El Espectador le explica las proyecciones para 2024
Las reformas del Gobierno Petro; las elecciones en Estados Unidos y Rusia; los Juegos Olímpicos y más en las proyecciones para este 2024 en esta nueva entrega de El Espectador le explica.
Andrés Osorio Guillott
Es miércoles, día de El Espectador le explica. Hoy vamos a hablar de las proyecciones para este 2024, y para ello nos basaremos en la pasada edición dominical de este diario, en el que nuestro equipo de redacción trabajó para presentarles a ustedes los temas y los hechos que serán noticia este año, que serán determinantes para el porvenir de nuestro país y del mundo. La paz total del Gobierno Petro; las reformas del mismo; la transición energética; el sector aéreo colombiano; la regla fiscal; la guerra entre Rusia y Ucrania; los cambios en el poder de varias naciones; la Copa América; los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, entre otros temas que darán de qué hablar.
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Es miércoles, día de El Espectador le explica. Hoy vamos a hablar de las proyecciones para este 2024, y para ello nos basaremos en la pasada edición dominical de este diario, en el que nuestro equipo de redacción trabajó para presentarles a ustedes los temas y los hechos que serán noticia este año, que serán determinantes para el porvenir de nuestro país y del mundo. La paz total del Gobierno Petro; las reformas del mismo; la transición energética; el sector aéreo colombiano; la regla fiscal; la guerra entre Rusia y Ucrania; los cambios en el poder de varias naciones; la Copa América; los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, entre otros temas que darán de qué hablar.
¿Con cuál arrancamos primero? Vámonos con el de la reforma a la salud. Tanto va el cántaro al agua, que se rompe. El año pasado ya estábamos un poco secos del tema. La apuesta del Gobierno Petro en este sector ha sido tan fuerte que causó remezones ministeriales y varias pausas en otras leyes que tenía que trabajar el senado y que por los debates de esta reforma tuvieron que ser pospuestos.
¿Recuerdan que a mediados de diciembre la reforma fue aprobada en la Cámara de Representantes? Bueno, pues en febrero tendrá la prueba de fuego cuando esta tenga que pasar por el Senado. Por el momento no hay una fecha definitiva, pero se espera que el debate en la Comisión Séptima sea una prioridad.
El punto es que la reforma a la salud ha estado llena de polémicas. Aunque en la Cámara fue aprobada tras varios encontrones entre los partidos del Gobierno y la oposición, su paso por el Senado no será sencillo. Sin embargo, Martha Isabel Peralta, presidenta del Senado, quien además se ha mostrado afín al documento, aseguró: “Lo más irresponsable que podría hacer este Gobierno es que aprobemos una reforma a la salud que no cuente con la disponibilidad presupuestal y la estabilidad y la confianza financiera. Yo les pido a los colombianos que confíen en el Gobierno, que hoy no está buscando perjudicar un sistema de salud que, se ha visto, no funciona. Los que se oponen tienen, por supuesto, todos sus derechos, pero les pido que también demos el debate de cara al país”.
En el sector de la salud también hay división. Varias EPS han expresado su preocupación por la falta de “análisis” del impacto que esta reforma pueda tener. Mientras que una parte del gremio hospitalario se ha mostrado a favor de la propuesta del Gobierno Petro y del ministerio a cargo de Guillermo Alfonso Jaramillo.
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¿Qué sigue ahora para la reforma a la salud?
Sigamos hablando de reformas, porque otro punto que buscará transformar el Gobierno es el de las pensiones. Óscar Barrera, profesor de la Universidad de Los Andes, habló sobre este tema. Según él, “En 2022, cerca de 4,5 millones de personas mayores no recibían un ingreso pensional, por lo que la mayoría de las personas mayores que no reciben una pensión deben seguir trabajando, depender de sus familiares o recibir un subsidio mensual de $80.000 (Colombia Mayor). Aunque poco, estos $80.000 son una fuente significativa de ingresos entre los más vulnerables. Por ejemplo, el subsidio de Colombia Mayor representó cerca del 55 % del ingreso mensual de las personas mayores que vivían en los hogares con ingresos más bajos. Para este mismo grupo, las pensiones representan menos del 1 % de su ingreso mensual”.
