La Coordinadora Departamental de Organizaciones Sociales, Ambientales y Campesinas del Caquetá (Coordosac), denunció a través de redes sociales el asesinato de Luis Antonio Charry Naranjo, quien fungía como vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de la inspección de Bolivia, en el municipio de El Paujil.
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De acuerdo con información preliminar, hombres armados abordaron al líder comunal en su vivienda, donde departía junto a sus familiares. El hombre recibió varios impactos de bala.
“Con gran tristeza lamentamos y rechazamos el vil asesinato del líder Luis Antonio Charry Naranjo, (...) quien fue víctima de un ataque sicarial el jueves 15 de septiembre sobre la 8:00 p.m., mientras se encontraba compartiendo con su familia al interior de su hogar. Enviamos nuestras sinceras condolencias a sus amigos y familiares, y pedimos al Señor que les brinde consuelo por tan lamentable pérdida”, indicó el gobernador del Caquetá, Arnulfo Gasca.
Entretanto, Coordosac alertó al Gobierno nacional y a la comunidad internacional sobre la situación de riesgo que enfrentan los habitantes de El Paujil, San Vicente del Caguán, Montañita, Solano y Milán. Según expresó la coordinadora en un comunicado, en las últimas semanas se han registrado permanentes hechos de terror e intimidación por parte de grupos al margen de la ley.
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Además de rechazar el asesinato de Charry, Coordosac denunció que el pasado 15 de septiembre, tres hombres vestidos de negro aparecieron en la finca Ranilla de la vereda Tailandia (San Vicente del Caguán), preguntando por personas del corregimiento Ciudad Yari.
“Esto al parecer tiene su asidero en los panfletos que salieron en días anteriores, en los cuales apareció por redes sociales un comunicado que advierte sobre la presencia de un grupo que señala a varias personas como objetivo militar, ambientando posibles asesinatos”, señala la coordinadora, y recalcó que líderes de al menos 25 veredas de San Vicente del Caguán estarían en riesgo. “También se realizan señalamientos a las JAC y advierten que se harán cargo de la venta de coca”, agregó.
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Estos actos de violencia se suman al asesinato de un joven indígena de 17 años de edad, quien hacía parte del resguardo indígena de Agua Negra del pueblo Coreguaje, y del campesino Gustavo Marín, quien se encontraba con el menor de edad.