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A cinco horas del casco urbano y en un campamento de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocidas como “Clan del Golfo”, fueron liberados dos jóvenes de 14 y 16 años que pertenecían a las disidencias de las Farc. Los menores de edad habrían sido capturados por las AGC el 9 de junio de este año en inmediaciones de la vereda El Paraíso, Montecristo, en medio de un enfrentamiento con disidencias de las Farc que también hacen presencia en la zona.
En un primer momento, el frente Herlin Pino Duarte de este grupo armado intentó contactar a la Cruz Roja y la Defensoría del Pueblo para realizar la entrega de los menores, pero, según manifiestan las AGC en un comunicado que dieron a conocer este miércoles durante la liberación, ninguna de las dos entidades aceptó hacer parte de la comisión.
Por tal razón buscaron a la comunidad religiosa y a la personería municipal. El Espectador pudo conocer que el 13 de junio las Autodefensas enviaron cartas anónimas a dos religiosos del municipio y a la oficina de la entidad en Montecristo. Allí les indicaron al párroco, a los integrantes de la iglesia interamericana y al personero que querían entregarles a los jóvenes y les dejaron un número telefónico para iniciar las conversaciones. Luego de varios mensajes acordaron que serían tres las personas que conformarían la comisión para esta liberación, más un conductor del municipio encargado de acercarlos al campamento donde finalmente fueron entregados los menores.
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Hacia las 3:30 a.m. del miércoles 16 de junio la comisión integrada por el párroco de Montecristo, un pastor de la iglesia interamericana y el personero municipal, salieron en un viaje que demoró cinco horas hasta un punto alejado del casco urbano. Allí se encontraron con el primer anillo de seguridad de las AGC quienes se encargaron de guiarlos hasta el campamento donde se hallaban el comandante de este frente y los dos menores.
Durante la liberación, el comandante del frente Herlin Pino Duarte señaló que, al tratarse de menores de edad, lo que correspondía era la entrega. Agregó que se les dio un trato digno a los jóvenes y que fueron entregados en óptimas condiciones de salud. Esto fue corroborado posteriormente por un equipo médico y psicológico que atendió a los dos adolescentes a su llegada a Montecristo.
Este diario también conoció que el joven de 14 años que fue liberado ayer, es familiar de los sobrevivientes de la masacre de Quebrada Honda, vereda de Montecristo, perpetrada el 25 de diciembre del 2020 en la que fueron asesinadas cinco personas, entre ellas Rosa Mendoza, exguerrillera de las Farc que se había acogido a los Acuerdos de Paz de 2016. El menor llevaba siete meses con las disidencias y se había reencontrado con un primo que también integraba las filas de este grupo armado.
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Los dos adolescentes fueron entregados al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) quien los trasladó en helicóptero hasta Barrancabermeja.
Montecristo entre las Autodefensas, el Eln y las disidencias
El Espectador pudo contactar a varias autoridades de la región que conocen la difícil situación que se vive en este municipio de la mojana bolivarense. Entre febrero y junio de este año más de 500 personas se han desplazado de la zona minera de Montecristo, compuesta por los corregimientos del Dorado, Campoalegre y Villa Esperanza y las veredas de Culebras, Canónico, Paraíso y Bolivador.
Estos desplazamientos se deben a la llegada de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia a la zona minera, de donde se extrae oro y otros metales, lo que ha ocasionado fuertes enfrentamientos con el frente Guillermo Ariza del Eln, que históricamente ha controlado la región, y las disidencias de las Farc. Además de la disputa por el territorio y la minería, también se denuncia que los paramilitares han amenazado a la población, asesinado al menos a dos personas y violado a algunas mujeres, aunque no se tienen cifras consolidadas sobre estos hechos.
Según una de las fuentes consultadas por este diario, la persecución continúa en el casco urbano de Montecristo donde varios integrantes de las Autodenfesas hacen presencia, “las personas desplazadas del sector minero expresan sentir mucho miedo porque cuando los paramilitares salen de vacaciones se vienen al municipio y aquí se los encuentran”, señaló una de las personas que pidió reserva de su identidad por cuestiones de seguridad.
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Las autoridades militares señalan que este grupo armado puede tener entre 40 miembros activos y 40 auxiliadores más, pero las fuentes señalan que los hombres armados en la región superan los 100 y que están dotados de fusiles de largo alcance nuevos.
El control territorial de esta estructura armada se ha desarrollado de tal manera que en la cabecera municipal los ciudadanos acuden a ellos para resolver disputas como problemas personales, deudas, y otros temas relacionados.
El balance entregado por la Defensoría del Pueblo en sus últimas dos alertas tempranas para Montecristo en los últimos tres años, también señala la presencia de ciudadanos venezolanos los cuales han llegado hasta este municipio para insertarse en la economía de la minería ilegal. La entidad alerta sobre la explotación sexual a la que estarían siendo sometidas las mujeres extranjeras, muchas de ellas trasladadas desde el vecino país por una banda transnacional conocida como “Los Venecos” quienes les ofrecen falsas oportunidades laborales. Además de la instrumentalización por parte de los grupos armados, el ministerio público agrega que la xenofobía se presenta como otro factor de riesgo para esta población.
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Tanto la Defensoría, como las autoridades locales y regionales, han expresado en varios oportunidades la atención urgente que requiere la situación en Montecristo, no solo para enfrentar a los grupos armados que hacen presencia en la región, sino también para generar oportunidades laborales y mejorar la calidad en la prestación de servicios básicos como la salud y la educación.