Como lo ha mencionado el presidente Gustavo Petro en repetidas ocasiones, el sistema pensional que propone se basa en un esquema de pilares, en el que haya garantías para un ingreso vitalicio a una gran parte de la población de la tercera edad por medio de tres programas distintos. Barrera explica en el artículo que este sistema estaría conformado por “Un componente solidario para las personas más vulnerables, un componente semicontributivo para las personas que no cumplen los requisitos para una pensión completa y un componente contributivo para las personas que logran pensionarse. En este último, el sistema contempla un esquema de reparto complementado con un esquema de ahorro individual para aquellos que tengan ingresos superiores a un umbral”.
Para el profesor de Los Andes se deben tener en cuenta cuatro aspectos para que la reforma tenga éxito y sea aprobada en el Congreso. El primero tiene que ver con los pilares solidarios y semicontributivo, con que estos “sean suficientes para cubrir las necesidades de las personas más vulnerables.
El segundo punto tiene que ver con “la determinación del umbral de ingresos en el que se dividan los componentes de reparto y de ahorro individual”; el tercero con el régimen de transición y el cuarto con la forma en que se gestionen los recursos.
“El sistema de pensiones que tengamos será el resultado del contrato social. Como sociedad, escogemos a quiénes queremos cubrir, cuánto queremos gastar y cómo lo queremos financiar. La Constitución ya nos da los principios que deberíamos seguir: eficiencia, universalidad y solidaridad. Ojalá los diagnósticos y debates nos lleven a cumplir estos objetivos de la mejor manera posible”, concluye Barrera.
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Los cálculos que le faltan a la reforma pensional
Hay otro tema “ladrilludo”, pero que es importante para este año. Liliana Heredia y Oliver Pardo, que hacen parte del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, se encargaron de hablarnos de las inquietudes que hay alrededor del cumplimiento de la regla fiscal.
Pero un momento, ¿qué es eso de la regla fiscal? Bueno, en un artículo que publicamos el año pasado, la explicación dice que “En las finanzas de cualquier hogar suele pasar que, cuando no se tienen límites, es fácil gastar de más y caer en deudas. Sin reglas claras, cualquier gasto puede parecer “urgente”. Salvando las distancias, la regla fiscal en Colombia sigue la misma lógica: una norma que limita el gasto público del Gobierno, procura reducir el endeudamiento y garantiza la sostenibilidad de las finanzas públicas a mediano y largo plazo”.
Para Heredia y Pardo, “la sombra de la duda planea sobre la capacidad del gobierno actual para contener el déficit y la deuda pública”.
En el artículo, ambos especialistas señalan que el Presupuesto General de la Nación para 2024 asciende a $503 billones, lo que haría que se cumpla a ras con la regla fiscal. Sin embargo, ambos coinciden en que hay dudas al revisar los ingresos adicionales que se proyectaban para financiar el gasto.
Sobre esto, ambos explican que el Gobierno “necesita ingresos tributarios adicionales” que provienen de tres fuentes: “1) el fortalecimiento institucional de la DIAN para la lucha contra la evasión, la elusión y el contrabando, 2) la aceleración de la resolución de litigios con la DIAN mediante procesos de arbitraje, y 3) el recaudo adicional por concepto de la no deducibilidad de las regalías de la reforma tributaria aprobada en 2022″.
De no materializarse estos ingresos adicionales, la alternativa que le queda al Gobierno según Heredia y Pardo es la suspensión de gastos.
“Finalmente, es hora de que el país también vaya pensando en el escenario fiscal de 2025. El director de Planeación Nacional ha advertido que de 2024 a 2025 el servicio de la deuda aumentará de $92 a $113 billones, un aumento de $21 billones. A esto se le pueden sumar los más de $18,8 billones de gasto desfinanciado en 2024 los cuales, por las rigideces inerciales del gasto, seguirán vigentes en 2025. ¿Recortaremos gastos por este monto? ¿Intentaremos tramitar una nueva reforma tributaria? ¿Incumpliremos de nuevo la regla fiscal? ¿La modificaremos para aparentar sostenibilidad y posponer decisiones difíciles pero necesarias? Estas son las alternativas que el país debería estar discutiendo desde ya”, concluyen Heredia y Pardo.
