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                                                                                                                                Ciénagas, camarones y paramilitares en el canal del Dique

                                                                                                                                Esta historia hace parte de la guía periodística “Tierras, la raíz del conflicto. Pistas para cubrir el despejo y las luchas territoriales en Colombia”, publicada por Consejo de Redacción (CdR) con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer, que se lanzará en la Filbo este 30 de abril.

                                                                                                                                Alfredo Molano Jimeno*

                                                                                                                                Las empresas camaroneras prohíben el ingreso de los pescadores a las ciénagas que se encuentran en sus terrenos. Quien se atreva a hacerlo puede ser atacado a bala por los guardias de seguridad.
                                                                                                                                Foto: Alfredo Molano Jimeno
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

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                                                                                                                                Foto: Alfredo Molano Jimeno
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                                                                                                                                (Lo invitamos a leer: “La reconciliación es difícil sin voluntad política”: Oliver Dalichau)

                                                                                                                                Hasta el momento, la Unidad Administrativa para la Restitución de Tierras ha devuelto a sus propietarios 172 337 hectáreas, beneficiando a 33 081 personas, (menos de las que caben en un estadio de fútbol). Un balance que deja por fuera un despojo difícil de evidenciar y de revertir, que se ha dado contra territorios de comunidades negras y de terrenos baldíos, de propiedades del Estado, al que le han saqueado terrenos baldíos, humedales, ciénagas y playones…

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Los esclavizados que huían instauraron palenques donde preservaban su cultura y sus vidas. San Basilio es tal vez el más famoso de ellos, pero no el único. Por las ciénagas que se extienden entre Pasacaballos y Bocacerrada o Calamar se asentaron quienes se rebelaron a los esclavistas.

                                                                                                                                Pero en nuestra tradición, colonialista y eurocentrista, las rutas de cimarronaje han sido excluidas de la historia, y se le ha dado mayor relevancia a una obra de infraestructura. De manera tal que, dicen las enciclopedias, la historia del canal se remonta al siglo XVI, época desde la cual Cartagena buscó una vía de comunicación directa a la gran arteria fluvial del país, puesto que el comercio llegaba a su bahía, pero transportarla hasta el gran río de La Magdalena implicaba una tortuosa travesía en caminos que en invierno se hacían intransitables, porque más que caminos, lo que allí había —y hay aún— son ciénagas, playones y caños.

                                                                                                                                Además, para ese momento el puerto de Bocas de Ceniza, en Barranquilla, competía con Cartagena por el control del comercio. Fue así como en 1596 la Real Audiencia le concedió a Martín Camacho la reforma a la navegación por el río Magdalena y este inició los trabajos para unir las ciénagas y cortar camino.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                El 24 de junio de 1650 conectaron con el río y el 20 de agosto se celebró la inauguración del canal. En ese momento era una obra precaria que apenas unió los cuerpos de agua y que no permitía un comercio de gran envergadura. En septiembre de 1877, Rafael Núñez —presidente del Estado Soberano de Bolívar [división administrativa de entonces, hoy departamento de Bolívar]— contrató al ingeniero norteamericano J.J. Moore para la canalización y la limpieza del mismo. Las obras iniciaron en 1878 y se prolongaron por cuatro años.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Pasacaballos es un corregimiento de Cartagena, ubicado a 45 minutos de la ciudad amurallada. Foto: Alfredo Molano Jimeno

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Hoy es un canal de 115 kilómetros que conecta a 19 municipios de Atlántico, Bolívar y Sucre. Pasacaballos sirve de puerto sobre la bahía de Cartagena, mientras que Calamar y Bocacerrada, de punto de encuentro entre las aguas del Dique y las del río Magdalena. Es una subregión de gran valor ecológico. La riqueza hídrica alberga aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces y especies de invertebrados y de vegetación endémicos. Sobre su valor geográfico, basta pensar que es la autopista más antigua del país, con cerca de 430 años en funcionamiento y sobre la cual siguen lloviendo proyectos de infraestructura. El más reciente, denominado el megaproyecto de recuperación del canal del Dique, ha sido promovido por el gobierno Duque como si se tratara del culmen del progreso. Sin embargo, las comunidades de orillas del Dique lo advierten más como una pesadilla que traerá un nuevo desplazamiento para campesinos y pescadores.

