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Desde hace poco más de un mes, Edilberto Molina, alcalde de Cartagena del Chairá (Caquetá), no despacha desde el municipio en el que fue elegido. Tuvo que huir luego de recibir una amenaza de muerte por parte de alias Robledo, comandante de una disidencia de las Farc. “Con base en esa situación y las amenazas que recibía constantemente, decidí abandonar el municipio. Hace unos días fue dado de baja por la fuerza pública ese comandante. Pero esto genera más preocupación. Hace una semana salió un panfleto en el que amenazan a casi toda la clase política del departamento: alcaldes, al gobernador, representantes a la Cámara. Yo estoy entre los amenazados”, detalla Molina.
El panfleto al que se refiere el mandatario local aparece firmado por la estructura de disidencia de las Farc autodenominada Segunda Marquetalia, Bloque Sur, y en él declararon objetivo militar a líderes políticos, militares, periodistas y a quienes están “en contra de las ideas revolucionarias”.
El origen de las amenazas aún no está claro, pues las autoridades no han logrado confirmar si los responsables de las intimidaciones son las disidencias. “Lo del panfleto llamó la atención, pues en el caso mio me lo mandaron a mi despacho. Pero son las autoridades las que están investigando si es verdaderamente de un grupo al margen de la ley o si se trata de un tema político”, explicó Arnulfo Gasca Trujillo, gobernador de Caquetá.
En el panfleto, la Segunda Marquetalia (disidencia de las Farc liderada por Iván Márquez y Jesús Santrich) rechaza el apoyo que le han dado al Acuerdo Final de Paz los exintegrantes de la antigua guerrilla de las Farc que hoy están en la política. “Esos traidores que se encuentran viviendo como oligarcas son declarados objetivo militar”, dicen en el documento.
Harry González, representante a la Cámara por el Caquetá, cuyo nombre también figura en el listado, dio a conocer las amenazas ante la Fiscalía, la Defensoría, el Ministerio del Interior, el alto comisionado de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos, la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos (OEA). “Caquetá tiene un precedente muy malo de violencia política. Si esta amenaza es cierta, no solo sería atentar contra la vida de los que allí salen sino un retroceso de los Acuerdos de Paz”, explica González.
Para el alcalde de Cartagena del Chairá, la situación es alarmante pues se está incrementando el accionar de los grupos armados ilegales: “Anteriormente no tenían tanta expansión militar, pero con el paso del tiempo se van fortaleciendo y son un riesgo para la población. En esta ocasión, no tuve apoyo de ninguna entidad. Solo se hizo un estudio de riesgo, una llamada de la Unidad de Protección y no más. Ser declarado objetivo militar y que te respondan a los seis meses es muy complejo”.
El caso de las intimidaciones a los dirigentes políticos es un ejemplo de cómo la situación en el departamento se viene transformando por cuenta del fortalecimiento de estructuras armadas ilegales. Un panorama al que además hay que agregarle el asesinato, el pasado martes 30 de marzo, de Germán Medina, exgobernador del departamento, quien fue baleado por dos sujetos que llegaron en una motocicleta hasta su vivienda en el barrio Torazo, de Florencia. Medina fue elegido gobernador en 2009, con 37.000 votos, tras unas elecciones atípicas luego de que fuera asesinado el gobernador de la época, Luis Francisco Cuéllar.
La familia de Medina no relaciona el crimen con las disidencias. “Como familia, creemos que su muerte no fue por temas políticos. Porque no estamos en tiempos electorales y él no tenía más aspiraciones políticas”, asegura Arnulfo Pineda, sobrino del exgobernador.
El deterioro de la seguridad en el departamento y la proliferación de estructuras armadas viene llamando la atención desde hace un tiempo. Juana Valentina Cabezas, investigadora del Instituto de Estudios para la Paz (Indepaz), explica que en toda la región del oriente está presente el Bloque Suroriental, que es comandado por Gentil Duarte. En el caso específico de Caquetá, hay presencia del frente 1 de las disidencias, comandado por Iván Mordisco, quien tiene una estructura denominada el frente comandante Jorge Briceño Suárez, unidad John Linares. Entre los negocios ilícitos que dirige esa estructura está el tráfico de armas desde Brasil hasta Colombia.
“Allí también ha buscado entrar la Segunda Marquetalia, pero lo hacen desde más arriba hacia el Meta. Hay una intermitencia de la presencia de la Segunda Marquetalia y una tercerización por medio de bandas que hacen presencia en otros departamentos como Los Puntilleros”, explica Cabezas, además detalla que la Segunda Marquetalia se ha ido por el sur del Huila hacia los límites con el Cauca, para lograr entrar a Caquetá. En este último departamento lo que están haciendo es abrir pasos ilegales para conectar con Meta y Guaviare.
En Caquetá hay aproximadamente 520.000 habitantes. El 50 % de su población se encuentra en la zona rural. En varias zonas del departamento se ha reportado presencia de disidencias de las Farc, pero los municipios en los que ha sido más evidente el accionar han sido Cartagena del Chairá, Curillo y San José del Fragua.
“Hay un sector del Putumayo que tiene un corredor hacia Caquetá, por el municipio de San José de Fragua. Las autoridades ya están haciendo presencia en ese sector. El 9 de abril me reuní con los campesinos para que sientan que no están solos. Las disidencias los intimidan para que siembren coca y para que se nieguen a que el Ejército entre a los territorios”, asegura el gobernador de Caquetá.
Edilberto Molina, alcalde de Cartagena del Chairá, detalla que en su municipio se disputan una zona que conduce por el río Caguán y va hasta el río Caquetá, por la cual están traficando marihuana que viene desde el Cauca. Es un corredor que comunica con Brasil. “Cartagena es una zona bastante grande donde la fuerza pública no puede hacer presencia en todas partes. Por eso es que el control lo toman los grupos al margen de la ley”, concluye Molina.
Las extorsiones, el pan de cada día
En el Caquetá los grupos armados ilegales controlan la mayoría de los movimientos relacionados con las actividades económicas. Por ejemplo, se estima que en el departamento hay más de dos millones de cabezas de ganado, pero los ganaderos deben pagar “vacunas” de precios altísimos para poder adelantar sus labores. “Por ejemplo, pagan $10.000 por cabeza de ganado, $20 por litro de leche, $10.000 por hectárea de tierra. Aquí le sacan plata a todo el mundo”, asegura Molina, quien explica que la gente no denuncia por miedo, lo que ha hecho que la extorsión se naturalice.
Arnulfo Gasca Trujillo, gobernador de Caquetá, hizo un llamado al ministro de Defensa, Diego Molano, para que los ayude con pie de fuerza y seguridad para el departamento: “El país se construye desde las regiones. Caquetá para Colombia es una región importante. Producimos dos millones de litros de leche diarias, hay piscicultura, agricultura, plátano, café, cacao. No dejen al Caquetá a un lado, también somos Colombia”.