Soldado colombiano suplantó la identidad de su vecino durante 20 años

De no creer. Durante 20 años un hombre suplantó la identidad de su vecino, se casó, tuvo hijos que heredaron el apellido falso y, en ese mismo lapso, fue soldado del Ejército Nacional. El insólito caso ocurrió en La Ciénaga, Magdalena.

El protagonista de esta historia es el cienaguero Rafael Pájaro Cano quien, en las últimas horas, fue capturado por la Fiscalía General de la Nación tras conocer que a lo largo de dos décadas se identificó como Yeimis Martínez De León.

Por tanto, uniformados del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y el Ejército llegaron hasta el barrio El Poblado, ubicado al oriente de La Ciénaga, para legalizar la captura. Vecinos del sector quedaron perplejos al saber que este hombre en realidad se llamaba Rafael y no Yeimis.

Pero ¿cómo lo hizo? Según la investigación de la Dirección Seccional de Fiscalía del Magdalena, Pájaro fue soldado voluntario del Batallón Contraguerrillas N° 26 Arhuacos, adscrito a la Segunda Brigada del Ejército, pero en el año 1996 fue destituido por inasistencia del servicio.

Dos años más tarde, en su afán de volver a la institución, “hurtó la billetera con la identificación personal de su vecino Martínez de León, quien por esos mismos años se radicó en Venezuela”, según informó la Fiscalía.

Con esta nueva identidad realizó los debidos trámites y, en 1998, ingresó nuevamente a las filas de las Fuerzas Militares como soldado voluntario. Se casó y tuvo hijos a quienes bautizó con el apellido ajeno, es decir Martínez.

Como un uniformado más, recibió todos los beneficios sociales que otorga el Ejército por servicio prestado y, tras 20 años de labor, inició los trámites para reclamar su pensión. Pero ahí acabó su racha, las autoridades descubrieron la ilegalidad en su identidad.

El engaño fue tal, que ni siquiera la esposa del acusado sabía de su verdadera identidad. En diálogo con El Heraldo, la mujer indicó que se encuentra sorprendida, pero no por lo que hizo su esposo, sino porque, justo cuando él solicitó la pensión, el Ejército devela el caso.

“Independientemente del engaño, él le sirvió a la Patria y arriesgó su vida como soldado; pero ahora, además de estar preso podría no recibir la pensión que se ganó después de todo este tiempo”, expresó la mujer.

Finalmente, el hombre aceptó los cargos ante un juez que le impuso medida de aseguramiento con detención domiciliaria. Se le imputaron los delitos de obtención de documento público falso, fraude procesal y uso de documento público falso.

No obstante, el caso deja varios interrogantes. Entre ellos, cómo durante tanto tiempo Pájaro puso su huella dactilar en todos los documentos sin que se descubriera el engaño. La investigación continúa.  

De no creer. Durante 20 años un hombre suplantó la identidad de su vecino, se casó, tuvo hijos que heredaron el apellido falso y, en ese mismo lapso, fue soldado del Ejército Nacional. El insólito caso ocurrió en La Ciénaga, Magdalena.

El protagonista de esta historia es el cienaguero Rafael Pájaro Cano quien, en las últimas horas, fue capturado por la Fiscalía General de la Nación tras conocer que a lo largo de dos décadas se identificó como Yeimis Martínez De León.

Por tanto, uniformados del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y el Ejército llegaron hasta el barrio El Poblado, ubicado al oriente de La Ciénaga, para legalizar la captura. Vecinos del sector quedaron perplejos al saber que este hombre en realidad se llamaba Rafael y no Yeimis.

Pero ¿cómo lo hizo? Según la investigación de la Dirección Seccional de Fiscalía del Magdalena, Pájaro fue soldado voluntario del Batallón Contraguerrillas N° 26 Arhuacos, adscrito a la Segunda Brigada del Ejército, pero en el año 1996 fue destituido por inasistencia del servicio.

Dos años más tarde, en su afán de volver a la institución, “hurtó la billetera con la identificación personal de su vecino Martínez de León, quien por esos mismos años se radicó en Venezuela”, según informó la Fiscalía.

Con esta nueva identidad realizó los debidos trámites y, en 1998, ingresó nuevamente a las filas de las Fuerzas Militares como soldado voluntario. Se casó y tuvo hijos a quienes bautizó con el apellido ajeno, es decir Martínez.

Como un uniformado más, recibió todos los beneficios sociales que otorga el Ejército por servicio prestado y, tras 20 años de labor, inició los trámites para reclamar su pensión. Pero ahí acabó su racha, las autoridades descubrieron la ilegalidad en su identidad.

El engaño fue tal, que ni siquiera la esposa del acusado sabía de su verdadera identidad. En diálogo con El Heraldo, la mujer indicó que se encuentra sorprendida, pero no por lo que hizo su esposo, sino porque, justo cuando él solicitó la pensión, el Ejército devela el caso.

“Independientemente del engaño, él le sirvió a la Patria y arriesgó su vida como soldado; pero ahora, además de estar preso podría no recibir la pensión que se ganó después de todo este tiempo”, expresó la mujer.

Finalmente, el hombre aceptó los cargos ante un juez que le impuso medida de aseguramiento con detención domiciliaria. Se le imputaron los delitos de obtención de documento público falso, fraude procesal y uso de documento público falso.

No obstante, el caso deja varios interrogantes. Entre ellos, cómo durante tanto tiempo Pájaro puso su huella dactilar en todos los documentos sin que se descubriera el engaño. La investigación continúa.