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Para el próximo viernes 27 de septiembre quedó programada la audiencia de imputación de cargos de Cristian Petro y Juan Fernando Soto, quienes previamente habían confesado el asesinato del reconocido ganadero Esteban Urueta y sus trabajadores Gerardo Marzola y Fredy Beleño. Los dos hombres fueron capturados el pasado fin de semana, dentro de un apartamento en Cartagena, donde se encontraban escondidos.
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Durante la legalización de captura, las autoridades indicaron que se realizaron interceptaciones telefónicas, se analizaron 600 horas de video, así como se hicieron sobrevuelos con drones sobre los tejados de Cartagena para dar con el paradero de los hombres, que poco después de confesar el crimen y de que se hallaron los cuerpos, quedaron en libertad ante las demoras en la expedición de la orden de captura.
Las autoridades lograron determinar que tras quedar libres, los hombres se desplazaron al barrio La Castellana, en Montería, donde se reunieron con un abogado. De allí viajaron a San Pelayo, Lorica y finalmente a Cartagena. Allí consiguieron un apartamento en el barrio Nuevo Bosque, que fue arrendado por un familiar de la pareja de Cristian Petro.
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“Paso a paso revisamos las vías que ellos utilizaron y se fueron desplazando, lo que nos permitió recoger vídeos y procesar esa información: utilizaron tres vehículos con el fin de eludir los controles que teníamos en las carreteras”, dijo a Noticias Caracol el coronel Elver Vicente Alfonso, director del Gaula de la Policía Nacional.
En el apartamento que fueron hallados los dos sujetos, las autoridades encontraron dos colchonetas, dos ventiladores y comida, en su mayoría enlatada.
Sobre la masacre, se conoce que los cuerpos “fueron incinerados en su totalidad y uno en un alto porcentaje (…) adicional a ello, como dije, fueron inhumados, fueron golpeados con armas contundentes y el señor Freddy impactado con arma de fuego en la cabeza y en el torso”, indicó en la audiencia el fiscal.
De igual forma, se estableció que el crimen habría sido por la pérdida de 700 cabezas de ganado de la finca donde Cristian Petro era capataz, lo que habría generado una discusión con Urueta.
Ante la evidencia recopilada, a los dos hombres se les imputará los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo, en concurso heterogéneo con hurto calificado agravado, secuestro simple con circunstancias de agravación, fabricación, tráfico de armas, partes o municiones y ocultamiento, antelación o destrucción de material probatorio.