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Los retos que tendrá el Gobierno para cumplir la regla fiscal en 2024
Hablemos del sector eléctrico y también de la transición energética. Vamos con el primero. Alejandro Castañeda Cuervo, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (ANDEG), nos explicó cuáles son los retos de este sector para este año. Aunque “se espera la entrada de más de 1.000 megavatios al sistema solo en fuentes solares y eólicas, además de 3.000 en otros proyectos, hay retos en licenciamiento ambiental y en gestión con las comunidades”.
Según Castañeda, para la ANDEG es importante que la transición energética sea gradual y segura, “especialmente con la expectativa de la materialización del fenómeno de El Niño durante el primer semestre del año”, pues se espera que su parte más fuerte sea entre enero y marzo.
Se espera, cuenta Castañeda, la entrada de proyectos de fuentes no convencionales de energía renovable con 1.092 MW solares y 32 MW eólicos, así como otros proyectos por más de 3.000 MW, pero todo esto requiere un licenciamiento ambiental y gestión social con las comunidades, y para ello es necesario destrabar algunos trámites.
El director ejecutivo de la ANDEG señala en el artículo la relación de la seguridad en el suministro de energía con el papel de la transmisión de energía. Para él, es “crucial contar con redes de transmisión eficientes y oportunas que puedan transportar la energía generada en las centrales hasta los centros de consumo en todo el país. También, el 2024 será clave para esclarecer el panorama de las empresas comercializadoras, las cuales, se espera, amplíen su financiamiento a través de las líneas de crédito de Findeter para asegurar los recursos económicos en la prestación del servicio”.
Castañeda hace un llamado para que las decisiones que se tomen desde la política respalden una gradualidad responsable que acompasen la transición energética con la transición fiscal y la transición de empleo. Asimismo, habla de la confianza inversionista para el sector eléctrico y la importancia de contar con una estabilidad institucional, con condiciones macroeconómicas e incentivos fiscales.
Castañeda concluye su proyección del 2024 afirmando que “la transición energética justa, segura y gradual debe considerar el rol necesario de la minería y el fomento de estrategias de minería sostenible, no solo del carbón térmico —que seguirá siendo un energético fundamental para el país—, sino también lo relacionado con la extracción de minerales fundamentales para la transición, como cobre, hierro, níquel y zinc, entre otros. Así mismo, el país deberá avanzar en la consolidación de cadenas de valor sostenible y estrategias de circularidad como disposición y aprovechamiento de baterías y paneles solares, los cuales tienen una vida útil reducida”.
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Sector eléctrico y Gobierno se reúnen para buscar soluciones de cara a El Niño
En cuanto al tema de los hidrocarburos en la transición energética, Frank Pearl, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas, escribió un artículo explicando el rol de estos compuestos orgánicos en este proyecto.
Según Pearl, “de acuerdo con los escenarios del Plan Energético Nacional 2022-2052 de la UPME, el 67 % del consumo final de energía proviene de combustibles derivados de petróleo y gas, e incluso en los escenarios más disruptivos, la proyección es reducir este porcentaje al 40 %. Es decir que los hidrocarburos seguirán siendo necesarios por varias décadas. Así, hay que pensar la transición en términos de demanda y oferta, pues el abastecimiento de combustibles seguirá siendo un imperativo estructural para la política energética”.
El sector de los hidrocarburos, señala Pearl, ha asumido la responsabilidad de “ser parte de la gestión de la transición energética como un proceso justo y beneficioso para todos los colombianos”. Así, uno de los objetivos de este sector para este año es “hacer evidente y mostrar los enormes beneficios que han traído a las regiones de Colombia”, esto, por ejemplo, con el trabajo que harán para contribuir en la implementación de los planes de desarrollo de los mandatarios locales que asumieron su cargo esta semana.
“Hay oportunidades claras en el 2024, en la viabilización de contratos suspendidos y en avanzar en las etapas de licenciamiento ambiental y social de los proyectos costa afuera, lo cual requerirá una gestión eficiente y articulada entre la industria y las instituciones. Hoy, en muchas regiones existen dinámicas destructivas de relacionamiento entre el Estado, algunas comunidades, los ciudadanos y el sector empresarial”, cuenta Pearl, quien además asegura que Colombia tiene “el potencial necesario para su autosuficiencia energética, y la exploración de hidrocarburos es esencial para garantizarla mientras se transita hacia la diversificación de fuentes de energía, se alcanzan las metas de descarbonización, se impulsa la transformación productiva y se reduce la pobreza”.
