Las empresas camaroneras prohíben el ingreso de los pescadores a las ciénagas que se encuentran en sus terrenos. Quien se atreva a hacerlo puede ser atacado a bala por los guardias de seguridad.
Foto: Alfredo Molano Jimeno
Han pasado más de diez años desde la promulgación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, una norma que prometió revertir los efectos de la guerra sobre las víctimas y sus propiedades. En su momento se consideró que la tierra abandonada por cuenta del conflicto armado sobrepasaría los seis millones de hectáreas; sin embargo, esclarecer lo ocurrido en medio de la matazón ha sido más lento de lo que el país creía.