                                                                                                                                (Lo invitamos a leer: En ocho departamentos de Colombia más de la mitad de sus habitantes son pobres)

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                No es la primera vez que a la gente del canal le echan cuentos de hadas que terminan siendo de espanto. Lo que han vivido los habitantes de estos municipios en nombre del progreso ha sido el saqueo a cargo del crecimiento empresarial y la guerra por cuenta de intereses estratégicos. Nada queda de las faenas de pescadores y cazadores en las ciénagas y humedales.

                                                                                                                                El pescado del almuerzo lo compramos en Pasacaballos antes de embarcarnos por el canal rumbo a la isla del Covado. “Qué bueno que usted lo está viendo con sus propios ojos, dotor. Estamos comprando para llevar lo que antes pescábamos en nuestras tierras”, me dijo uno de los campesinos antes de subirnos en la lancha que nos llevaría al predio la Lucha, en la isla del Covado, corregimiento de Lomas de Matunilla, municipio de Turbaná, Bolívar.

                                                                                                                                La guerra en el canal del Dique

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Para los nativos de las orillas del canal del Dique la guerra es invento del siglo XXI. En los tiempos coloniales estas ciénagas fueron un refugio de la barbarie. Muchos llegaron huyendo y otros compraron su libertad con el trabajo en la construcción del Dique. Al abandonar el ignominioso sistema esclavista, se formaban en cuadrillas que les permitieran sembrar, pescar y mantener mecanismos de autoprotección y seguridad.

                                                                                                                                Con el tiempo, las raíces africanas resurgieron en tonadas de tambor, bailes y fiestas, y en la recuperación de la medicina ancestral con plantas y santería; vinieron luego tiempos de adaptación, avance cultural y sincretismo, y por dos siglos convivieron tranquilamente, salvo pequeñas tensiones con las ambiciones empresariales de las élites costeñas sobre el canal y algunas inundaciones invernales.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Hasta los albores del siglo XXI los habitantes del canal vivieron pacíficamente. Todo cambió en los noventa. La apertura económica del gobierno de César Gaviria impulsó la actividad en el canal, y detrás de la plata y el desorden llegaron las Farc, instrumentalizando la zona para el contrabando de armas y asegurando un corredor de narcotráfico desde la serranía de San Lucas hasta el golfo de Morrosquillo.

                                                                                                                                Pero su hegemonía no duró mucho, y a finales de los años noventa empezaron a llegar campesinos desplazados por el camino de San Onofre y María La Baja, que es la esquina de Sucre que se mete al canal. Eran los días en que los Montes de María fueron arrasados por el paramilitarismo a punta de masacres: 70, contadas por el Centro Nacional de Memoria Histórica entre 1996 y 2001.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El paramilitarismo formalizó su llegada a la zona por la comunidad de Rocha, un corregimiento de Arjona que conecta con los Montes de María. Cuentan los habitantes que llegaron la última noche de velorio de un viejo muy querido en el pueblo y que fue a finales de diciembre de 2000. Recuerdan que los paras bajaron en camionetas desde Puerto Badel (Arjona) y uno de los carros se les varó, al darse cuenta de que no se podía arreglar, lo llevaron al lugar conocido como la Cruz de Mayo, centro de reunión de los rocheros, y le prendieron fuego. En una de las paredes contiguas a la plaza escribieron: “Somos las AUC y llegamos para quedarnos”, advirtiendo que iban a limpiar el pueblo de guerrilleros, cuatreros, drogadictos y ladrones. Algunos de los hombres que esa noche se presentaron uniformados y con las insignias de las AUC, meses antes habían llegado al pueblo haciéndose pasar por vendedores ambulantes de chucherías.

