiano”, dijo Villamizar.
En esta ciudad hacen presencia varios grupos ilegales: el Frente José María Becerra del Eln, disidencias de las Farc y el Epl, además de grupos armados organizados como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o el Clan del Golfo. Esto ha permitido que la situación en materia de seguridad en Cali sea un escenario complejo. En la ciudad confluyen diversos fenómenos asociados al crimen, la violencia e ilegalidad. A la luz de las conclusiones del documento, la Secretaría de Seguridad creó cuatro estrategias para combatir a las bandas delincuenciales:
Programa de inversión social de la violencia
A través del programa Territorios de Inclusión y Oportunidades (TIOS) focalizarán las inversiones sociales y priorizarán los puntos críticos de la ciudad afectados por la violencia y desigualdad. Esto con el fin de orientar a niños, niñas, adolescentes y adultos a fortalecer las iniciativas comunitarias para la prevención del delito en los territorios. Contará con el apoyo de la Subsecretaría Tios, Secretaría de Bienestar Social, de Cultura, entre otras.
Lucha contra el crimen organizado
En un trabajo articulado con la Sijín y Fiscalía se identificarán y se buscará desarticular las bandas criminales. Estas están ligadas a economías ilegales como el narcotráfico, el microtráfico, la extorsión y minería ilegal.
En el estudio se identificaron en el Valle del Cauca los siguientes grupos armados: “Los Pelusos” (Norte del Cauca y Sur del Valle del Cauca); “Casa del Valle” (Centro del Valle); “La Local” (Buenaventura); “Los Flacos” (Norte del Valle) y “Red Norte del Valle” (Norte Regional).
Para el caso de Cali se identificaron: “La Playita”, “Los Haitianos”, “Los del Sampe”, “La gallera”, “Los Vaqueros”, una estructura ubicada en la ciudad con impacto a nivel regional. Todas estas bandas fueron desarticuladas, según dijo el secretario de Seguridad de la ciudad.
“La capital del Valle del Cauca ha sido históricamente el epicentro de actividades ilícitas de gran impacto, vinculadas principalmente al narcotráfico, aunque de la misma forma ha sido receptora de los efectos de la violencia del conflicto ejercida en su territorio y en las regiones circundantes (Valle del Cauca, Cauca, y Nariño)”, se lee en el documento.
Delincuencia común
Esta línea acoge los delitos de menor monto, tales como hurtos, atracos y desorden público. La institución a cargo de esta tarea es la Policía, acompañado de los inspectores de esta institución y la alcaldía. Las autoridades identificaron que en el caso de hurto a personas sus modalidades de atraco son con arma de fuego, factores de oportunidad y atraco con arma blanca.
Enfoque poblacional
Va dirigido a atender feminicidios, líderes sociales, mujeres víctimas de la violencia sexual, agresiones cometidos contra la comunidad LGBTI y niños, niñas y adolescentes. De estos últimos se detectó la utilización de menores de edad por parte de las estructuras criminales para el tráfico de estupefacientes, cobro de extorsiones y hasta para cometer homicidios.
“Encontramos casos aberrantes como menores de edad que ya han cometido homicidios. La comunidad nos contó que existen niños sicarios”, dijo Villamizar
Desde la alcaldía se desarrolla el programa Tratamiento Integral de Pandillas Jóvenes Sin Fronteras dirigido a menores de edad y jóvenes en general. “Hemos logrado reducir los homicidios cometidos contra menores de edad en más de un 40 % y una reducción del más del 90 % en el contexto de pandillas”, dijo el secretario.
“Para que todo esto funcione es importante la articulación porque todas las entidades tienen que cumplir una tarea, pero si no se coordinan bien no vamos a ser efectivos, ni eficientes. El principal papel de la alcaldía y en particular de la Secretaría de Seguridad y Justicia es ser el articulador de todo el esfuerzo interinstitucional para lograr los cometidos”, explicó Villamizar.
La utilidad del documento
El informe técnico será la hoja de ruta de seguridad para la ciudad a mediano y largo plazo. De igual forma, permitirá que el próximo alcalde tenga insumos para la construcción de la estrategia de seguridad.Según Andrés Villamizar, este documento será socializado durante los dos meses de empalme con el nuevo alcalde y explicó que este deberá atender y enfrentar tres retos puntuales: hurtos, problemas de desorden social y convivencia, y homicidios. De este último, por ejemplo, hace cinco años, su tasa era de 84 por cada 100.000 habitantes, este año se espera cerrar en 43 por cada 100.000 habitantes.
“Actualmente, Cali dobla la tasa nacional de homicidios y la meta es que el alcalde que llegue lo deje por debajo de 20 por cada 100.000 habitantes en los próximos cuatro años”, indicó Villamizar.
El segundo desafío será combatir el hurto en la ciudad. Las dos modalidades más críticas son el robo de celulares y automóviles. De acuerdo con cifras del Observatorio de Seguridad de Cali, el hurto a celulares es un delito que ha presentado un aumento del 19 % durante el 2019, respecto al mismo periodo en 2018.
Las autoridades informaron que el hurto a vehículos durante el 2019 ha aumentad un 35% respecto al mismo periodo del año anterior. “La persistencia de este en la ciudad está relacionada con la posibilidad de generar beneficios económicos al comercializar el bien hurtado en el mercado ilegal”, indica el informe.
El desorden social y de convivencia será el tercer punto que deberá tratar el nuevo alcalde. Esta problemática está generando conflictos en los diversos barrios y comunas de Cali.
“Es importante destacar que el próximo alcalde ya tiene una hoja de ruta trazada y esperamos que este esfuerzo no se pierda para que Cali pueda seguir dándole continuidad a estas políticas de seguridad que realmente han tenido un impacto positivo”, finalizó el secretario de Seguridad.