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El alcalde Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suárez, vuelve a estar en el ojo del huracán y esta vez como consecuencia de unas declaraciones xenófobas.
De acuerdo con medios regionales, el pronunciamiento se dio cuando se le consultó sobre la atención médica a venezolanos en la ciudad, particularmente respecto a las venezolanas en estado de gestación.
“A las mujeres embarazadas las atendemos antes del parto, durante parto y postparto en el Isabu (Instituto de Salud de Bucaramanga). Ellas no costean nada, todo lo cubrimos nosotros con plata de la Alcaldía y de ustedes (bumangueses). Los partos que han tenido son como 400 al año, son una fábrica para hacer chinitos pobres”, afirmó.
Acto después Hernández declaró que, por falta de dinero, solo han podido ofrecer servicios esenciales de atención médica a las mujeres venezolanas en la capital santandereana.
Horas más tarde, el procurador general, Fernando Carillo, escribió en su cuenta de Twitter un comentario en el que rechazó la xenofobia en comentarios de personajes públicos, que aparentemente estaría relacionada con las declaraciones del mandatario local. “El machismo, la xenofobia y la aporofobia son malos consejeros de personajes públicos que deben dar buen ejemplo. Burdo ataque a las mujeres, a los venezolanos víctimas de una dictadura y a los niños”, escribió en su cuenta.