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Fue necesaria la intervención de un agente encubierto que logró identificar a quienes se encargaban de la comercialización de los estupefacientes en los barrios Santander, asentamiento humano 12 de Octubre, 23 de Junio, Pio XII, Girardot y Gaitán de Bucaramanga.
“Lo que se presume es que dotarían de estas sustancias varios puntos de comercialización en la zona norte y centro de la ciudad”, informó la Policía Metropolitana de Bucaramanga”.
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El coronel Juan Gómez, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, explicó cómo operaban los miembros de la banda: “Cumplían horarios establecidos y eran movidos a otros lugares bajo la complicidad de los conocidos como ‘campaneros’, quienes eran los encargados de permanecer después de que se movía el punto para notificar a los consumidores del nuevo sitio de expendio”.
La Defensoría del Pueblo emitió la alerta temprana 028 el pasado 17 de diciembre de 2021, debido al riesgo al que están expuestos los habitantes de Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta.
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“En estos municipios se están desarrollando actividades del narcotráfico que tienen que ver con el acopio, transporte y distribución de cocaína hacia otros mercados internos municipales y rurales. Y esto ha conllevado a que los grupos criminales busquen controlar el tráfico de estupefacientes desde zonas de retorno y reubicación, y sectores con altos índices de vulnerabilidad social”, indicó Carlos Camargo, defensor del Pueblo.
La alerta temprana también señaló que Bucaramanga y su Área Metropolitana han sido utilizadas como zona de refugio para el lavado de activos y el tránsito, albergue u ocultamiento de integrantes de grupos armados ilegales, ligados en algunos casos al conflicto armado y en otros al crimen organizado.
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La Defensoría también documentó un aumento de la instrumentalización de niños, niñas y adolescentes, de la violencia letal contra población socialmente estigmatizada, así como de las amenazas a líderes y lideresas sociales.