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Vivir para dios y para sus hijos: así se presenta Obeserlada, una mujer de 70 años que vive hace 35 en Bahía Solano, Chocó. Fue desplazada de El Charco, Nariño, por el conflicto armado. Eso de vivir para dios y para sus hijos incluye cuidar a Besaida, de 39, que está en condición de discapacidad. “Es una cosa mental. También tiene los pies enrulaos y dos tumores, uno abajo y otro en la costilla. Si no hubiera sido por esta brigada, no sé cuándo hubiera podido tratar a mi hija”, dice Obeserlada, con su cabello y vestido blancos.
La brigada de salud a la que se refiere fue coordinada por la Fundación A-Kasa, la organización alemana Johanniter, y la Patrulla Aérea Colombiana. Estuvo en el municipio del 18 al 24 de abril, y brindó toda clase de servicios médicos, entre ellos el tratamiento a personas en condición de discapacidad, como Besaida.
Ella se encuentra entre las 660 personas que atendió la brigada en dos puntos del municipio: una de las instituciones educativas, y el único hospital que tiene, el Julio Figueroa Villa. Allí trabaja un médico general y ocho enfermeras por turno.
La Secretaría de Salud de Bahía Solano acepta que el tratamiento para las personas en condición de discapacidad no existe, pero ese no es el único problema que afronta el sistema de salud del municipio.
¿Qué pasa con el hospital?
Hace dos meses, el Tribunal Contencioso Administrativo del Chocó admitió una demanda instaurada por la personería municipal. ¿El motivo? Que, en otros corregimientos de Bahía Solano, entre esos El Valle y Cupica, los centros de salud llevan años sin recibir mejoras en sus instalaciones, y tampoco están en condiciones para atender a la población de manera digna. Hasta ahora, ni la Gobernación del departamento o la Secretaría de Salud Departamental del Ministerio de Seguridad Social se han pronunciado al respecto.
Otro de los problemas, según Carlos Mario Cardona, personero de Bahía Solano, es la movilidad: no todos los pobladores tienen la capacidad económica para comprar tiquetes de ida y regreso. Pero, en caso de que la consigan, el hospital Julio Figueroa Villa, en Mutis, tampoco tiene el mejor estado. Desde mediados de marzo, la torre del computador con el que tramitan las remisiones médicas a otros hospitales está dañada. “Tampoco hay consulta externa, sólo urgencias. Y eso porque apenas tienen dos médicos, entonces no dan abasto”, cuenta Carlos Mario.
Carolina*, integrante del personal de salud del hospital, dice que las condiciones del centro de salud son precarias: hay equipos que llevan años sin renovarse, e incluso la sala de parto no cuenta con un aire acondicionado adecuado.
¿IPS y EPS a la vez?
Comfachocó es una caja de compensación que funciona como IPS y EPS en Bahía Solano. Es la que tiene al mayor número de afiliados en ese municipio y, además, tiene presencia en todo el Chocó. Una de sus IPS es el hospital Julio Figueroa Villa. “Digamos que cuando la gente llega, entre comillas la atienden, pero el servicio es demorado”, cuenta Cardona.
Por ejemplo, la consulta externa estaba suspendida hasta el 5 de mayo porque sólo había dos médicos disponibles en Mutis y, como no daban abasto, únicamente se estaban atendiendo urgencias. Apenas el 6 volvieron a reanudar la atención completa, con prioridad a las embarazadas.
Respecto a las quejas, Comfachocó declara que “corresponden a un hecho atípico presentado la semana del lunes 25 de abril por la renuncia de dos de los médicos, quedando para la atención tres médicos, lo que provocó que no se atendiera la consulta externa por dos días. Todas las solicitudes realizadas al hospital fueron atendidas por urgencias y prioritaria. (…) Las citas correspondientes a consulta externa fueron reprogramadas y atendidas a los dos días después de los hechos que ocasionaron la dificultad”. También, según Comfachocó, hay cinco médicos en Bahía Solano: cuatro en Mutis, y uno en El Valle.
Pero las quejas, según la municipalidad, no son de ahora sino de hace tiempo. “Desde el mismo momento que llegamos a la administración hemos tenido una serie de dificultades porque tenemos una posición crítica frente a la actividad que ellos prestan. Por eso se ha venido reclamando que Comfachocó puede ser la EPS, pero no IPS”, afirma Ulmer Mosquera, alcalde de Bahía Solano.
Sin embargo, la ley dice lo contrario: los artículos 15 y 16 de la Ley 1122 de 2007 dicen que las Cajas de Compensación como Comfachocó sí pueden ser IPS y EPS a la vez, siempre y cuando no contraten –directamente o a través de terceros- con sus propias IPS más del 30 % del valor del gasto en salud. Además, deben contratar el 60 % de ese mismo gasto con Empresas Sociales del Estado.
A finales de 2020 la Superintendencia Nacional de Salud adoptó la medida preventiva de vigilancia especial a Comfachocó porque “estaba presentando pérdidas operacionales financieras acumuladas durante los últimos años, sobreendeudamiento, no tenía conformada una red de prestadores que garantizaran la cobertura integral en salud de sus afiliados. No garantizaba la alta complejidad y presentaba un elevado número de Peticiones, Quejas, Reclamos, Sugerencias o Denuncias”, dice Lina Casas, experta en economía de la Universidad de Antioquia.
Comfachocó le suministró pruebas a El Espectador que demostrarían que en estos momentos cumple con la ley.
Según el personero Cardona, aunque Comfachocó es la principal, no es la única entidad que presta servicios de salud en el municipio. “Hay un 50 % de población indígena que está afiliada a EPS que ni siquiera tienen sede en Bahía Solano. A veces Comfachocó los atiende, pero sólo cuando son urgencias”.
Bahía Solano sigue siendo un paraíso turístico para el avistamiento de ballenas y la pesca deportiva, pero su problema en sistema de salud no tiene solución a corto plazo. La Alcaldía afirma que las EPS son las culpables de la crisis, mientras las EPS e IPS dependen en gran medida de la Gobernación.
Mientras tanto, los habitantes de Bahía Solano permanecen en una realidad donde, quien consigue el pasaje para ir al hospital Julio Figuroa Villa u otro centro de salud, se arriesga a que las instituciones no puedan solucionar sus problemas.