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Contexto: Hidrocarburos en tiempos de transición (Análisis)
¿Qué significan los hidrocarburos para Colombia?
Hablemos de la cultura. Laura Arévalo, ahora editora de El Magazín Cultural, entrevistó a Juan David Correa, ministro de Cultura, sobre su balance en estos primeros meses como jefe de cartera y las apuestas de la misma para este 2024.
“Formación artística y cultural, Infraestructuras culturales para la vida, Economía popular, Memoria, saberes y territorios bioculturales; Cultura de paz y Cultura colombiana en el mundo” son los seis componentes que tiene pensado el Ministerio para su hoja de ruta este año.
Para este año, el Ministerio de Cultura tendrá un presupuesto de $1,4 billones, con los que según Correa se van a “fortalecer todas las dependencias y direcciones pensando en una nueva manera de gobernanza, una mucho más horizontal, menos programática y neoliberal”. Las dependencias del Ministerio como “la Biblioteca Nacional, el Archivo General, el Instituto Caro y Cuervo, etc., tendrán que responder” a los componentes ya mencionados.
Sobre la distribución del presupuesto para esas estrategias, el ministro confirmó que “Habrá tres o cuatro proyectos grandes: el primero de ellos será la educación artística y cultural, en el que se invertirá buena parte de los recursos. El presidente insiste en que si no creamos nuevas oportunidades para la sensibilidad de los niños y los jóvenes, será muy difícil que se produzca un cambio cultural. El programa “Sonidos para la construcción de paz”, y otros de educación artística y cultural, llegará a 1.200 colegios con clases para los niños, las niñas y los jóvenes”.
Correa, que llegó al Ministerio en agosto, contó que le interesa que haya más presencia de esta cartera fuera del país, pues esto genera cooperación cultural. En Madrid, por ejemplo, creamos unas becas con la Asociación de Cine de la ciudad para mujeres guionistas colombianas. También me reuní con el Instituto Cervantes y logramos que el Caro y Cuervo tuviese una oficina, que ya existía, pero no era sostenible. Sabemos que a los colombianos que están fuera del país se les ha dejado muy solos y queremos corregir esto. Colombia hace parte del mundo y descifrando esa relación podemos avanzar de una manera mucho más efectiva, sobre todo porque nos servirá para aprender que los cambios no son inmediatos: no ocurren en tres o seis meses, ni en un año”.
Correa también habló sobre las actualizaciones para la Ley General de Cultura, uno de los propósitos del Ministerio para este año, pues con esto se espera salir del pasado, como lo dijo él, y así adaptarse a las dinámicas y los cambios que ha presentado este sector en los últimos años. “Cuando se creó la ley solo había una Cámara Colombiana del Libro, ahora hay dos. En 1997, año en el que se creó la ley, se hacían tres o cuatro películas anuales, ahora producimos más de 70, y así hay muchos ejemplos. En junio de 2024 se anunciarán los cambios. Nos estamos metiendo con la reforma laboral, pero hay que entender que hay muchas leyes (cine, libro, espectáculos públicos, etc.) así que también queremos armonizar el ecosistema que deberá abarcar todo el territorio nacional y que defenderá con decisión a todos los pueblos originarios que han sido excluidos. Queremos que la ley general se piense como algo abierto que podamos transformar quienes queremos trabajar por la cultural del país, y esto pasa por cambiar nuestra relación con el tema económico, por eso es tan importante crear el estatuto del artista”.
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Ministerio de Cultura confirma expedición en el galeón de San José en 2024
Para ir cerrando estos temas, hablaremos de la apuesta de la Paz Total del Gobierno Petro para pasar a lo que será noticia a nivel internacional y en el mundo deportivo.
