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En los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Norte de Santander y Santander las gobernaciones identificaron en la reactivación de su red férrea una oportunidad para el desarrollo y la competitividad de sus territorios. Los proyectos en esta materia se combinan con las obras que adelantan para fortalecer las vías terciarias y secundarias, mejorar la infraestructura de eventos y de saneamiento y abastecimiento de agua como elementos clave para garantizar la integridad de sus habitantes.
Su apuesta hace parte de un proyecto nacional con el que se busca integrar de nuevo los trenes para el transporte de carga y de pasajeros en el país, lo que impacta directamente en la economía y en la calidad del servicio para los ciudadanos. Según datos del Viceministerio de Infraestructura, a 2023 solo el 37% de la red férrea nacional se encontraba en operación, dedicados a la carga de solo el 11% de los productos que se generan en el país.
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Sin embargo, en casos como el de Boyacá la gobernación impulsa la reactivación de ese sistema de transporte a través del proyecto del tren de mediana velocidad, uno de los más ambiciosos de la administración. Busca conectar a Boyacá y Bogotá, con paradas en los municipios de Duitama, Paipa y Tunja, para fortalecer el comercio y el turismo. En enero de 2024 la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el departamento firmaron un convenio interadministrativo para avanzar en su prefactibilidad.
El gobernador Carlos Amaya, presidente de la Federación Nacional de Departamentos (FND), señaló que “es vital trabajar por un tren de mediana velocidad, que sea eléctrico y permita la fácil comunicación de la capital del país con Boyacá; esto va a lograr que nos convirtamos en un departamento dormitorio”. Explicó que en Bogotá viven al menos 2.5 millones de boyacenses que podrían vivir en Boyacá y transportarse con rapidez y seguridad en este sistema, aportando al desarrollo económico de los dos lugares.
Por su parte Leonardo Álvarez, secretario de Infraestructura del departamento, agregó que el proyecto busca “acercar a Boyacá, generarle un gran crecimiento turístico y económico. Esa apuesta permite un desarrollo con el enfoque del Gobierno Nacional de rescatar la red férrea y permite modernizarnos y actualizarnos a las grandes economías”. Puntualizó que esperan terminar en octubre de 2024 la fase uno, correspondiente a la prefactibilidad, lo que daría lugar a que a finales de 2025 se culminen las fases dos y tres, de desarrollo técnico y presupuesto, para iniciar de forma posterior con la búsqueda de recursos.
A este proyecto se suma el propósito de “sacar adelante las siete vías del Pacto Bicentenario y suscribir un nuevo pacto con el Gobierno Nacional que permita fortalecer los corredores que nos comunican como región”, dijo Amaya. Entre esos proyectos se encuentra la vía Villa Pinzón - Turmequé - Tibaná, la carretera Tibaná - Chinavita - Garagoa - Las Juntas y las vías de comunicación con el Cocuy. En total, son al menos 67 corredores viales los que esperan mantener en las mejores condiciones.
En Cundinamarca, con los avances del Regiotram de Occidente, se busca también hacer más efectiva la comunicación entre Bogotá y los municipios de la Sabana. Este proyecto espera movilizar al menos 130.000 pasajeros diarios entre Facatativá y Bogotá, en un corredor férreo de cuarenta kilómetros que conectará también a los municipios de Funza, Mosquera y Madrid.
Para su construcción, cuyo costo estimado es de $3.6 billones, la nación aportará el 69% de los recursos y la Gobernación de Cundinamarca pondrá el 31% restante. Este proyecto será 100% eléctrico y se espera que esté conectado con la primera línea del Metro de Bogotá en la Calle 26 con Avenida Caracas. Actualmente se adelanta la construcción del patio taller en el sector del Corzo (Facatativá) con un avance del 13%. La Gobernación de Cundinamarca espera iniciar pronto las obras sobre el corredor férreo, para que el sistema de 18 trenes entre en operación hacia el año 2026.
El anuncio reciente del Ministerio de Ambiente sobre la exoneración de la licencia ambiental para proyectos ferroviarios basados en energías alternativas dio un nuevo impulso que agiliza esta iniciativa. Al respecto, el gobernador Jorge Rey aseguró que la decisión “permitirá que las obras del tren continúen; ya verán ustedes el desarrollo constructivo de la red férrea principal central, junto con las estaciones”.
Además, aclaró que el Regiotram de Occidente sí cumple con los requisitos ambientales, solo que “nos circunscribiremos a la guía ambiental PAGA, donde cada trámite ambiental será gestionado ante la autoridad territorial correspondiente”.
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Orlando Santiago Cely, gerente de la Empresa Férrea Regional de Cundinamarca, expresó que esta “solución de movilidad para la Occidente de Bogotá tiene un uso eficiente de los tiempos de viaje, al reducirlos de tres horas a cerca de una hora entre Facatativá y el centro de Bogotá; es un tren de alta tecnología, que usa un corredor férreo existente y un proyecto sostenible que da grandes beneficios al lograr una reducción del número de emisiones de CO2 cercana a las 165.000 toneladas”. El avance de las obras se combina con la construcción de un esquema de cultura ciudadana llamado “Cultura Regio”, con el que esperan lograr un buen uso y apropiación del sistema por parte de las personas.
