Lo que está en juego con la creación de nuevas áreas metropolitanas
Este fin de semana se harán dos consultas, una en Caquetá y otra en Cauca y Valle, para conformar las áreas metropolitanas del Suroccidente y del Piedemonte Amazónico. Esto es lo que hay sobre la mesa.
Mónica Rivera Rueda
Alrededor de 2,5 millones de personas tendrán la posibilidad de ir a las urnas, el próximo domingo 24 de noviembre, para determinar si se crea o no el área metropolitana del Suroccidente Colombiano (AMSO) y el área metropolitana del Piedemonte Amazónico (AMPA). Detrás de cada proyecto hay una serie de intereses locales, por los que se han unido fuerzas de distintos sectores para decirle a las consultas si o no, pero ¿qué hay detrás de la conformación de estas figuras?
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Alrededor de 2,5 millones de personas tendrán la posibilidad de ir a las urnas, el próximo domingo 24 de noviembre, para determinar si se crea o no el área metropolitana del Suroccidente Colombiano (AMSO) y el área metropolitana del Piedemonte Amazónico (AMPA). Detrás de cada proyecto hay una serie de intereses locales, por los que se han unido fuerzas de distintos sectores para decirle a las consultas si o no, pero ¿qué hay detrás de la conformación de estas figuras?
Hablar de integraciones regionales va más allá de crear una nueva entidad en la que todos pongan plata o de una autoridad superior a las alcaldías de los municipios que las integran. Aunque unirse consiste en tomar decisiones conjuntas sobre puntos en común, su necesidad se puede evidenciar con hechos cotidianos.
Por ejemplo, Mateo vive en Jamundí, Valle del Cauca, pero estudia en la universidad del Valle, que queda en Cali, por lo que cada mañana sale de su casa y se dirige a la ciudad, donde además come y desarrolla toda su vida personal. Por otro lado, los hinchas del deportivo Cali van a ver a su equipo jugar de local al estadio de Palmaseca, que queda en Palmira, mientras que quienes suben a los Farallones van a recorrer la zona rural del municipio de Dagua.
En principio se diría que son municipios que crecieron cerca y terminaron casi que uniéndose, como ocurre entre Cali y Yumbo, donde se presenta una conurbación (han crecido tanto que no se ven claramente los límites de las zonas urbanas), y por eso la gente termina viviendo entre los dos municipios, pero también se trata de municipios que comparten otro tipo de intereses ya sean ambientales, o económicos, como el que hay entre la capital valluna y el municipio de Puerto Tejada, en Cauca, que tiene mayor conectividad con esta ciudad que con la capital de su departamento, que es Popayán.
En Caquetá, aunque los municipios no están tan cerca, se habla de una integración turística y de trabajar conjuntamente para la construcción de vivienda, ante el déficit que se registra en Florencia, por lo que en términos generales, las integraciones se piensan para trabajar de la mano en temas que lo conectan y puedan mejorar la vida de sus habitantes, como arreglar o construir las vías, crear un nuevo sistema conjunto de movilidad, así como unir esfuerzos ambientales, entre otro temas.
En términos generales, las áreas metropolitanas, que se regulan por la Ley 1625 de 2013, se definen como esquemas de colaboración que deben estar conformados por dos o más municipios alrededor de la capital de un departamento, que en este caso son Florencia y Cali. En ambos, los proyectos han sido promovidos por los mandatarios de estas ciudades, quienes han decido continuar con los avances de sus antecesores, quienes comenzaron los procesos en 2022. Se puede decir que la consulta de este domingo es el último paso para consolidar la conformación de las dos áreas metropolitanas. En los dos casos se requiere que salga a votar más del 5 % de la población y que la mayoría vote por el sí, pero acá hay que separar las dos propuestas, dado que han andado por caminos distintos.
En Caquetá priorizan la construcción de vivienda y el ecoturismo
El proceso del AMPA inició en 2022, bajo el liderazgo de los exalcaldes Luis Antonio Ruiz de Florencia, Pablo Emilio Zapata de La Montañita y Hernán Flórez Cuellar de Morelia, quienes hicieron los estudios técnicos y llevaron el proyecto al Congreso, donde fue aprobado por la Comisión de Ordenamiento Territorial.
“Con la creación de esta área metropolitana se abre la puerta del progreso a estos municipios del piedemonte amazónico, que no perderán su autonomía, al mostrar sus hermosos paisajes naturales que hoy viven las consecuencias del posconflicto”, indicó en su momento el senador Marcos Daniel Pineda García, quien expuso la ponencia positiva.