Según Cindy Morales y Camilo Pardo, integrantes de la sección de Colombia +20, el proyecto de la Paz Total de Petro, que buscó este año cerca de siete procesos de paz, deja un balance con varios puntos positivos en 2023, “especialmente en los diálogos con el ELN y la disidencia de las antiguas FARC, conocidas como Estado Mayor Central, con quienes tiene mesas de diálogos instaladas, ceses al fuego bilaterales y los anuncios de parte de ambos grupos de la suspensión del secuestro con fines extorsivos”.
Aunque el ELN ha generado más polémicas que credibilidad con sus intenciones de paz, el Gobierno ha logrado mantener el diálogo con esta guerrilla y para el año que ya comenzó será una prioridad que este proceso se materialice. Las cosas en 2023 terminaron medio chuecas luego de que Antonio García, máximo comandante del ELN -que no es parte de la mesa de diálogo-, dijera que para suspender los secuestros con fines extorsivos el Gobierno debía cumplir con entregar recursos para su financiación. “La delegación de Petro ha dicho que no hay posibilidad de que se dé dinero para que paren las actividades ilegales, pero sí para que se empiecen a hacer algunos trabajos en pro de la paz, como la participación de la sociedad civil”, aseguran Morales y Pardo.
Las víctimas, el reconocimiento de la verdad, la reparación y las zonas humanitarias (que son ocho) son temas a tratar en los próximos meses entre la delegación del Gobierno, que ahora encabeza Vera Grabe, y la delegación del ELN.
Con el caso del Estado Mayor Central, una de las disidencias de las antiguas Farc, la tarea principal, según Morales y Pardo, es “establecer una agenda clara de negociación. En el bosquejo de los ejes temáticos se asomaba una ambiciosa idea de tocar temas ya previstos en ese pacto de La Habana. Y esto es especialmente importante, porque, aunque la mayoría de los 3.200 hombres que conforman ese grupo no firmaron el Acuerdo de Paz de 2016, hay varios firmantes de ese pacto, lo que es un impedimento jurídico que el Gobierno hasta ahora no ha solucionado”.
Por otra parte, el caso con la Segunda Marquetalia, está un poco más congelado. Danilo Rueda, que era el alto comisionado para la Paz, había asegurado que se había reunido en tres ocasiones con Iván Márquez para buscar una preagenda del diálogo. Sin embargo, no hubo avances significativos.
Una de las demandas de los líderes disidentes es el reconocimiento político, y este será un punto que deberá resolver Petro.
En cuanto al Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN), Morales y Pardo hablaron con Germán Navarrete, abogado que acompaña el proceso con las ACSN, quien asegura que hay cuatro puntos primordiales en este proceso “Primero, hay que instalar las mesas de conversación. Segundo, se necesita definir ceses al fuego debidamente vigilados y verificados por la sociedad civil y comunidad internacional”, también hay que establecer canales de diálogo directo con las organizaciones y por último “establecer una hoja de ruta para llegar a la paz de una manera seria, concertada y efectiva”.
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Pasemos a la ciencia porque Daniela Bueno, periodista de esta sección en El Espectador, destacó en un artículo los eventos científicos más esperados. Y quizá uno de los de mayor relevancia es el regreso del ser humano a la Luna, pero el primero en el que estará una mujer. Christina Hammock Koch, especialista de la misión 1, estará acompañada por el comandante Reid Wiseman, el piloto Victor Glover (los tres son astronautas de la NASA), y el especialista de misión 2 Jeremy Hansen, de la Agencia Espacial Canadiense (CSA) en la llamada misión Artemis II, que tiene como objetivo “confirmar que todos los sistemas de la nave espacial Orión funcionen según lo diseñado, para validar las capacidades técnicas necesarias para que los humanos puedan pasar largos períodos en el espacio profundo, y así obtener el conocimiento necesario para futuras misiones”, cuenta Bueno sobre este hecho que durará diez días y está planeado para noviembre de 2024.
En estos primeros meses del año entrará en funcionamiento Júpiter, un supercomputador a exaescala que puede realizar un quintillón de cálculos por segundo (¿qué?). El objetivo de esta máquina es poder construir “gemelos digitales” del cerebro y el corazón de los seres humanos con fines médicos y también lograr simulaciones de alta resolución del clima de la Tierra.
En China esperan terminar este año el Observatorio Subterráneo de Neutrinos de Jiangmen (JUNO). ¿Qué es esto? Bueno, el propósito de los chinos es seguir estudiando estas partículas subatómicas que son “cruciales para múltiples áreas de la ciencia” y de las que hace falta conocer más, pues están por todas partes, pero son difíciles de ver.
