Mesas de diálogo en Cali: primeros acuerdos sobre garantías para la protesta
Líderes de la Unión de Resistencia Cali (URC), el colectivo que representa a los jóvenes que protestan desde el 28 de abril en esa ciudad, alcanzaron este 25 de mayo los primeros acuerdos con la Alcaldía y la Gobernación del Valle, en la mesa de diálogo instalada a instancias del ministerio público, la iglesia católica y organismos internacionales. Habrá una comisión de derechos humanos que verifique las denuncias de abuso policial durante las protestas.
En busca de una solución a la crisis social desatada durante el último mes en el Valle del Cauca, como consecuencia de los bloqueos y algunos actos de vandalismo así como de las masivas protestas ciudadanas, en Cali se adelantan mesas de diálogo entre manifestantes y autoridades para llegar a acuerdos que pongan fin a las tensiones del último mes. Este lunes 25 de mayo en la madrugada el gobierno regional y los manifestantes llegaron a tres acuerdos con el objetivo de generar garantías para la protección del derecho fundamental a la manifestación pacífica.
En estas mesas de diálogo estuvieron presentes varios actores políticos y ciudadanos. El alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina, miembros de la Unión Resistencia Cali (URC), la Gobernación del Valle del Cauca, el ministerio público, organismos internaciones y hasta representantes de la iglesia, fueron los principales actores de estas reuniones.
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“Tenemos que entender que el dialogo es la respuesta a un fenómeno social y político como el que hemos tenido, y necesitamos consolidarlo entre todos para poder seguir en flexibilización, pero ante todo en encontrar respuestas estructurales a la problemática existente”, aseguró Jorge Iván Ospina en el inicio de las conversaciones.
Después de la reunión, integrantes de cada una de las instituciones dieron a conocer los tres puntos a los que se llegó en estas mesas de diálogo. En primer lugar, acordaron avanzar en las garantías para ejercer el derecho constitucional a la protesta social y pacífica, con el fin de que no ocurran hechos de violencia durante las movilizaciones. También se dará inicio a la construcción de agendas culturales y pedagógicas que permitan establecer la importancia de que las manifestaciones sean en paz.
El tercer y último punto es la conformación “de la comisión de derechos humanos con el fin de esclarecer los diferentes hechos acontecidos en el marco de la protesta, a su vez considerar oportuno avanzar en la propuesta de generar programas de protección a quienes tienen en riesgo su vida en razón de su actividad política en el marco del paro nacional desde el 28 de abril de 2021″.
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“No ha sido fácil la unidad de criterios, pero teniendo en cuenta las peticiones que tiene cada punto de resistencia, se ha venido fortaleciendo en un solo consenso y hemos podido llegar a acuerdos importantes como el respeto y reconocimiento del pueblo, la construcción de mesas de diálogos para el análisis de muchas situaciones y la creación de la unión entre la institucionalidad y los jóvenes”, dijo Carlos González, miembro de la URC.
El padre Dagoberto Cárdenas Artunduaga, se refirió a estos acuerdos como algo alentador y esperanzador para la ciudad y aseguró que los diálogos demuestran que es posible seguir caminando entre todos en el marco de la protesta social. Además sentenció que lo más importante de este momento es unir fuerzas para movilizarse por la vida, flexibilizar los puntos de resistencia que hay en Cali y fortalecer la dinámica de reivindicación de los derechos humanos.
En busca de una solución a la crisis social desatada durante el último mes en el Valle del Cauca, como consecuencia de los bloqueos y algunos actos de vandalismo así como de las masivas protestas ciudadanas, en Cali se adelantan mesas de diálogo entre manifestantes y autoridades para llegar a acuerdos que pongan fin a las tensiones del último mes. Este lunes 25 de mayo en la madrugada el gobierno regional y los manifestantes llegaron a tres acuerdos con el objetivo de generar garantías para la protección del derecho fundamental a la manifestación pacífica.
En estas mesas de diálogo estuvieron presentes varios actores políticos y ciudadanos. El alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina, miembros de la Unión Resistencia Cali (URC), la Gobernación del Valle del Cauca, el ministerio público, organismos internaciones y hasta representantes de la iglesia, fueron los principales actores de estas reuniones.
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Después de la reunión, integrantes de cada una de las instituciones dieron a conocer los tres puntos a los que se llegó en estas mesas de diálogo. En primer lugar, acordaron avanzar en las garantías para ejercer el derecho constitucional a la protesta social y pacífica, con el fin de que no ocurran hechos de violencia durante las movilizaciones. También se dará inicio a la construcción de agendas culturales y pedagógicas que permitan establecer la importancia de que las manifestaciones sean en paz.
El tercer y último punto es la conformación “de la comisión de derechos humanos con el fin de esclarecer los diferentes hechos acontecidos en el marco de la protesta, a su vez considerar oportuno avanzar en la propuesta de generar programas de protección a quienes tienen en riesgo su vida en razón de su actividad política en el marco del paro nacional desde el 28 de abril de 2021″.
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“No ha sido fácil la unidad de criterios, pero teniendo en cuenta las peticiones que tiene cada punto de resistencia, se ha venido fortaleciendo en un solo consenso y hemos podido llegar a acuerdos importantes como el respeto y reconocimiento del pueblo, la construcción de mesas de diálogos para el análisis de muchas situaciones y la creación de la unión entre la institucionalidad y los jóvenes”, dijo Carlos González, miembro de la URC.
El padre Dagoberto Cárdenas Artunduaga, se refirió a estos acuerdos como algo alentador y esperanzador para la ciudad y aseguró que los diálogos demuestran que es posible seguir caminando entre todos en el marco de la protesta social. Además sentenció que lo más importante de este momento es unir fuerzas para movilizarse por la vida, flexibilizar los puntos de resistencia que hay en Cali y fortalecer la dinámica de reivindicación de los derechos humanos.