Su afirmación va muy de la mano a lo que aspiraban los exmandatarios, quienes hablaban como hechos metropolitanos (los temas que trabajarán en conjunto las alcaldías) de desarrollo económico e impulsar el turismo, mejorar el transporte y fortalecer la planeación urbana para responder al déficit de vivienda, especialmente de Florencia.
Parte de este discurso lo ha mantenido el actual alcalde de la ciudad, Marlon Monsalve, quien ha agregado que con la integración también buscarían fortalecer la conservación ambiental, el saneamiento básico y plantear la conformación de la Policía Metropolitana.
“El objetivo es superar ese déficit que tenemos en materia de vivienda, ese es uno de los hechos metropolitanos. También fortalecer la gestión ambiental, promover proyectos de restauración ecológica, de saneamiento de las cuencas, porque no solo tenemos problemas viales sino también del saneamiento de la quebrada La Perdiz, La Yuca y El Dedo. Necesitamos poder gestionar recursos para poder recuperar las aguas de los ríos de Florencia”, aseguró Monsalve esta semana en diálogo con varios medios, en el que añadió que se requiere mayor inversión para volver a impulsar el ecoturismo.
Monsalve cuenta con el apoyo de la gobernación de Caquetá y hasta grabó un mensaje desde la COP16 en Cali con la ministra de Ambiente Susana Muhammad, en el que ella apoya la creación del área metropolitana, pero el proyecto no ha sido tan bien visto por todo el mundo. En Florencia se han promovido tres comités del no al área metropolitana que han expuesto diferentes razones por las que creen que no es conveniente.
Por un lado, desde el Concejo, cabildantes como Álvaro Hernández cuestionan la procedencia de los recursos que permitirán el sostenimiento del área metropolitana, así como otros de los políticos hablan de la existencia de otras figuras como la Asociación de Municipios de Caquetá, en la que ya se unen esfuerzos para, con proyectos conjuntos, acceder a las regalías.
De igual forma, Eduardo Moya, quien fue candidato a la alcaldía de Florencia y es promotor de uno de los comités en contra del área metropolitana, añade que existen otras figuras como el Distrito Especial de Conservación para tratar los temas ambientales, y el Círculo Metropolitano de Ecoturismo, que crearon los mismos tres municipios, para fortalecer el sector que se vio afectado tras la pandemia.
El político asegura que la Registraduría no siguió el debido proceso al citar la consulta sin que esta hubiera sido convocada por los municipios, por lo que pidió medidas cautelares al proceso, pero al final un juzgado de Florencia declaró improcedente la acción judicial.
Además, Moya ha estado promoviendo un documento en el que resumen los 15 argumentos para no apoyar el área metropolitana y que incluyen las malas condiciones en la prestación de los servicios públicos y el transporte en la ciudad; la falta de atractivos tributarios que motiven la inversión en la zona, los atrasos en la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial, que no se actualiza desde el 2000, duplicidad en funciones, falencias en los estudios técnicos y asegura que hasta podrían aumentar los impuestos.
Sobre este último argumento, que también se ha discutido en el área metropolitana del Suroccidente, Mildred Arias, integrante del grupo de Investigación Derecho, Sociedad y Estado de la Universidad del Valle, asegura que ese es uno de los temores más grandes en un país donde es recurrente la corrupción. En este caso, asegura, se debe confiar en los mandatarios, ya que si bien pueden optar por obtener recursos para financiar las áreas metropolitanas de impuestos, han dicho que no será así.
“En este orden no habrá lugar a imponer nuevos impuestos, porque no son decisiones que estén solo en las manos de las juntas metropolitanas. Deberán pasar por los concejos para ser aprobadas, es decir, para que aparezca un nuevo impuesto, el alcalde debe estar dispuesto a promoverlo y el concejo municipal a aprobarlo”.
El río Cauca une a los municipios del suroccidente
Cali busca conformar su área metropolitana con los municipios de Candelaria, Jamundí, Dagua y Palmira, en Valle del Cauca, y en Puerto Tejada y Villa Rica, en Cauca. Al igual que el proyecto del piedemonte, se viene gestando desde la administración pasada y cuenta con el apoyo del actual mandatario de Cali, Alejandro Eder.