“Algunos neutrinos provienen de supernovas (explosiones de estrellas), de la desintegración radiactiva de las rocas de la Tierra, las reacciones del Sol e incluso las auroras de nuestro planeta. Estas partículas pasan a través de nuestro cuerpo cada segundo, y pueden contener pistas sobre los orígenes del universo”, explica Bueno.
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Y habiendo ya hablado de Estados Unidos y China, aprovechemos para hablar de lo que será noticia a nivel internacional en términos de política y geopolítica.
Oigan, pues imagínense que el 49 % de la población mundial irá a las urnas este 2024. ¿Cómo lo ven? Más de 40 países tendrán jornadas para cambios de gobierno. Camilo Gómez y Hugo Caro, periodistas internacionales de El Espectador, nos contaron algunos de los casos que llamarán la atención.
Claro, cómo no, Estados Unidos es uno de esos. Según cuenta Gómez y Caro, “la diferencia entre el voto popular y el del Colegio Electoral volverá a ser clave. En ese sentido, poco vale hacer un extenso análisis sobre las preocupaciones en la agenda nacional en materias como migración, inflación, aborto y política exterior, y ahondar en cómo se mueve la aguja en todo el país”.
Todo parece indicar que los demócratas tienen la ventaja, pero todo puede cambiar, recordemos que la política es dinámica por razones que siempre vamos a desconocer.
Rusia, otra gran nación, también tendrá elecciones este año. Y claro, la guerra seguirá siendo la bandera de Vladimir Putin, que anunció su candidatura en un evento de condecoración a militares rusos. Son más de 15 candidatos, pero lo cierto es que es muy difícil que alguien le haga frente y le quite un período más de mandato. Gómez y Caro hablaron con Jesús Agreda Rudenko, internacionalista y profesor de la Universidad del Rosario, quien aseguró que “No solo con el opositor Alekséi Navalni en la cárcel, sino que además con la muerte de Yevgeny Prigozhin (comandante del grupo de mercenarios Wagner) se evidenció que el presidente Putin tenía el control absoluto de la política rusa. Se esperaba o se preveía un debilitamiento de esa posición, pero se evidenció que Putin tiene todo el control posible en Rusia. Eso significa que se vuelve muy peligroso tratar de competir contra él. Tiene una vía bastante libre para ganar las elecciones”.
¿Habrá cambio en el Ejecutivo en Reino Unido? Pues nuestros periodistas internacionales cuentan que parece el fin del Partido Conservador, pues el Partido Laborista se abre camino en medio de una insatisfacción general frente a los tories.
Óscar Guardiola, profesor de la Universidad de Londres y columnista de este diario habló en este artículo y contó que “Las elecciones se acercan y es poco lo que pueden hacer los conservadores para cambiar la insatisfacción de los votantes tras quince años de austeridad económica, ajustes y políticas económicas que solo favorecen a los ricos que financian al Partido de gobierno”.
Gómez y Caro se preguntan; ¿quién podrá votar en Venezuela? El panorama no es fácil, les cuento, pues no hay fecha ni condiciones para las elecciones. No se sabe tampoco si María Corina Machado, candidata opositora, podrá participar, pues el Tribunal Supremo de Justicia no ha manifestado una decisión al respecto.
Hay mucha gente fuera de Venezuela, y muchos de los que están adentro no están inscritos en el Registro Electoral por maniobras del oficialismo. Todo es incertidumbre y dudas frente a la transparencia de las elecciones que no tienen fecha. Amanecerá y veremos…
Es todo un fenómeno lo que ha causado Nayib Bukee con su mano dura en El Salvador. Y bueno, el hombre es autoritario, no hay por qué negarlo, y lo es porque la situación de seguridad al parecer obligaba a alguien a tener mano dura. Las críticas son muchas, pero parecen ser menos ruidosas que el éxito que ha querido demostrar con publicidad y con la ayuda de los medios con la disminución de la violencia en su país. Su reelección parece un hecho.
