Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Una montaña de escombros es lo único que queda en el predio en el que se construyó una de las tres torres de apartamentos, que se tenían previstos dentro del proyecto Aquarela, que se alzó a 200 metros del castillo de San Felipe, en Cartagena, y que por impedir la visibilidad de lugares históricos de la ciudad, puso en riesgo la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad.
Lea: El fin del edificio Aquarela en Cartagena
Precisamente, este sábado 2 de noviembre, que se cumplen los 40 años de la declaratoria hecha por la Unesco, el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, y el ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa, oficializaron la demolición completa del edificio de 25 pisos, de la que se encargó a la empresa de demoliciones caleña Atila, en los últimos ocho meses.
El adefesio #Aquarela, que ponía en riesgo la vida de estudiantes, deportistas, vecinos del sector, y la declaratoria de Patrimonio Histórico y de la Humanidad de la @UNESCO, llegó a su fin. Sólo quedan escombros, y un lote que será la garantía para reparar a los compradores de… pic.twitter.com/9zRKvvuBri
— Dumek Turbay Paz (@dumek_turbay) October 31, 2024
“Después de largos meses, en un desmonte de piso a piso, hemos logrado blindar, salvaguardar la declaratoria de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad. Una inversión cercana a los 11 mil millones de pesos. Una tarea que debió realizarse años atrás y que, peligrosamente, puso esa declaratoria de Patrimonio Histórico en riesgo de que la Unesco, ante esa flagrante violación de protección al Patrimonio, nos levantara esa declaratoria”, dijo el alcalde Turbay.
Le puede interesar: En imágenes: así fue el desmonte del edificio Aquarela
Ahora seguirá toda la parte legal. El alcalde ha señalado que el predio se entregará a las personas que alcanzaron a invertir en el proyecto y se utilizará para recuperar los recursos que se invirtieron en la demolición. De igual forma, adelantan acciones jurídicas para que los promotores de la constructora que hizo el edificio respondan al Distrito como a quienes se vieron perjudicados.
¿Cómo fue la demolición de Aquarela?
La demolición, contrario a lo que se planteó al principio de hacer una implosión, se definió hacer piso por piso. Para esto, se hizo un contrato directo con la empresa de demoliciones Atila, que dividió el proceso en tres partes.
La primera, que consistió en la demolición de los pisos 25 al 20, se hizo con un martillo neumático. En estos últimos pisos se encontró que con el paso del tiempo y la fuerza del viento la estructura había sufrido afectaciones.
Para la segunda, que iban del piso 20 al 10, se instaló una grúa telescópica Tandano, para la cual, según Alfonso Nieves, gerente de Edurbe, se requirió de “ocho vehículos pesados para llevarla hasta el proyecto. Durante el montaje del equipo el reto mayor fue el montaje del jeep (cercha), que por su longitud se salía del predio y fue necesario desmontar parte del cerramiento del lote y cerrar el tráfico, mientras la grúa lo izaba por primera vez”. En esta etapa, la empresa de demolición pidió dos meses más para realizar los trabajos de demolición
Para la última parte, es decir, los primeros diez pisos, se utilizó una retroexcavadora de brazo extendido, por lo que el proceso fue mucho más rápido que los otros dos. Se realizó en las últimas semanas y finalizó poco antes de que se diera el evento de este sábado.
Al respecto, Nieves, gerente de Edurbe, la empresa del Distrito que se encargó del proceso, habló de algunos de los detalles que se presentaron durante los ocho meses que duró la demolición del edificio y de lo que falta en el proceso.
¿Qué factores tuvieron que tener presentes en la demolición piso por piso?
El estado actual de la estructura, la seguridad de los trabajadores, el cuidado de la vecindad, el manejo ambiental, el manejo del tráfico, la eficiencia de los procedimientos técnicos, la estabilidad estructural y los plazos de entrega.
¿Cómo trabajaron con los vecinos del edificio?
Con la vecindad se realizaron varias socializaciones durante el desarrollo de la obra: antes de dar inicio a las labores de demolición, una vez estuvieron elaborados el AER, PMA y PMT, y en los cambios de etapa. También se les avisaba previamente si los trabajos se iban a extender los fines de semana o se iba a ingresar maquinaria en horario nocturno.
¿Hubo interventoría al proceso?
De acuerdo con las palabras de la exgerente de Edurbe S.A., Fanny Guerrero, el proyecto sí contó interventoría, no una externa, sino un equipo especializado de la Secretaría de Infraestructura, con vasta experiencia para hacerlo, quien la hizo, a través del mecanismo de Supervisión Especializada de Expertos en sinergia con nuestra gerencia integral.
¿Se presentaron dificultades en algún momento, en alguno de los procesos? ¿Les tocó replantear algo?
Sí, se presentaron dificultades propias de los procesos de demolición de estructuras de concreto reforzado y las tareas de alto riesgo que implican, sobre todo, en trabajo en alturas. Al trabajar a más de 60 m, los fuertes vientos y la caída de material particulado obligó a la obra a la implementación de sistemas de protección contra caídas tipo V, T y S.
¿Por qué tuvieron que ampliar el plazo de la demolición? (eran seis meses en un principio)
Debido a la implementación de los sistemas de protección mencionados, y que estos sistemas debían ser descendidos a medida que el edificio perdía altura, se tuvo una afectación en el tiempo de ejecución. Lo anterior, teniendo en cuenta que durante estas bajadas, no se podían adelantar labores de demolición. La lluvia también generó retrasos.
¿Qué resta por hacer con la demolición del primer piso?
La separación del acero y PVC producto de la demolición de los residuos, y la disposición final de los escombros generados.
¿Qué manejo dará a esos escombros?
Los residuos de demolición se han reutilizado por el momento en la construcción de plataformas de trabajo y rampas para los equipos especializados de demolición de largo alcance.