                                                                                                                                Unos jóvenes historiadores de la Universidad de Cartagena** reconstruyeron la tragedia que encarnó el paramilitarismo para Rocha y la parte alta del canal. Relatan que la primera reunión a la que convocaron a la comunidad fue en enero del año 2001. Para ese año, el alcalde del municipio de Arjona era Carlos Tinoco Orozco, quien asistió a una reunión con los jefes paramilitares: Uber Banquez, alias Juancho Dique; y Edwar Cobos, alias Diego Vecino.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El encuentro se dio en un predio conocido como Casa Loma. Allí los paras instalaron su cuartel y citaban tanto a la comunidad como a alcaldes, concejales, diputados, gobernadores, congresistas y toda suerte de servidores públicos. Se propusieron hacer un pacto como el que adelantaron en Ralito en 2002.

                                                                                                                                La estrategia era presentar el proyecto político-paramilitar y montar una estructura de incidencia electoral para asegurar el control político y administrativo de las rentas públicas. Con sangre se selló el pacto.

                                                                                                                                Los hermanos Valentín y Remigio Godoy sostienen un cartel en el que acusan a la empresa camaronera de haberlos despojado de sus tierras con ayuda del paramilitarismo. Foto: Alfredo Molano Jimeno

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                (Lo invitamos a leer: Cali: de la sucursal del cielo a la sucursal de la resistencia)

                                                                                                                                Así operó el paramilitarismo en el canal del Dique

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El Frente Canal del Dique fue una estructura que surgió del Bloque Montes de María que comandaban Rodrigo Mercado Peluffo (alias Cadena y quien luego fue asesinado), Uber Banquez (conocido como Juancho Dique) y Edward Cobos Téllez (alias Diego Vecino). Estos dos últimos, en libertad tras cumplir casi nueve años en prisión y quienes continúan declarando ante Justicia y Paz.

                                                                                                                                Banquez tiene 50 años, se desmovilizó hace 16 años, dejó las armas y ha venido haciendo aportes a la verdad y la reconciliación en la ruta de cimarronaje. Juancho Dique ha confesado detalles de la manera como operó el paramilitarismo en el canal: desde su génesis, describiendo las alianzas con la fuerza pública, la desaparición de personas y los intereses que llevaron a controlar estas ciénagas y humedales. El excomandante paramilitar explicó:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cuando estuve en la Convivir, en Lorica y los municipios cercanos a Córdoba, había presencia de guerrilla. Allá fue tan duro el conflicto entre 1998 y 2001 que realizamos la mayoría de las masacres. Yo participé en todas. En 2001, cuando ya teníamos limpia la zona y pasábamos de 300 hombres, miramos la posibilidad de crear otro grupo porque había unos empresarios que iban a cultivar palma en el canal del Dique y necesitaban seguridad, y había un brote de guerrilla y pillaje. Cuando fuimos a explorar la zona, Vicente Castaño vio que era una tierra muy hermosa y buena para sacar narcotráfico. Entonces salí para María La Baja con 20 hombres, más unas unidades que me dio Rodrigo. Llegué con tres misiones: cubrir las palmeras de los empresarios, montar la ruta del narcotráfico y abrirles paso a los políticos. Empezamos a trabajar primero con los líderes de la zona, después con los candidatos a concejos, luego con los candidatos a las alcaldías. Para ese momento ya teníamos mucho poder. Luego vino la gobernación, y estábamos en las elecciones legislativas y las presidenciales cuando se vivió todo un escándalo y la bulla de la parapolítica, cuando se le hizo campaña a mi amigo por allá.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El Frente Canal del Dique desarrolló un rito escabroso alrededor de su violencia: hasta allí llevaban jóvenes de toda la costa. De Cartagena y Barranquilla, de Sucre y Bolívar. Los llevaban para desmembrarlos y arrojarlos al canal; obligaron a las comunidades a presenciar su salvajismo para que “cogieran escarmiento”, les cambiaron los hábitos a las comunidades con toques de queda, asesinatos ejemplarizantes, violaciones en plaza pública y destierros; controlaron las fiestas, prohibieron jugar parqués en las calles y convirtieron lugares de la comunidad en centros de culto al asesinato. Compraron la tienda frente a la Cruz de Mayo, bautizaron sus camionetas de vidrios polarizados como “La última lágrima”, porque a quien allí subían era llevado a la loma del muerto, para el trágico final.