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Entre la propaganda y la realidad del régimen de excepción
Pero tenemos que volver a Rusia porque hay que hablar de la guerra con Ucrania. Ya se van a cumplir dos años de un conflicto en el que ninguna de las partes va a ceder. Ese justo medio que señalaba Aristóteles para hablar de la virtud no existe en este escenario. Y las consecuencias aparentemente las subestimamos.
“Se entiende que, si no se detiene a Rusia en Ucrania, otros países podrían ser el blanco de ataques rusos. Y este es el efecto para el sistema internacional. Creo que no solo Rusia podría iniciar agresiones contra Estados como Moldavia, sino que también se generaría un precedente en el que es evidente que es posible anexarse territorios de otros Estados sin que la comunidad internacional tenga una significativa capacidad de respuesta, siempre y cuando el agresor tenga las capacidades militares significativas”, afirma Agreda.
María José Barrios, periodista internacional de este diario, habló también con Vladimir Rouvinski, director del Laboratorio de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Icesi, quien también dijo que “la guerra está de vuelta como una herramienta de intentar resolver los conflictos territoriales y es un cambio peligroso”.
El final no se ve cerca. Putin, como ya lo habíamos dicho, literalmente tiene una bandera de guerra para su reelección y no ha cambiado su postura de cambiar sus propósitos iniciales, mientras que Zelenski se mantiene en decir que no se sentará a negociar hasta que Rusia no detenga la invasión y devuelva los territorios ocupados retirando sus tropas.
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Y llegaron los deportes… Hagamos la pausa, creo que es necesario. ¿Año bisiesto, año siniestro? No lo creo. Si hay algo que nos traerá buenas historias, buenos recuerdos y gratos momentos es el deporte. Además de las habituales competencias que suceden año tras año, este 2024 trae en el mundo del fútbol varias copas internacionales y a mitad de año llegarán a París (oh, la, la) los Juegos Olímpicos y luego los Juegos Paralímpicos.
Según Fernando Garzón, periodista deportivo de este diario, “Colombia llega esperanzada y con varias proyecciones de medalla. El BMX con la inagotable Mariana Pajón y sus compañeros, Gabriela Bolle, Carlos Ramírez y Diego Arboleda, tienen opciones de podio. En Kevin Quintero y Martha Bayona, los tesos del ciclismo de pista, residen las principales aspiraciones de oro, así como en el boxeo, tanto Yeni Arias y Angie Valdes, podrían ser campeonas. No habría que descartar la chance de podio de la subcampeona mundial en lanzamiento de jabalina, Flor Denis Ruiz, y tampoco, por muy lejano que parezca, el de Anthony Zambrano, que ya sabe qué es ser medallista olímpico en los 400 metros. Las pesas, con Yenny Álvarez y toda la selección de halterofilia, siempre serán una opción clara, y además, por supuesto, no se puede descartar la marcha olímpica, con Sandra Lorena Arenas, otra que es medallista”.
Si ir a París es un sueño, ahora imagínense ir para ver unos Olímpicos. Qué elegancia la de Francia.
Antecitos será la Copa América, que se jugará en Estados Unidos. Y ya todos lo han dicho, pero tenemos que dejarnos de vainas, Colombia irá al Mundial, y aunque este no puede dejar de ser un objetivo, a lo que debe apostarle la selección nacional es a ganar este trofeo. Desde 2001 la tricolor no gana un campeonato y ya es hora de volver a creer y apostar en grande.
Néstor Lorenzo, que desde que llegó no ha perdido con Colombia (ya son 16 partidos invicto), ha venido conformando un equipo que mezcla la experiencia, la proyección de la juventud, la táctica de los que están en Europa y la técnica de quienes exaltan el fútbol latinoamericano.
Y ojo: tendremos en nuestro país el mundial sub 20 femenino. ¿Nos ilusionamos con las nuestras? Pero claro. Eso no lo duden porque hay con qué creer, parafraseando a Marcelo Gallardo.
¿Cómo le irá a Nairo Quintana en su regreso a la élite del ciclismo? El boyacense volverá a correr el Giro de Italia y la Vuelta a España, las dos carreras que ya conquistó años atrás. Ojalá su retorno con Movistar sea una excepción a la regla de las segundas partes de una historia y tenga un final que esté a la altura de la leyenda que es Quintana.
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