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En las últimas horas, la Segunda División del Ejército denunció que un grupo de campesinos de Tibú, Norte de Santander, retuvo a un grupo de uniformados quienes realizaban trabajos de erradicación de cultivos ilícitos en la vereda Caño Indio.
Según informó el general Omar Sepúlveda, comandante de la Segunda División del Ejército, cerca de 300 “campesinos cocaleros, de una manera grosera, tajante, empleando piedras, palos y vías de hecho, han hecho que las tropas se queden concentradas y no tengan movilidad en el área general de la base militar”.
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Además, el comandante denunció que en la base donde permanecen las tropas cortaron el suministro de agua y de la luz, “con el único propósito de crear un malestar y sobre todo la flagrancia de estas comunidades campesinas y cocaleras que están en contra de nuestra fuerza pública”, agregó el general.
Por su parte, los campesinos de la zona manifestaron a través de un comunicado publicado por la Personería de Tibú que “en ningún momento hemos retenido ni maltratado a miembros del Ejército Nacional, que se encuentran en nuestros territorios en el ejercicio de la erradicación forzada”.
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Asimismo, la Personería, dio a conocer que, después de reunirse con cerca de mil campesinos de la zona, estos le manifestaron que las actividades de erradicación de cultivos ilícitos están afectando “la tranquilidad, la libre movilidad, la seguridad, lo cual limita la permanencia en el territorio de los campesinos”.
A raíz de esta situación, los campesinos de 17 veredas se declararon en asamblea permanente, para exigirle al Gobierno nacional, departamental y municipal “el cumplimiento efectivo y real del punto cuarto de los acuerdos suscritos con las FARC- EP en el proceso de paz, los cuales en la actualidad no se han implementado”.
Además, pidieron la conformación de una mesa técnica para atender el llamado de los campesinos de los cultivos de uso ilícito, y a su vez, solicitan que el Ejército pare la erradicación de los mismos hasta que se llegue a un acuerdo.