Sin embargo, este no es el único proyecto en materia de conectividad. Yesenia Herreño, gerente del Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU), destacó varios proyectos viales, entre ellos el Fondo de Caminos Vecinales, que cuenta con entre $700.000 millones y un billón de pesos para desarrollar obras de intervención en las redes viales, vinculando también a las juntas de acción comunal. La funcionaria destacó además la importancia del “trabajo en equipo con Bogotá para adelantar proyectos, estudios y diseños (…) pues todo se relaciona entre el departamento y la capital”.
En línea con la modernización del transporte férreo en la región Centro se encuentran en desarrollo los estudios de viabilidad del Tren del Catatumbo, que busca conectar a Norte de Santander con el Caribe, potenciando el agro y el turismo. El estudio de viabilidad se adjudicó por más de $7.360 millones y en un plazo de cincuenta semanas se deben definir los aspectos técnicos, económicos, ambientales y sociales de la obra, para la cual hay dos rutas posibles; ambas partiendo desde Cúcuta y llegando hasta Gamarra (Cesar) o Santa Marta (Magdalena).
El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, expresó que “el objetivo es sacar carga hacia el mar Caribe; nosotros estamos atentos a su desarrollo porque este tren sí lo necesita la región”. Se espera que por esta línea se movilicen 2.62 millones de toneladas de productos como cereales, cerámicas, cemento, acero y metales.
Marcela Angulo, secretaria de Planeación y Desarrollo Territorial del departamento, reafirmó que este proyecto, que hace parte del Plan Nacional de Desarrollo, responde a “la idea de que nosotros podamos sacar nuestros productos, sobre todo en lo que somos fuertes, como la palma y el carbón. La geografía de Norte de Santander es bastante irregular y esto nos permite conectar de forma más rápida con los puertos del Caribe”.
Si embargo, ese no es el único proyecto en materia de infraestructura, pues la conectividad se complementa con la apuesta por hacer del departamento fronterizo un sitio clave para el desarrollo de eventos de alto impacto en el país. Tras ese objetivo se adelantan los proyectos del Centro de Eventos, Exposiciones e Innovación (CEEI), que ya cuenta con los recursos para que las obras inicien en un plazo menor a un mes. También el nuevo Centro de Convenciones en Villa del Rosario, para el cual el departamento acaba de recibir el aporte de $16.000 millones de FONTUR para completar su financiación.
La funcionaria destacó que “departamentos como el nuestro le apostamos a la apertura de fronteras para el desarrollo de Norte de Santander y de esa gran región que incluye al Táchira (Venezuela), que no cuentan con servicios como los centros de convenciones y exposiciones donde emprendedores venezolanos y nortesantandereanos puedan confluir en un solo espacio para la innovación”.
El gobernador Villamizar agregó respecto a estas obras que su objetivo es “que lleguen eventos de talla nacional e internacional a esta región, una apuesta importante que beneficiará los gremios, los sectores económicos y los ciudadanos”.
En Santander, si bien no hay un proyecto propio de reactivación de trenes, el gobernador Juvenal Díaz expresó que “la espina dorsal de la red férrea es la vía La Dorada-Chiriguaná, que pasa por Santander”. En ese sentido, la nación avanza en el estudio de la conexión del departamento con la red férrea en Duitama, lo que completaría la reactivación regional del sistema.
Sin embargo, allí el fuerte de la inversión es la intervención de vías. Entre los proyectos que mencionó el mandatario se destaca en Bucaramanga “el anillo vial externo, que es necesario para desembotellar el área metropolitana (…), nuestro gran reto es terminarlo y ampliarlo a doble calzada, para lo cual se requieren $544.000 millones que vamos a conseguir a través de valorización”.
Al anterior se suman el proyecto de la doble calzada entre Rionegro y Bucaramanga, para la cual “seguimos buscando acuerdos con las comunidades que nos permitan encontrar el cierre financiero”. También la doble calzada y la construcción de carriles de adelantamiento en la vía que de Bucaramanga conduce a Barbosa, así como la construcción de la vía Curos-Málaga, para la cual “logramos convencer al presidente de implementar el modelo financiero de traer las vigencias futuras a valor presente y así poder avanzar de forma significativa”, señaló el mandatario.
Los proyectos departamentales se suman al “trabajo conjunto con los gobernadores de los departamentos vecinos para solucionar problemas regionales como la vía Bucaramanga-Pamplona”. Pero ese no es el único tema sobre el cual el gobernador Díaz hizo un llamado a la articulación regional y nacional; también destacó otros como la “seguridad en conjunto con Antioquia y Bolívar, hemos tenido conversaciones con Boyacá para la maquila de nuestros nuevos licores departamentales y hemos analizado temas ambientales profundos que nos competen a todos”.
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De ese modo, la conectividad de la región Centro del país, así como el abordaje conjunto de temas de gran relevancia como la gestión del agua y la protección de los páramos, hacen parte de las apuestas de articulación de los cuatro departamentos, cuyo impacto no solo es regional sino también nacional en asuntos como el suministro hídrico y la conexión logística y comercial más allá de la frontera nacional.
*Este es un contenido desarrollado en el marco de la iniciativa Construyendo Regiones de Progreso, de la Federación Nacional de Departamentos, y apoyado por El Espectador.