El caso de Brenda Pájaro, mujer desaparecida hace un mes en Barranquilla

Hace tres días se cumplió un mes desde que Brenda Inés Pájaro Bruno, de 44 años, desapareció en el norte de Barranquilla. Desde el 25 de julio los familiares de la mujer han denunciado que no conocen su paradero después de que en el barrio Ciudad Jardín dejara a su hija en el centro de rehabilitación donde normalmente recibe atención dada la condición que padece.

Pájaro Bruno reside en el municipio de Soledad, en el barrio Costa Hermosa, con sus cuatro hijos (tres niñas y un niño), y se dedica a labores del hogar. Meriam, la menor de las tres niñas, sufre de parálisis cerebral y recibe atención en el Centro de estimulación, rehabilitación y aprendizaje “Sonrisa de esperanza”, a donde ese miércoles 25 de julio su madre la llevó hacia las 2:00pm.

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Estando allí, Brenda Pájaro solicitó que cuidaran a su hija por un momento mientras ella realizaba una diligencia en otro sector de la ciudad. Sin embargo, la mujer nunca regresó por su hija al centro de rehabilitación ni tampoco a su vivienda en Soledad. Desde ese día, familiares de la mujer emprendieron la búsqueda y han acudido insistentemente a las autoridades.

Su hija mayor, Gisella Durán, interpuso al día siguiente la denuncia de la desaparición de su madre ante la Policía en Barranquilla, quienes le manifestaron que debía esperar al menos 72 horas para reportar la desaparición. El protocolo de las autoridades obedece a que las personas que en un primer momento reportan como desaparecidas suelen aparecer en pocos días pues el hecho obedece a ausencias voluntarias.

Así quedó registrado en un reporte de un medio local que afirmaba que el Grupo Especializado en Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Fiscalía, en Barranquilla, puede recibir en un mes entre 15 y 20 denuncias por desapariciones, y que, en su gran mayoría, el motivo obedecería a que las personas salieron de su hogar de manera voluntaria por problemas u otro tipo de situaciones familiares.

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Sin embargo, para Álvaro Durán, primo hermano de Brenda Pájaro, hacer ese tipo de afirmación con respecto a su prima es ofensivo. Según le contó a El Espectador, el trato que de parte de las autoridades ha recibido el caso de Pájaro Bruno, ha trivializado la situación. Para él, resulta inaceptable la hipótesis de la partida voluntaria de la mujer pues ella se dedica exclusivamente al cuidado de sus hijos y particularmente de Meriam.

Precisamente con la menor de sus hijas debía viajar el jueves 26 de julio a Bogotá para continuar con el tratamiento que recibe la menor, y al que la madre logró acceder vía tutela, según relata Durán.

Entre tanto, las hermanas mayores de Meriam, Gisella (22) y Linda (18), han asumido el cuidado de la menor a la par que lideran la búsqueda de su madre. Durán denuncia que la labor de las autoridades no ha sido la más adecuada y que no ha evidenciado una búsqueda profunda por parte de uniformados de la Policía.

Como agravante se presenta el hecho de que la desaparición de la mujer se produjo en medio de los Juegos Centroamericanos y del Caribe que para entonces se desarrollaban en Barranquilla, lo cual pudo haber causado que las unidades de Policía estuvieran destinadas a custodiar las actividades relacionadas con la ceremonia. Lo anterior pues desde la Policía le han manifestado a la familia de Pájaro, que no han contado con las unidades suficientes para la búsqueda.

Este martes, unidades de la Policía hallaron en el sector de Miramar un cuerpo que pertenecería a una mujer y que tiene rastros de cerca de 30 días de descomposición. Aunque el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Mariano Botero, aseguró que es prematuro afirmar que sea el cuerpo de Brenda Pájaro, sus familiares temen que sea así.

En la rueda de prensa que hizo el general a propósito del hallazgo del cuerpo, Botero señaló que referente al caso de la mujer, las autoridades no han cesado ni un día las labores de búsqueda en la ciudad.

