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El informe más reciente de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dimensionó la situación humanitaria y de violencia de Colombia. Según el organismo, entre enero y octubre de 2021, el desplazamiento forzado aumentó en un 198 por ciento con respecto al mismo período del año anterior. También indicó que solo el 18 por ciento de las personas desplazadas han podido regresar a sus hogares y, quienes intentan volver, lo hacen sin garantías plenas de seguridad.
La región del Pacífico ha sido la más afectada por esta problemática. Solo allí se han concentrado el 75 por ciento de las emergencias por desplazamiento masivo. Es así como el departamento de Chocó presentó el 65 por ciento de los casos por confinamiento, especialmente en Bojayá, Alto, Medio y Bajo Baudó.
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“Hay municipios que requieren particular atención, tal es el caso de Buenaventura (Valle del Cauca), en donde 15.000 personas han sido afectadas por desplazamiento masivo y confinamiento a lo largo de 2021. Roberto Payán, Magüí Payan, Barbacoas y Tumaco (Nariño) presentan un aumento de enfrentamientos y consecuentes emergencias por desplazamientos masivos, que se han generado a lo largo del año especialmente a partir de mayo”, señaló el informe de la OCHA.
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El municipio de Argelia, en Cauca, reflejó una intensificación de la violencia armada, evidenciada en 15 eventos de desplazamiento masivo, en los que al menos 6.778 personas fueron despojadas de su territorio. El informe mostró preocupación por el caso del Catatumbo, Norte de Santander, ya que “a pesar de no haber reportado emergencias masivas durante los últimos meses, se sabe que la población vive en constante zozobra al estar a la merced de grupos armados no estatales”, apuntó el informe.
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A todo esto se suman las afectaciones sufridas por miles de familias debido a la ola invernal y a las inundaciones. Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), en 2021 al menos 541.500 personas han sido afectadas por más de 2.996 emergencias por desastres de origen natural. En total, 69.500 viviendas han sufrido afectaciones, 1.100 han sido destruidas, 126 personas resultaron heridas, 81 personas murieron y 21 permanecen desaparecidas.
La subregión de La Mojana ha sido la más devastada por este flagelo. “La emergencia continua, ya que zonas de varios municipios siguen inundados, más del 90% de la población está albergada en sus viviendas inundadas, más de 47.000 hectáreas de cultivos se perdieron por las inundaciones, lo que amenaza la seguridad alimentaria y los medios de vida de la población de la región”, concluyó el informe.