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Una de las leyendas urbanas que se cuentan en Bogotá es la que dicta que la iglesia de Monserrate se edificó encima de un volcán dormido. Han sido los relatos orales y populares, propios de la población más anciana de la ciudad, los que han masificado este rumor, buscando en otras historias, como la del relato de “El Tiempo del Ruido” y la profecía del Padre Francisco Margallo sustentarlo y darlo como un hecho.
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La respuesta corta es que el cerro de Monserrate no es, ni fue, un volcán. Así lo explicó el Sistema Geológico Colombiano, SCG, el 9 de mayo, por medio de un hilo en Twitter con el que pretende desmentir este mito y combatir la desinformación.
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— Servicio Geológico Colombiano (@sgcol) May 9, 2023
“No es cierto que esa montaña sea o haya sido un volcán. El cerro de Monserrate está conformado por rocas sedimentarias, que son muy distintas a las rocas volcánicas”, explicó el SCG.
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Formación del cerro de Monserrate
Estas formaciones sedimentarias nacen del periodo cretácico, cuando gran parte de lo que hoy se conoce como Colombia y América estaba sumergida en el océano. Esto ocurrió en un periodo geológico que inició hace 252 millones de años y terminó hace 66 millones de años, periodo en el que los continentes se estaban formando con siluetas similares a las que conocemos actualmente.
Las rocas sedimentarias se forman por acumulación de diversos materiales como fragmentos de rocas preexistentes, restos de materia orgánica y minerales. En el caso de Monserrate, este material se acumuló en el fondo de los mares cretácicos hace cerca de 70 millones de años”, continuó explicando el SGC.
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También explicó que la posibilidad de la existencia de rocas volcánicas en la zona es nula, ya que este tipo de sedimentos proceden del enfriamiento y solidificación del magma en contextos geológicos muy diferentes a los de la Sabana de Bogotá.