Publicidad

11 de noviembre en Cartagena: 209 años del acta independentista

Entre 1501 y 1502, Rodrigo de Bastidas, navegante español conocido por esclavizar a centenares de indígenas en Cartagena y por fundar Santa Marta, recorrió la costa colombiana y, al norte, casi en la esquina del país, encontró la bahía de lo que hoy conocemos como Cartagena. 309 años después la ciudad declaró su independencia. Este 11 de noviembre la conmemoración como la conocemos fue suspendida por décima vez en la historia, esta vez debido a la emergencia sanitaria, económica y social ocasionada por el coronavirus.

Douglas Badel y María José Pereira
11 de noviembre de 2020 - 09:46 p. m.
El 14 de enero 1533, Pedro Heredia, con un ejército conformado por 300 hombres, tomó Cartagena y estableció la fundación de la ciudad. 278 años después el pueblo de Cartagena firmó su acta de independencia.
El 14 de enero 1533, Pedro Heredia, con un ejército conformado por 300 hombres, tomó Cartagena y estableció la fundación de la ciudad. 278 años después el pueblo de Cartagena firmó su acta de independencia.
Foto: Getty Images.

El 11 de noviembre de 1811, hace 209 años, 21 hombres firmaron el acta de independencia en el Palacio de Gobierno de Cartagena de Indias. El 14 de julio del año siguiente los cartageneros constituyeron la que sería la cuarta constitución dentro del territorio gobernado por el monarca español Fernando VII. 10 años después el virreinato de Nueva Granada desapareció como forma político-administrativa.

También le puede interesar: Así fue la inauguración del Gran Foro Mundial de Artes, Cultura, Creatividad y Tecnología

La declaración de independencia de los cartageneros fue un proceso de altas y bajas en el marco de un territorio contagiado de los rumores de libertad provenientes de Haití, donde se dio el primer movimiento revolucionario de Latinoamérica de 1791 a 1804; de la revolución de Estados Unidos en 1775 y de Francia en 1789 a 1799; y de las constituciones pactadas en las provincias de Socorro en 1810; y las de Tunja, Cundinamarca y Antioquia en 1811.

Rafael Acevedo, doctor en historia de la Universidad de los Andes, explicó que uno de los factores principales que propició el proceso de independencia fue la incertidumbre política causada por la noticia de que el rey en España estaba siendo arrinconado por las fuerzas napoleónicas que instauraron a José I Bonaparte, hermano de Napoleón, como el soberano de España. “A nivel local muchas de las provincias que hacen parte del virreinato empiezan a crear juntas de gobierno o juntas de gobierno peninsulares”, reseñó Acevedo.

El 29 de septiembre de 1910 el entonces presidente, periodista y empresario antioqueño, Carlos Restrepo, sancionó una ley en la que declaró la independencia de Cartagena el 11 de noviembre como fiesta nacional. La Ley Número 57 de 1910 sancionada por Restrepo surgió en medio de una discusión que se estaba desarrollando en la Cámara de Representantes acerca del reconocimiento del 11 de noviembre como un suceso nacional que debía incorporarse en el calendario festivo de la nación y en la memoria histórica del país.

En un registro de marzo de 1911, consignado en el diario Voz del Pueblo, manejado por la Sociedad de Artesanos de Cartagena se lee: “Fueron los artesanos de Cartagena los que en 1811, respaldaron con la entereza del valor cívico, el reto audaz, que el 11 de noviembre... lanzaron insignes patricios... Fueron los artesanos de Cartagena, los que en 1815 prefirieron morir al pie del reductor cañón... antes que rendir las armas... Fueron los artesanos de Cartagena, los que conducidos por Bolívar triunfaron en Cúcuta; hicieron la campaña de Venezuela”. Este texto se presentó como un reclamo que buscaba el reconocimiento del sacrificio de los artesanos para conformar lo que hoy conocemos como Colombia.

Un debate similar se está llevando a cabo a nivel local en la actualidad. Javier Ortiz Cassiani, Historiador de la Universidad de Cartagena, explicó en Negros y mulatos en Cartagena de Indias: memoria, olvido y búsqueda de reconocimiento cómo la historia y la memoria de la ciudad por mucho tiempo fue “radicalmente selectiva” en el sentido que muchos de los personajes de la época y los primeros académicos “seleccionaba y acentuaba lo blanco español, y se rechazaba y excluía lo negro” para presentar una versión intencionalmente selectiva de un pasado configurativo.

La historiadora Katherine Bonil, doctora en Historia de Johns Hopkins University, agregó que, “por mucho tiempo el rol de los sectores negros y mulatos fue reconocido como uno meramente militar, cuando en realidad estos grupos tenían un alto nivel de conciencia política. De hecho, fue gracias a la presión que ejercieron que la independencia se declaró tan rápido ya que para ese entonces la idea de independizarse era una noción bastante radical de la cual cual no todos los criollos estaban convencidos”.

