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A 56 subió la cifra de muertos por el incendio registrado hace casi un mes en la cárcel de Tuluá, Valle del Cauca. Juan David Ceballos, quien era uno de los reclusos sobrevivientes, falleció en el hospital Tomás Uribe tras recibir atención médica en UCI. El joven presentó problemas respiratorios por la inhalación de humo y gases.
Entretanto, se conoció que la familia del interno adelanta un proceso penal contra el Ministerio de Justicia y el Inpec, por presunta negligencia. Cuestionan el nivel de hacinamiento del centro de reclusión, así como el proceso de evacuación de los presos en el momento en el que se presentó la conflagración.
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“Fue trasladado a piso varias veces por una aparente evolución, fue remitido a la ciudad de Cali para la realización de una resonancia magnética en su cerebro y arrojó secuelas neurológicas, trauma craneoencefálico y problemas de desnutrición severa. Después de luchar, pierde la vida”, señaló Jhonatan Velásquez, abogado de la familia de Ceballos.
Tras la muerte del joven, son cuatro los reclusos que permanecen hospitalizados en centros médicos de Tuluá y Cali, y otros dos están en cuidados intensivos.
¿Qué ocurrió en la cárcel de Tuluá?
Desde el primer día, tanto el director del Inpec, Tito Castellanos, como el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, deslegitimaron las versiones que indicaban un motín e indicaron que todo habría comenzado por una riña entre internos, que prendieron fuego a colchonetas.
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De la pelea se cree que era una disputa por el poder entre alias Brai, quien había llegado hace poco a la cárcel y Miller, quien tenía el control. En medio de la noche el grupo del primero rompió las planchas de concreto que servían de cama y comenzaron a lanzar trozos contra el otro bando, que al parecer respondió de la misma forma, por lo que intentaron escudarse con los colchones.
Por su parte, el teniente Azarías Hincapié, comandante de Bomberos de Tuluá, resaltó que en el sitio ya se habían presentado tres incendios, pero a diferencia de este, las emergencias habían sido en el día y los reclusos se encontraban en otros espacios.
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Cuando ocurrieron los hechos, se pusieron en duda los protocolos de evacuación, así como la falta de un sistema antiincendios, debido a que el pabellón ocho, donde se presentó la tragedia, se construyó hace más de 60 años.