Liberan a joven universitaria secuestrada en el Catatumbo
Silvia Juliana Carvajal Montaño, una estudiante universitaria de Bacteriología secuestrada hace 17 días en la convulsa región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, fue dejada en libertad, informó este lunes el padre de la joven.
"Sí, ya gracias a mi Dios la tenemos aquí en el hogar. Felices porque esto se dio de buena manera y ya está con nosotros, está en buenas condiciones, es una muchacha muy fuerte", dijo a Caracol Noticias Neil Carvajal, padre de la estudiante, de 19 años de edad, quien estimó que no ha sufrido "traumas fuertes".
Carvajal contó que su hija fue dejada en un paraje solitario de la localidad de Sardinata, en Norte de Santander. Allí buscó la manera de contactar con su familia y, con apoyo de algunos habitantes, llamó a sus parientes, quienes acudieron al punto y la recibieron.
La estudiante fue trasladada a Cúcuta, la capital departamental, en donde es sometida a exámenes médicos para establecer las condiciones de salud en las que está luego del secuestro, ocurrido el pasado 10 de noviembre.
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Hasta el momento no se sabe cuál grupo fue el que la tuvo secuestrada y tampoco si se pagó por su rescate.
La joven fue secuestrada por hombres fuertemente armados que interceptaron el vehículo en el que viajaba Carvajal en cercanías del caserío de la Esperanza, situado en una carretera que lleva a la población de Sardinata.
En la región del Catatumbo, de 10.089 kilómetros cuadrados, operan las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias de las FARC y el Ejército Popular de Liberación (EPL), esta última considerada por el Gobierno como banda criminal. Esos grupos traban una guerra para controlar los vastos cultivos de coca de la zona y las rutas del narcotráfico.
El secuestro de Carvajal ocurrió un día después de que fuera liberado el padre del futbolista Luis Díaz, delantero del club inglés Liverpool, que estuvo secuestrado 12 días por el ELN, a la que el Gobierno y la sociedad civil le exige que deje en libertad a todos los secuestrados que tiene en su poder.
El padre del jugador fue entregado a una comisión humanitaria de la Misión de la ONU en Colombia y de la Iglesia católica en las estribaciones de la serranía de Perijá, cerca de la localidad de Barrancas, en el departamento caribeño de La Guajira, en donde fue secuestrado el pasado 28 de octubre.
"Sí, ya gracias a mi Dios la tenemos aquí en el hogar. Felices porque esto se dio de buena manera y ya está con nosotros, está en buenas condiciones, es una muchacha muy fuerte", dijo a Caracol Noticias Neil Carvajal, padre de la estudiante, de 19 años de edad, quien estimó que no ha sufrido "traumas fuertes".
Carvajal contó que su hija fue dejada en un paraje solitario de la localidad de Sardinata, en Norte de Santander. Allí buscó la manera de contactar con su familia y, con apoyo de algunos habitantes, llamó a sus parientes, quienes acudieron al punto y la recibieron.
La estudiante fue trasladada a Cúcuta, la capital departamental, en donde es sometida a exámenes médicos para establecer las condiciones de salud en las que está luego del secuestro, ocurrido el pasado 10 de noviembre.
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La joven fue secuestrada por hombres fuertemente armados que interceptaron el vehículo en el que viajaba Carvajal en cercanías del caserío de la Esperanza, situado en una carretera que lleva a la población de Sardinata.
En la región del Catatumbo, de 10.089 kilómetros cuadrados, operan las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias de las FARC y el Ejército Popular de Liberación (EPL), esta última considerada por el Gobierno como banda criminal. Esos grupos traban una guerra para controlar los vastos cultivos de coca de la zona y las rutas del narcotráfico.
El secuestro de Carvajal ocurrió un día después de que fuera liberado el padre del futbolista Luis Díaz, delantero del club inglés Liverpool, que estuvo secuestrado 12 días por el ELN, a la que el Gobierno y la sociedad civil le exige que deje en libertad a todos los secuestrados que tiene en su poder.
El padre del jugador fue entregado a una comisión humanitaria de la Misión de la ONU en Colombia y de la Iglesia católica en las estribaciones de la serranía de Perijá, cerca de la localidad de Barrancas, en el departamento caribeño de La Guajira, en donde fue secuestrado el pasado 28 de octubre.