La historia de la abuela que intentaron desalojar y por la que Petro intervino

De acuerdo con la Alcaldía de Cali, el proceso judicial se viene realizando desde el 2022.

Foto: Archivo Particular

Toda una polémica se desató ante el intento de desalojo de Inocencia Amaya, una mujer de 80 años, que vive en el barrio Boyacá de Cali, hasta donde llegaron las autoridades, el pasado 24 de abril, para sacarla del lugar, pese a los intentos de la misma mujer y sus vecinos de disuadir a los encargados del procedimiento, debido a que la abuela no tiene quien le ayude ni otro lugar para vivir.

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En videos difundidos a través de redes sociales se pueden ver los intentos de Amaya por impedir que un cerrajero abriera la puerta de la vivienda. Hasta tranca la entrada con un palo para impedir que los policías y funcionarios de la alcaldía ingresen, mientras los vecinos alrededor intentan mediar con quienes realizaban el procedimiento.

La historia llegó hasta el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien señaló en su cuenta de X: “Un revolucionario es el que no se calla ante la injusticia en ninguna parte del mundo. Le pido a Minvivienda ayudar a esta abuela del Valle del Cauca”.

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Ante esto, la ministra de Vivienda, Catalina Velazco, le respondió: “de inmediato, Presidente Gustavo Petro. Nos duele el sufrimiento de la gente. El Ministerio de Vivienda estará al frente para acompañar y solucionar la situación de la señora Inocencia”.

De acuerdo con la Alcaldía de Cali, el proceso judicial contra Inocencia Amaya se viene desarrollando desde el 2022, luego de que los propietarios de la vivienda denunciaron que la mujer no estaba pagando el arriendo del inmueble.

Sin embargo, la historia va mucho más allá, según Franci Mejía, de la Fundación de la Bendición de Roy, que ha acompañado a Amaya en el proceso, “este es un caso que ya viene desde mucho tiempo atrás. Esto es una herencia que la mamá le dejó a dos abuelitas, a dos hermanas, y, bueno, esto ha tenido una trayectoria impresionante, esto es una violencia patrimonial, una violencia económica con la abuelita”.

Inocencia Amaya llegó a la vivienda en 1995 para cuidar de su amiga Inés Sánchez, quien era la propietaria de la vivienda. Cuando ella murió, Amaya se quedó viviendo en la casa. Sin embargo, esto generó un problema con los familiares de la difunta, que desde ese momento han tratado de reclamar la vivienda en múltiples ocasiones.

Ante el mensaje del presidente Gustavo Petro, Inocencia Amaya señaló que “si él me quiere ayudar, si al señor le da ese corazón querer ayudarme, que me deje pasar ahí mis últimos años”.

Por su parte, la Personería Distrital de Santiago de Cali indicó que “hizo acompañamiento para garantizar que sus derechos fueran respetados y se cumpliera con el debido proceso conforme a la Ley. Además, el ente de control solicitó a Bienestar Cali realizar el apoyo psicosocial y brindarle garantías de su traslado a un hogar geriátrico, donde pueda continuar una vida digna”.