Hace tres días se cumplió un mes desde que Brenda Inés Pájaro Bruno, de 44 años, desapareció en el norte de Barranquilla. Desde el 25 de julio los familiares de la mujer han denunciado que no conocen su paradero después de que en el barrio Ciudad Jardín dejara a su hija en el centro de rehabilitación donde normalmente recibe atención dada la condición que padece.

Pájaro Bruno reside en el municipio de Soledad, en el barrio Costa Hermosa, con sus cuatro hijos (tres niñas y un niño), y se dedica a labores del hogar. Meriam, la menor de las tres niñas, sufre de parálisis cerebral y recibe atención en el Centro de estimulación, rehabilitación y aprendizaje “Sonrisa de esperanza”, a donde ese miércoles 25 de julio su madre la llevó hacia las 2:00pm.

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Estando allí, Brenda Pájaro solicitó que cuidaran a su hija por un momento mientras ella realizaba una diligencia en otro sector de la ciudad. Sin embargo, la mujer nunca regresó por su hija al centro de rehabilitación ni tampoco a su vivienda en Soledad. Desde ese día, familiares de la mujer emprendieron la búsqueda y han acudido insistentemente a las autoridades.

Su hija mayor, Gisella Durán, interpuso al día siguiente la denuncia de la desaparición de su madre ante la Policía en Barranquilla, quienes le manifestaron que debía esperar al menos 72 horas para reportar la desaparición. El protocolo de las autoridades obedece a que las personas que en un primer momento reportan como desaparecidas suelen aparecer en pocos días pues el hecho obedece a ausencias voluntarias.

Así quedó registrado en un reporte de un medio local que afirmaba que el Grupo Especializado en Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Fiscalía, en Barranquilla, puede recibir en un mes entre 15 y 20 denuncias por desapariciones, y que, en su gran mayoría, el motivo obedecería a que las personas salieron de su hogar de manera voluntaria por problemas u otro tipo de situaciones familiares.

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Sin embargo, para Álvaro Durán, primo hermano de Brenda Pájaro, hacer ese tipo de afirmación con respecto a su prima es ofensivo. Según le contó a El Espectador, el trato que de parte de las autoridades ha recibido el caso de Pájaro Bruno, ha trivializado la situación. Para él, resulta inaceptable la hipótesis de la partida voluntaria de la mujer pues ella se dedica exclusivamente al cuidado de sus hijos y particularmente de Meriam.

Precisamente con la menor de sus hijas debía viajar el jueves 26 de julio a Bogotá para continuar con el tratamiento que recibe la menor, y al que la madre logró acceder vía tutela, según relata Durán.

Entre tanto, las hermanas mayores de Meriam, Gisella (22) y Linda (18), han asumido el cuidado de la menor a la par que lideran la búsqueda de su madre. Durán denuncia que la labor de las autoridades no ha sido la más adecuada y que no ha evidenciado una búsqueda profunda por parte de uniformados de la Policía.

Como agravante se presenta el hecho de que la desaparición de la mujer se produjo en medio de los Juegos Centroamericanos y del Caribe que para entonces se desarrollaban en Barranquilla, lo cual pudo haber causado que las unidades de Policía estuvieran destinadas a custodiar las actividades relacionadas con la ceremonia. Lo anterior pues desde la Policía le han manifestado a la familia de Pájaro, que no han contado con las unidades suficientes para la búsqueda.

Este martes, unidades de la Policía hallaron en el sector de Miramar un cuerpo que pertenecería a una mujer y que tiene rastros de cerca de 30 días de descomposición. Aunque el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Mariano Botero, aseguró que es prematuro afirmar que sea el cuerpo de Brenda Pájaro, sus familiares temen que sea así.

En la rueda de prensa que hizo el general a propósito del hallazgo del cuerpo, Botero señaló que referente al caso de la mujer, las autoridades no han cesado ni un día las labores de búsqueda en la ciudad.