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Después de una visita realizada durante el fin de semana pasado al Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Mediana Seguridad de Riohacha, la Defensoría del Pueblo Regional Guajira reiteró a la Alcaldía de Riohacha y al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), la necesidad de tomar medidas urgentes ante la grave situación humanitaria que viven los internos.
Funcionarios de la Defensoría pudieron evidenciar las deplorables condiciones higiénicas en las que se encuentran los reclusos; así como la mala atención en salud a los internos enfermos, algunos con isquemia cerebral, otros con enfermedades de la piel a causa del hacinamiento, el calor y la falta de fluido eléctrico; otros convulsionan y muchos esperan desde hace más de un año una cita para cirugías o ser valorados por ortopedia.
El informe de la visita concluyó que los internos literalmente duermen unos encima de los otros, por lo cual las epidemias no se hacen esperar. El número de internos asciende a 538 en un lugar diseñado solo para 100 presos, lo cual implica un hacinamiento del 438%, el más alto del país que promedia un 54% (117.737 reclusos en centros de reclusión con capacidad para 76.519 internos).
La Defensoría del Pueblo ha venido haciendo seguimiento permanente a esta situación debido a que la cárcel de Riohacha ostenta el deshonroso primer lugar en hacinamiento entre las cárceles del país.
Justamente, por esta razón en junio de 2013 la Defensoría del Pueblo Regional Guajira instauró una tutela cuyo fallo ordenó instalar mesas de trabajo para buscar soluciones al problema. Sin embargo, hasta ahora solo se ha avanzado en la compra de un terreno para construir un nuevo centro carcelario, solución a largo plazo que no significa superar la actual crisis y vulneración de los derechos de los internos.