                                                                                                                                De esto, Banquez habla con frialdad y asegura que la orden de desaparecer a la gente vino de la fuerza pública:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La orden fue que hiciéramos como con la yuca: desaparecerla. Nosotros cogíamos a la gente, los desmembrábamos y los echábamos a las aguas del canal del Dique. Si dejábamos los cuerpos por ahí, la fuerza pública nos llamaba la atención y decía que se le iban a incrementar las estadísticas de violencia y que eso podría calentar la zona, traer a la gente de derechos humanos o terminar con el traslado de los comandantes que, incluso, podían perder sus ascensos. Entonces eso hacíamos con la gente de toda la zona, la llevábamos allá para practicarle el mismo procedimiento. Por ejemplo, pasaba que cuando capturaban a una persona en x municipio, le daban libertad y nos daban la instrucción a nosotros de cogerlo y desaparecerlo. Yo tengo todavía la orden de batalla de la Fuerza Naval de la costa. Allí hay centenares de personas sindicadas, con nombre, dirección, teléfono, a dónde van y toda esa vaina. A esos jóvenes los cogíamos, los desmembrábamos y arrojábamos a las aguas del canal del Dique. Hicimos un daño terrible.

                                                                                                                                Agua dulce y piscinas de sal

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Otro capítulo en el que Banquez tiene mucho por aportar es en el de los intereses económicos y políticos en la zona, desde el narcotráfico hasta el despojo de tierras, pasando por la manera como incidieron en elecciones y capturaron las rentas del Estado. La droga se encaletaba en carrotanques y la recibían en una trocha en el sector de Matunilla, según relatos de varios mandos medios del paramilitarismo. Se sacaba coca a razón de una tonelada al día. Los encargados de recibirla eran alias Alberto, Never, Walter, Tolima y Ramiro, según testimonio de Emiro Correa, alias Convivir. Alias Alberto —quien fue asesinado— era el comandante militar que controlaba la zona de Turbaná y Arjona. Las decisiones las tomaban Juancho Dique, Diego Vecino y Pedro Abelardo López Redondo (alias Píter), de quien Banquez sostiene que se codeaba en Cartagena con empresarios y políticos, cumpliendo una labor como asesor político y determinador de acciones de control estratégico político y territorial.

                                                                                                                                (Lo invitamos a ver: Herencias: diferencia entre las sucesiones intestadas y las testadas)

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Esta es la citación que le hizo alias Alberto (comandante del Frente Canal del Dique) a Orlando Godoy para que asistiera a la inspección de Policía de Lomas de Matunilla “para debatir el problema de las tierras del Covado”. El documento tiene sello de la alcaldía de Turbaná. Foto: Alfredo Molano Jimeno

                                                                                                                                Respecto a los intereses empresariales, Banquez habló de palma y camarones. Los primeros necesitaban seguridad para sus sembrados y los segundos —que llevaban en la zona desde finales de los ochenta— sufrían y siguen padeciendo el robo de su mercancía.

                                                                                                                                Camaroneras hay grandes y pequeñas y es tan importante este sector de la economía que las piscinas de cultivos de camarón se observan desde fotografías satelitales. Hoy tienen miles de hectáreas.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Banquez cuenta sobre su relación con empresarios y terratenientes:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Lo de la camaronera fue apoyado por mí. Píter se encargó de eso, de despojar esas tierras. Eso yo lo acepto a la hora que sea. El Frente Canal del Dique tenía tres asesores. Uno era alias Píter. Él se codeaba con toda la clase política de Cartagena, andaba de cena en cena, en camionetas de alta gama y en sus fiestas. Era mi asesor político y me tenía el control de Cartagena, conseguía los votos, los líderes de los barrios para las elecciones. También se encargaba de despojar las tierras para las camaroneras, para azúcar no sé qué, Manuelita o yo no sé quién era. Eso lo cuadraba él. Se reunía con todos los políticos corruptos de Cartagena. Esos políticos y empresarios son los que tienen que entregar esas tierras. Píter es el que sabe de todo eso.

                                                                                                                                En una posterior entrevista, a la que llegó con un archivo de Excel para detallar este episodio, explicó que hay varias camaroneras y empezó a leer nombres que darían para un nuevo capítulo de la paraeconomía:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Yo te digo: nosotros nos organizamos para prestarles protección a los empresarios, comerciantes, con todo lo que tenía que ver con la economía en la región. Para que ellos no fueran atacados, primero, por las guerrillas comunistas, y segundo, por la delincuencia común. Nosotros no llegamos a esos sectores por hobby. Íbamos detrás de un objetivo: todo lo que se movía en la zona tenía que contribuir con un impuesto de guerra, y las empresas camaroneras estaban en la zona de influencia del Frente Canal del Dique. De esto se encargaba el señor Pedro López, quien hablaba con los directivos de las camaroneras. Y estaba el comandante Alberto, que era muy reconocido en la zona y tenía mucho conocimiento de lo que estaba sucediendo.

                                                                                                                                Reconoce que también presionaron el desplazamiento de campesinos y los obligaron a vender sus tierras:

                                                                                                                                Lamentablemente esos campesinos salieron fue por el miedo, por temor a las autodefensas al mando de Alberto y de Píter. Todo despojo, desde 2001 hasta el 14 de junio de 2005 estuvo bajo responsabilidad de las autodefensas, que hacían presencia en esa zona bajo el mando del señor Alberto, y más el de los campesinos de los humedales cerca de las camaroneras.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Entre las empresas dedicadas a cría, producción y exportación de camarones en el canal del Dique está Océanos S. A., una empresa que opera en la región desde mediados de los años ochenta, que ha tenido distintos dueños y de cuya propiedad posee una porción importante el grupo empresarial Manuelita, dueño de uno de los principales ingenios del Valle del Cauca.

                                                                                                                                Océanos tiene, según su propio abogado Guillermo Forero, seis predios que suman poco más de 1588 hectáreas dedicadas a la cría de camarones. Uno de esos predios ubicado en la isla del Covado se encuentra en un litigio de restitución de tierras con una numerosa y tradicional familia de la zona: los Godoy.

                                                                                                                                Los Godoy contra Océanos

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En el corregimiento de Lomas de Matunilla existe un nudo de ciénagas que encierra una amplia porción de tierra cultivable a la que, sin ser una isla, llaman isla del Covado, y aparece referenciada en antiguos mapas y documentos. Allí se sitúa la familia Godoy que, según su tradición oral, llegó con José Gil Godoy, bisabuelo de quienes hoy enfrentan a Océanos en los tribunales. La empresa se fundó en las ciénagas en donde realizaba sus faenas de pesca José Gil. Su hijo, Manuel Godoy Vega, creció en el canal y en la segunda mitad de la década de los treinta compró a la familia Meza una tercera parte de la isla. Manuel murió en 1957 dejando esta tierra como herencia a sus hijos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Uno de ellos fue Remigio Godoy, quien murió en 2006 con alzhéimer y ya habiendo vendido a Océanos su propiedad en el predio denominado Caravajá. Predio que hoy se encuentra en litigio con los hijos y sobrinos del vendedor, quienes acusan a la empresa de haber comprado títulos conseguidos con engaños por el abogado Faustino López —quien, según los descendientes de Manuel, puso falsamente a Remigio como único heredero—. Luego de la venta los Godoy tomaron posesiones en el predio que está en litigio. Las posesiones les fueron compradas luego por Océanos y, según los campesinos, aceptaron los pagos bajo presiones de los paramilitares.

                                                                                                                                La familia Godoy tiene unos carteles con los que reclama el predio La Lucha y acusa a la empresa Océanos S. A. de haberlos despojado de sus tierras. Foto: Alfredo Molano Jimeno.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Por medio de su apoderado, el abogado Adil Meléndez, la familia Godoy adelanta contra la empresa y particulares que tuvieron vínculos con ella unos procesos penales, administrativos y de restitución de tierras. En el predio en cuestión, existe un terreno de 2000 metros cuadrados, reconocido por la empresa como parte de Caravajá y por los Godoy renombrado como La Lucha.

                                                                                                                                Allí se reunieron los nietos de Manuel. Uno de ellos, Valentín Godoy, narró:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Nosotros no sabíamos qué era un poder administrativo, por lo menos yo, que soy el más estudiado de mis hermanos, no sabía nada derecho, ahora es que estoy medio empapado en eso. Cuántas veces no leí ese poder, pero yo no sabía qué era, y que con eso el señor Faustino López podía comprar y vender. Y como mi papá era un señor iletrado que no sabía ni la “o” redonda, entonces el señor se aprovechó y mire lo cruel que es Océanos: con la escritura de mi abuelo fueron comprando todas estas tierras, las fueron anexando. Eso lo hizo el doctor Faustino López Mora que nos fue arropando a todos con la misma cobija. Nosotros somos dueños de todas estas tierras porque si tú con la escritura mía dices que yo le vendí al otro, al otro y al otro. ¿quién es el dueño de las tierras? Pues originalmente yo soy el dueño. Entonces nosotros somos los dueños de estas tierras, eso es fácil de probar porque eso es puro documento falso. Océanos dice que mi papá les hizo tres ventas: una en 2001, otra en 2002 y otra en 2003, y el viejo muere en el 2006 sin mente y con 90 y pico de años.

                                                                                                                                (Lo invitamos a leer: Todas las formas de liderazgo en Colombia están agotadas)

                                                                                                                                Hambre y sed

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Soy Elsa María Godoy Carmona, nacida y criada aquí dónde estoy parada. Soy de la sangre de los Godoy, de los dueños de este territorio por generaciones. ¿Años?, los tengo todos, la mayoría vividos en junta con ‘el profeta’. Él es mi marido. Yo vengo sufrida y despojada de nuestra casa, de nuestros terrenos porque de aquí salimos en ese tiempo de la violencia del rifle, por la fuerza de la empresa Océanos S. A. contra nosotros y por la matazón que hubo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Nos empujaron a muchos pa’ fuera y en todos esos años de destierro me mantuve adolorida y pensando imaginaciones para que mi marido las cogiera como si hubieran sido de su propia mente. Es que él quiere mucho su imaginación y por ese camino yo le llego al corazón. Tiro red y le pesco los recuerdos de la vida que tuvimos en nuestro territorio para que no se derrote y no le coja cariño al pueblo, ¡mejor que nos piense en la ciénaga!, por eso le digo: ‘¡La tierra no esta pérdida, mijo!’. Así como esta vieja lo espera cada día, esa tierra está allá alistándose para que usted le meta mano y la haga retoñar y de nuevo le saque de las entrañas felicidad, y que nos alimente a todos, a los hijos y nietos, y a los hijos de los nietos. Coco, maíz, yuca, ñame… ¡Y ese puesto, el mejor para que tire trasmayo, es todavía suyo en su caño favorito! Así fuimos, gente de tierra y de agua, y así volveremos a ser en la ciénaga; ella no nos ha olvidado, entonces, ¿por qué la vamos a dejar abandonada? ¿Por qué se la vamos a dejar fácil a quienes nos la quitaron?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Del hambre que nos han obligado nos ha nacido valor. El marido mío se llena el vacío que le causa el hambre de justicia a punta de las uñas que se arranca de los dedos a mordiscos desde la época de la violencia del fusil. Lo hace lentamente para ir amansándose los caballos que monta en la calentura de la sangre que lo habita. Para no dejarse malaconsejar de la rabia y terminar en tragedia, regando la sangre propia o la de otro... Por el momento él esta como el tigre que amaña la respiración y que no es presentido. Yo lo miro, lo acompaño, yo lo justifico en mi carne, pero esperando que no perdamos el alma y que podamos recobrar la tierra con la vida puesta.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Es que nos tocaron de las peores cosas. Llevo la sangre de mi papá, la de los Godoy. Imposible que no vea a los enemigos que amenazan mi territorio y que no esté dispuesta a defenderlo. La mayoría de por aquí somos de raza antigua, de aquella que fue esclavizada y encontró la libertad en fugas bravas. Se les terminó llamando cimarrones como al ganado rebelde del monte, como si fueran solo piel y huesos, seres desmentizados. Pero en sus tiempos de esclavitud, de la mano de indígenas traídos de otras tierras, lograron esto que se llama canal del Dique, que más que agua dulce de río, son nuestros sufrimientos y nuestras lágrimas corriendo, aumentando y disminuyendo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Yo me recuerdo de niña, contenta, creciendo libre en este territorio. Asegurada. Comida, casa, risa, papá, mamá, hermanos. Todo en un mismo sitio para mí. Mi carácter es como el de la ciénaga, amable pero impredecible a veces. Me conseguí por marido a José, que lo empezaríamos a llamar ‘el profeta’ desde la noche en que tuve el sueño del baile mojado. Yo soñé ese sueño hace unos 30 años largos. Ya llevábamos muchos años de matrimonio natural, es decir, hecho sin cura, a partir del puro gusto y de las ganas. José me sacó a vivir cuando yo tenía unos 15 años y él tenía unos poquitos más. Nos construyó con sus manos una casa —en esos tiempos todavía no le daba de comer sus uñas al hambre de justicia que se le abrió— que era un encierro de madera con techo de zinc. Sin lujos.

                                                                                                                                En la pared en donde teníamos el comedor no podía faltar cada año el almanaque Bristol, para que José supiera fechas, tiempos de la luna y de las lluvias con predicciones para siembras y cosechas. Era como un lujo necesario, que daba color a la casa con esa portada naranja. Estábamos organizaditos y vimos que todo era bueno y para bien.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Nos levantábamos cada día con contentura y respeto entre todos los que vivíamos en nuestra casa; saludábamos a la ciénaga, a los vecinos, atendíamos al fuereño, fuera el que fuera, y nos preocupábamos cuando llegaba gente extraña a la que no se le conocía ni el equipaje ni las intenciones y que nos provocaba malicia. Yo pasaba en la casa con las cosas de los hijos y recogiendo lo de pancoger a la orillita del río. Esperando a que José nos trajera la alegría, que era el pan de cada día transformado en terecay, ponche o chigüiro, chavarín o icoteíta, y mucho pescado.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Una noche, allá por los noventa, soñé el sueño del baile mojado. Vi agua rodeándome. Yo muy elegante, ofreciendo biche y bailando a la soledad. El agua que venía del viento me empapó todita. Yo creía que eso anunciaba felicidad. Le conté a José mi sueño y me arrancó de la felicidad con su profecía: ‘Son malas horas las que nos vendrán. No era alegría del cuerpo ese baile, eran temblores de espanto. No era biche para celebrar sino para enterrar la angustia, y no eran ropas elegantes para estreno, sino las que no tendrás’.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Dicha la profecía y fueron apenas como contaditos los pasos entre ese momento y cuando el mal sueño se hizo de carne. No sentía la diferencia entre el agua y el viento que nos enrollaban y nos dejaban sin aliento. Era como el fin del mundo por un diluvio, y yo preguntaba cómo era posible si Dios pactó con Noé y prometió que nunca diluviaría para acabar la tierra. Terminamos en una orilla sin ropa, salvamos la vida nuestra, las de los hijos y unos paisanos, no más. Todo lo que teníamos desapareció como si nunca hubieran sido mesa, cama, almanaque Bristol.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La tristeza mía era larga, pero José vio en esa orilla nuestro futuro. Para él no era derrota esa desgracia sino ganancia. Ahí nos plantamos con otros que sufrieron como nosotros, y al tiempo ya teníamos casa, cultivos, estábamos de nuevo organizaditos todos. La alegría nos llegaba de la mano de los hombres. Ese terreno no era nuestro, pero José lo creyó sin violencia y con posibilidades porque era del Banco Agrario. Pero el profeta se equivocó. Vinieron con palabras bien armadas hasta esa tierra que tenía por mal nombre El Desprecio. José y los otros hombres terminaron en la cárcel en Cartagena. Nosotras, las mujeres, afuera aguantando.

