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En la Plaza de la Trinidad, en el barrio Getsemaní, la mañana era diferente de este pasado 12 de octubre. Un círculo construido con tierra de colores servía para que a su alrededor se sentaran los representantes La Guajira, la Amazonía y la Sierra Nevada, entre otros.
El motivo, la instalación de la Comisión Intersectorial Nacional de Reparación, una instancia creada por iniciativa de la Vicepresidencia a través de la Gerencia de Justicia Étnico-Racial e Igualdad del trato que busca superar los efectos del racismo, la discriminación racial y el colonialismo en los pueblos étnicos del país.
El hecho de que estuvieran en Cartagena no era fortuito. En épocas de la Colonia, en la Plaza de la Aduana se compraban esclavos con la misma facilidad que la harina. Así se encuentra documentado en el Archivo General de Indias. Sobre 1565, “examinando una de las licencias colectivas otorgadas a la ciudad de Cartagena en el citado año, puede verse como a cada vecino le correspondían siete esclavos. Algunos de ellos se vieron favorecidos con más de veinticinco, mientras que otros ni siquiera intentaban reclamar sus licencias”, se lee en los “Cuadernos de historia”.
Es por esto que la Vicepresidenta y Ministra de la Igualdad y Equidad, Francia Márquez Mina, durante la instalación de la Comisión que busca rendir un homenaje a las personas que fueron esclavizadas en el pasado, resaltó la importancia de la reparación histórica de los pueblos indígenas, afrocolombianos, negros, raizales y palenqueros.
“Me entusiasma decir, por primera vez, de nuestro estado Nación, que hay una comisión que avanzará en la reparación de los pueblos sobre los efectos del racismo y colonialismo. Hoy conmemoramos y rendimos respeto a nuestra diversidad étnica y cultural. Vinimos a Cartagena, a Getsemaní́, a iniciar de manera oficial un nuevo camino para las comunidades indígenas y afrodescendientes de nuestro país” dijo Márquez.
En respuesta, Ralph Gonsales, primer Ministro de San Vicente y Las Granadinas, indicó que el camino para lograr estas reparaciones no es entregando dinero a personas específicas. “Esa no es la idea, lo que se busca con las reparaciones es precisamente reparar las consecuencias del genocidio indígena y los cuerpos africanos que fueron esclavizados y cuyas consecuencias se siguen sintiendo al día de hoy”.
La Vicepresidenta se mostró de acuerdo y agregó: “acá no estamos hablando de que queremos que a cada uno nos den un cheque. Lo que queremos es que nos permitan recuperar la dignidad que la esclavitud, el colonialismo y el racismo nos ha expropiado, y que no permite a los niños y niñas sentirse orgullosos y dignos como seres humanos. Aquí́ se trata de un derecho humano fundamental, que es el derecho a la dignidad que tienen los pueblos”.
Márquez Mina enfatizó que la Comisión Nacional de Reparación Histórica se encargará de coordinar con diferentes instancias del gobierno para atender las violencias que persisten hasta la actualidad, heredadas de la colonia y la esclavización “que no les permiten a nuestras gentes vivir en dignidad”.
Para Ricardo Esquivia, quien dirije la asociación “Sembrando semillas de paz”, en Montes de María, este encuentro tiene un valor histórico profundo, porque desde el Estado se está iniciando una acción de reparación histórica que es necesaria para este pueblo. “Por lo menos están haciendo las cosas, están invitando, están compartiendo y están dando pasos importantes que no se habían dado nunca, entonces hay que avanzar y hay que apoyar”.
Puntualizó que como pueblo negro han llegado a esta instalación con el acompañamiento de sus ancestros, así como por la tenacidad de las mujeres constructoras de vida. Opina que esta Comisión es un ejercicio de doble vía, una invitación a la sociedad mestiza para que reconozca las brechas de desigualdad e injusticia racial que se han sedimentado a través del tiempo de la exclusión.
“Rindo tributo a todas aquellas mujeres que durante la esclavitud trabajaron de sol a sol para comprar la libertad de la prole y de sus maridos. Cuando se abolió formalmente la esclavitud en Colombia, existían una cantidad importante de personas que ya eran libres por automanumisión”.