En los mercados, en los desembarques del puerto, en las casas de los criollos, en las iglesias y en las milicias la presencia de personas negras en la ciudad era mayoritaria. Entre 1770 y 1809, Cartagena tenía un promedio de 520 trabajadores negros libres por año, según el historiador cartagenero Sergio Solano. Para finales del siglo XVIII los artesanos, libres o esclavizados, eran maestros de pintura, herreros, cerrajeros, armeros, y también trabajaban en tornería y motonería.

“Los negros como grupo poblacional mayoritario fueron determinantes en la independencia de Cartagena. Lo que se ha demostrado es que no fue solamente un hecho llevado a cabo por las élites criollas blancas, sino que también fue propiciado por la presión de los negros esclavizados y aquellos que adquirieron su libertad antes de abolirse la esclavitud en 1851”, afirma Bonil.

También le puede interesar: El día de Todos los Santos en el Cementerio Central

Pedro Romero era un “artesano con ascendientes familiares de color, quien tuvo un papel político destacado durante la primera república del Estado de Cartagena de Indias (1811-1815)”, según el historiador de la Universidad de Cartagena, Sergio Solano. Romero era uno de los líderes de las fuerzas militares conocidas como los Pardos. Él fue uno de los contactados por los criollos, liderados por los hermanos German y Gutiérrez de Piñeres, el 11 de noviembre en el tradicional barrio Getsemaní. En esa reunión se concluyó que la independencia de España era inminente. En ese sentido, se movilizaron en gran número hasta donde se encontraba la Junta de Gobierno y luego de un arduo debate con tintes violentos, se proclamó el acta de la independencia.

La independencia de Cartagena quedó registrada en la historia con las siguientes palabras consignadas en su acta: “(Cartagena) puede hacer todo lo que hacen y pueden hacer las naciones libres e independientes. Y para mayor firmeza y validez de esta, nuestra declaratoria, empeñamos solemnemente nuestras vidas y haciendas, jurando derramar hasta la última gota de nuestra sangre antes que faltar a tan sagrado comprometimiento”. 35 años después de firmada el acta de independencia, por orden del gobierno local en Cartagena se comenzó a conmemorar las fiestas de la independencia.

Para el historiador Rafael Acevedo la independencia de Cartagena juega un papel importante en la conformación de la República de Colombia. De manera especial, la Constitución de Cúcuta de 1821, con la cual se crea la Gran Colombia, utiliza un lenguaje similar al presente en la Constitución de 1812 de Cartagena. Asimismo, la noción del término ‘colombiano’ se construye con base a las ideas revolucionarias promulgadas en la independencia de Cartagena.

Este año la fiesta ha sido celebrada como la más importante en la ciudad. En ellas convergen las diferentes formas de expresión cultural y social de la historia de Cartagena. Los únicas ocasiones en que no se celebró fue durante la guerra de los Mil Días, durante cuatro años desde 1899 hasta 1903; en 1918 por la pandemia de la gripa española; en 1923 por la muerte de tres jóvenes el 13 de noviembre en medio de un mal manejo de pólvora; en 1943 por la muerte de Pedro Adan Brioschi, el primer Arzobispo de la Arquidiócesis de Cartagena; el 30 de octubre de 1965, por la explosión del mercado público en la que murieron al menos 50 personas, dejando en luto a la ciudad; y en 2004 cuando una fuerte temporada de lluvias dejó a más de 500 familias sin vivienda.

“Por medio de mesas ciudadanas logramos identificar tres valores que los cartageneros asocian con la conmemoración de la independencia para organizar nuestra programación acorde. El primero es el valor cívico, asociado a la importancia de nuestra ciudadanía y a su resiliencia frente los poderes imperiales. El segundo tiene que ver con lo histórico, y lo que significó para el país este hito, y el tercero es el elemento festivo que nos recuerda que somos un pueblo que con gozo celebra su libertad”, concluyó Saia Vergara, directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC).

Con la pandemia la apuesta de la administración actual fue trasladar la fiesta de la independencia de las calles a las casas. El distrito, en cabeza del IPCC, trabajó desde mayo en la planeación de la conmemoración que se compuso de 13 eventos virtuales protagonizados por 1.500 artistas locales y reconocidos académicos. Sin embargo, la programación inicial fue sometida a cambios ya que seis miembros del equipo realizador, incluyendo a la directora del IPCC, Saia Vergara, fueron diagnosticados con COVID-19 entre el 26 y 30 de octubre.

“La independencia fue un acto de valentía y patriotismo que le abrió la posibilidad al país de ser un estado soberano. Las fiestas son una forma de rendirle tributo a los que tuvieron el valor de luchar por la independencia, varios de los cuales pagaron con su vida. Les debemos eterna gratitud”, comentó el economista cartagenero Adolfo Meisel.

Por Douglas Badel

Por María José Pereira

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar