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Una alerta lanzó la Veeduría Ciudadana Activa Santandereana (CASA) tras conocer un reporte de la Corporación Autónoma Regional para la defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) en la que llamaba la atención a la alcaldesa del municipio de California (Santander), por el incremento inusual de las concentraciones de mercurio en los afluentes que surten de agua a Bucaramanga y su área metropolitana.
En la comunicación, se incluye un análisis del Acueducto de Bucaramanga en el que se evidencia “una concentración de mercurio total de 100 UG HG/L (microgramos de mercurio por litro de agua) cuando la norma establece como máximo 2 UG HG/L (microgramos de mercurio por litro de agua)”, que la veeduría CASA relaciona con minería ilegal que se estaría realizando en el municipio de California.
“Mineros artesanales e ilegales extraen en California, enormes cantidades de oro utilizando desmedidamente el mercurio en áreas del título minero de la multinacional ECO ORO, los cuales están siendo saqueados, generando una bonanza ilegal de recursos sin precedentes”, indicó la Veeduría CASA.
Pero además, alertan que esto se debería a los vertimientos domésticos que hacen más de 10.000 hogares en toda la provincia de Soto Norte, que no estarían tratando sus aguas residuales, lo que estaría afectando la calidad del agua que llega a la planta de tratamiento de agua potable Bosconia.
En respuesta, el gerente de la compañía del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, Hernán Clavijo, indicó que el documento citado por la veeduría hace referencia a un caso que se reportó el 23 febrero de este año, lo que obligó a suspender las operaciones de la planta por ocho horas, algo que no ocurría desde hace más de 20 años.
Sumado a esto, dio un parte de tranquilidad con respecto a la calidad del agua que se consume en Bucaramanga y resaltó que no está contaminada. “En el acueducto se hacen mediciones cada dos horas, pero ese día en febrero aumentamos la intensidad a cada media hora, por ocho horas, e identificamos 100 microgramos por litros, lo que significó 50 veces más el valor permitido de lo que se puede procesar en la planta. Realizamos las labores pertinentes para evitar la contaminación del agua que llega a los hogares”, dijo el funcionario a Radio Nacional.
Pese a esto, la veeduría pidió acciones de control ambiental, dado que los agricultores que se encuentran alrededor del río Suratá y la quebrada La Baja se surten directamente de los afluentes. “En esta zona el agua se utiliza para las huertas, los animales y nos preocupa”, dijo Martha Villona, cultivadora de la zona.