Lo que pensaba Danilo Villafañe sobre el agua en la Sierra Nevada de Santa Marta
Hace tres años el ahora fallecido líder arhuaco le explicó a El Espectador por qué buscaban crear una empresa que la protegiera.
Pablo Montoya Paredes
Danilo Villafañe siempre lideró proyectos para conseguir recursos con la intención de cuidar los ecosistemas de la Sierra Nevada de Santa Marta, pues allí conviven los pueblos indígenas wiwa, kankuamo, kogui y arhuaco. Se trata de un lugar que reúne múltiples intereses, sobre todo si se tiene en cuenta la importancia turística de parques como el Tayrona o el Vía Isla Salamanca, cuyas administraciones están en manos de privados.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Danilo Villafañe siempre lideró proyectos para conseguir recursos con la intención de cuidar los ecosistemas de la Sierra Nevada de Santa Marta, pues allí conviven los pueblos indígenas wiwa, kankuamo, kogui y arhuaco. Se trata de un lugar que reúne múltiples intereses, sobre todo si se tiene en cuenta la importancia turística de parques como el Tayrona o el Vía Isla Salamanca, cuyas administraciones están en manos de privados.
Villafañe exigía participación de su comunidad sobre las decisiones que se tomaran sobre el turismo en el territorio. También reclamaba revisar los sistemas de acueducto y propuso la creación de una empresa pública de agua, de iniciativa indígena, que lograra abastecer a las ciudades y además permitiera generar ingresos para cuidar la Sierra.
¿Cuál es la propuesta frente al manejo del turismo?
Lo ideal sería que una zona protegida, si genera ingresos, debería proporcionar más áreas de protección y no más capital para el inversionista. Esa debería ser la lógica del desarrollo turístico en una zona de áreas protegidas. Además de esto, la Sierra y El Tayrona están conectados, entonces no los pueden separar. Los beneficios que genera el parque deben favorecer a la Sierra Nevada de Santa Marta y sobre todo a los pobladores. En ese orden de ideas, y con todo lo que está pasando, a nosotros nos parece que es una irracionalidad y una injusticia que se le entregue a 23 años el control del parque a un inversionista.
¿De dónde vendría la plata del turismo para el fondo que quieren crear?
Nosotros proponemos que el tema de la taquilla no debe entrar dentro de la concesión, cualquiera que sea. El 80 % de este ingreso debe ser invertido en conservación de la Sierra Nevada y del mismo Parque Tayrona. Eso va a beneficiar a todos, al campesinado, a los pueblos indígenas, pero sobre todo a las cuencas hídricas de la Sierra que son las que generan el desarrollo económico de la región. Si no se garantiza el flujo de agua suficiente a largo plazo, pues es muy complicado. Eso lo garantiza la preservación de los bosques, de los páramos y las lagunas, porque algunos ríos son de origen glaciar.
¿Cuál es la propuesta en cuanto al manejo del agua?
La Sierra es un reservorio de agua que provee a la agroindustria, a las ciudades y a la actividad turística. O sea, si no hay agua, no hay absolutamente nada. Pero, desde el factor agua, ¿cuál es el aporte que se le hace a la Sierra? No existe. Queremos crear una empresa pública de agua que suministre a las ciudades, empezando por Santa Marta y que ella lo pague, así se puede crear un fondo que garantice la protección de la Sierra Nevada. Eso sería un mecanismo, pero de iniciativa indígena. Esos son los cambios para hacer mejor aprovechamiento de los recursos y de los servicios ambientales. Queremos iniciar con este proceso, que además puede ser replicado en otras ciudades de la Sierra y del país.
¿Hay alguna condición en cuanto a la infraestructura a utilizarse para esta empresa?
No se pueden afectar las montañas, no se puede hacer una represa. Si nosotros podemos encontrar ingeniería que permita mantener estos estándares estamos de acuerdo en venderle a la ciudad agua con la empresa que estamos planteando. La idea es que la venta del mismo bien que nos da la naturaleza sirva para poder cuidar los ecosistemas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Queremos que haya una visión global de la Sierra. El problema es que hay más de 20 entidades territoriales, incluyendo alcaldías y gobernaciones, más las corporaciones, las áreas de parque y las ONG, más los actores de violencia. Debemos parar un poquito y pensar para hacer mejor las cosas y tener un futuro mejor, basado en el uso responsable de los recursos y que no se excluya a nadie.
¿Han consultado algún estudio que los oriente en términos de ingeniería para llevar a cabo la empresa que proponen?
Nosotros nos hemos acercado a varias universidades. Estamos por firmar un convenio con la Universidad de los Andes, porque esto tiene que estar soportado con estudios técnicos y especializados con mucha credibilidad. Una cosa es una idea y otra es cómo desarrollarla. Estamos en la revisión de documentos porque queremos tener esa posibilidad muy concreta. El tema más complicado es el interno por falta de experiencia, por ser novedoso y por falta de decisión. Un tema de este tipo que resuelve problemas tanto a la ciudad como a la Sierra es fundamental. Lo que tenemos ahora es una alianza con Conservación Internacional y su director Fabio Arjona. Hemos firmado un acuerdo de voluntades, un marco de entendimiento, para poder articular la visión de los pueblos indígenas y la visión de medioambiente científica. Si no hacemos esto se sigue subestimando el estándar ambiental de los pueblos indígenas como si eso fuera algo aislado y cultural.