Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El primer día de exigencia del carné de vacunación a mayores de 18 años, para controlar el ingreso a eventos presenciales con asistencia masiva, generó desconcierto en el gremio del comercio de Cartagena.
Según Alejandro Saristi, miembro de la junta directiva de Asobares, a su sector no lo tuvieron en cuenta para llevar a cabo un consenso. “No estamos preparados, no fuimos consultados en ningún momento por parte de las autoridades”, dijo. Además, señaló que el decreto no contempla factores primordiales para el gremio, como la asistencia de extranjeros. “Cómo vamos a atender a nuestros clientes de diferentes partes del mundo, nosotros no sabemos si están mostrando un carné que es válido en otro país” agregó.
Saristi también expresó su preocupación por la manera como seguirá rigiendo la medida. “Nosotros estamos de acuerdo con el plan de vacunación, pero no estamos de acuerdo con la forma como se está implementando: sin darnos un apoyo logístico o pedagogía para saber cómo íbamos a proceder en estas circunstancias”, indicó.
La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) se había pronunciado sobre el decreto, el pasado 9 de noviembre. Uno de sus principales cuestionamientos tiene que ver con la falta de claridad sobre cómo exigir esquemas completos de vacunación, ya que aún faltan 13 millones de vacunas para lograr el 70 por ciento de la meta del gobierno. La entidad también mostró su inconformidad con que la exigencia del cumplimiento sea trasladada a propietarios y administradores, “cuando el gobierno no ha impuesto la obligatoriedad de realizar el proceso de vacunación”, aseguró Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
En esta línea, Fenalco (seccional Bolívar) comunicó que acogerá y promoverá el cumplimiento de la medida, pero que aún deben resolverse algunas dudas. “Preocupa que algunas decisiones son trasladadas a los alcaldes y que puedan en un momento determinado ser contrarias al proceso de desarrollo de la reactivación en los territorios”, indicó. Lo último está relacionado con la inquietud sobre un posible exceso de regulación, debido a la interpretación que puedan dar los mandatarios locales al decreto. “En especial por la cercanía de la temporada navideña”, concluyó Cabal.