“Los temas comunes inicialmente identificados vienen de la necesidad de mejorar la capacidad en seguridad de los siete municipios y la dificultad que viven a diario los habitantes cuando se quieren movilizar entre estos, ya sea público o privado”, dijo Alexander Durán, quien es asesor de la alcaldía y uno de los encargados de socializar el proyecto de área metropolitana.
En este caso a los siete municipios, a excepción de Dagua, los une el río Cauca, por lo que dentro de los hechos metropolitanos que ya se ha expuesto, se le ha dado prioridad al manejo del río y el tratamiento de las aguas que se vierten desde los municipios del departamento del Cauca.
De igual forma, entre los proyectos que más llama la atención a la ciudadanía está la coordinación de estrategias de seguridad, ante las condiciones que atraviesa la región por cuenta de la presencia de actores armados, y la articulación del sistema de movilidad, lo que se traduce en la extensión de rutas del sistema integrado de Cali, la organización de los medios de transporte intermunicipales y el mejoramiento de sus vías.
Sumado a eso, Mildred Arias, asegura que desde los territorios también están interesados en lo que se pueda avanzar en educación y salud, dado que muchos de los estudiantes viajan a Cali para acceder a instituciones, mientras que en algunos municipios solo cuentan con puestos de salud de bajo nivel. “También les interesa el manejo de los residuos sólidos, que preocupa muchísimo a los pequeños municipios, el acceso a los servicios públicos y sin duda el transporte, porque temen que desaparezcan los medios de transporte tradicionales, ya que somos municipios donde tenemos mucha informalidad en la movilidad”.
A la par, para Diego Hau, secretario de Gobierno de Cali, “este modelo permitirá diseñar, invertir y ejecutar proyectos de forma coordinada y oportuna, asegurando su continuidad más allá de los límites político-administrativos y los periodos electorales. Esto facilitará iniciativas en áreas como movilidad, servicios públicos, medio ambiente, cultura y deporte, entre otros”. Si bien todos parecen estar de acuerdo, desde los municipios varios de los mandatarios han preferido mantenerse al margen de las campañas a favor o en contra de la integración, mientras que la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, ha sostenido que nada tiene que ver en la discusión.
Otra postura ha tenido el alcalde de Palmira, Víctor Manuel Ramos, quien públicamente ha promovido en no al área metropolitana, a tal punto que hasta envió una solicitud a la Registraduría para que su municipio no entrara dentro de la consulta popular de este domingo. La petición se negó.
Son varias las justificaciones que ha dado el mandatario sobre la nueva integración. Primero señaló que en el empalme con el anterior alcalde no se trató el tema, así como ha argumentado que Palmira perdería independencia y que el municipio no necesitaría integrarse con otros, dado que ha tenido varios desarrollos en los últimos años, lo que lo hace importante en la región. “Esta es una ciudad que lo tiene todo, una ciudad uninodal, aquí tenemos todos los recursos y gente echada para adelante. Palmira no tiene nada que envidiarle a las grandes ciudades, tenemos dos zonas francas, parques industriales, el banco de semillas más importante del mundo, el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y una zona hídrica importantísima”, ha indicado el mandatario Víctor Ramos.
Sobre esto, el congresista Duvalier Sánchez, quien ha hecho oposición a la gobernación del Valle asegura que lo que hay son intereses políticos atravesados, “cada quien quiere administrar su pedacito y no pensar de forma colectiva. Todos hemos visto como de manera ejemplar el área metropolitana del Valle del Aburrá ha permitido que muchos municipios alrededor de Medellín se vean beneficiados, entonces, ¿por qué no hacemos lo que ellos hicieron hace varias décadas? Por la mezquindad de los intereses políticos, donde no quieren autoridades ambientales que les quiten presupuestos a la CVC (Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca)”.
Por esto mismo, Arias señala que este tipo de posturas termina incidiendo en las decisiones de los habitantes de estos municipios terminen tomando. “Los alcaldes electos tienen una gran incidencia y si se suma que si hay personajes públicos dando información bajo esa misma postura, las poblaciones no tienen más herramientas para informarse”.
Aunque es baja la participación que deben conseguir los mandatarios en las consultas, la experta añade que en estas votaciones igual será importante evaluar el abstencionismo, dado que muchos de los potenciales votantes no se han podido informar sobre lo que ocurrirá este fin de semana con las áreas metropolitanas, especialmente en los municipios, lo que también demuestra el desinterés, pero que terminará siendo clave en la sociabilización de lo que ahora viene en la conformación de estas nuevas figuras.