                                                                                                                                Al final ganó el desprecio. Nos derrotaron. Nos sacaron de lo que ya éramos con esa tierra; a la que le dimos de nuestro sudor y sangre para que se mantuviera viva. Y estamos otra vez por aquí en lucha por La Lucha, que es nuestra tierra a recobrar. Mi esposo, que niega ser profeta, sabe contar mirando al mañana, lo que ya sufrimos y lo que seguimos sufriendo, y con temblores de miedo por lo que él ha visto que viene.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Aquellos ya dijeron que van a entrar a quedarse con todo, que estuvieron viendo y que por aquí no hay gente, como si los cultivos y casas en Gambote no fueran de verdad. Se hacen los ciegos para quitarnos la vida de los cuerpos y volvernos solo almas y que seamos como el viento de la ciénaga: invisibles. Ya invisibles nosotros, ellos serán invencibles.

                                                                                                                                Pero que nadie olvide que los rocheros y toda la raza de este canal somos una misma sangre de al menos 400 años. Somos los herederos de los palenqueros que huyeron de Cartagena porque no quisieron seguir en la esclavitud y pedían la libertad en esta ciénaga. ¡Así que nos come el tigre o nosotros nos lo comemos, pero esto no queda así!”

                                                                                                                                Amaury José Castro, ‘el profeta’

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                A mí me tocó ir preso a San Diego con mi familia, con mi esposa y mis hijos, porque una corriente asesina nos arrastró. Nadando llegamos a una tierra que era de la Caja Agraria, del Gobierno. Yo pensaba: ahí no nos van a atropellar porque esa tierra es donde nos podemos parar. A donde nos arrastró el destino es donde está la finca llamada El Desprecio, que fue embargada a un señor de Turbaco. Y como campesino, conocedor de tierra, vi que ahí era donde nos podíamos parar.

                                                                                                                                ¿Pero qué hizo el municipio de Turbaná con nosotros? Nos puso un bus para que nos fuéramos, y nosotros ¿para dónde nos íbamos a ir?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El señor alcalde, cuando en esa época puso un bus con la Policía, dijo: ‘¡Salgan de la tierra, señores, porque esta casa, esta tierra, pertenece a la Caja Agraria!’, y nosotros le contestábamos que queríamos arreglar con la Caja Agraria o que el municipio nos buscara un terreno. ¡El terreno fue que para San Diego fuimos todos! Y las señoras quedaron afuera diciendo ¡hasta que no nos suelten los maridos, no nos vamos de Cartagena! Y las recogieron y las llevaron al parque Simón Bolívar, a todo ese poco de mujeres y niños, y nosotros metidos en San Diego luchando lo que es hoy Lomas de Matunilla, Pueblito, lo que era el terreno de la finca El Desprecio.

                                                                                                                                Mi mujer, antes de que nos perjudicara la corriente que nos dio ese ‘Desprecio’, se soñó en un baile raro: ella sola, repartiendo biche a las almas de la ciénaga. Tenía una maleta hecha y vestidos elegantes de esos que no se consiguen por aquí. El viento y el agua la envolvieron. Terminó de soñar creyendo que era un buen augurio porque había sentido el frescor del viento y el agua que la habían envuelto, y pensaba que las almas le habían recibido el biche como ofrenda por algún beneficio.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Yo claritico se lo dije, eso no era mensaje de nada bueno: ‘Mujer, estabas sola en el sueño porque lo conocido se te va a perder. El agua, el viento y la maleta juntos te mencionan claro un mal viaje. Y esas ropas finas son cosas que no has tenido ni vas a tener. Y ni las almas de la ciénaga ni nadie te recibieron el biche en el sueño, porque no había ni habrá nada que celebrar’.

                                                                                                                                Bueno, ¡dicho y cumplido! A los diítas, en plena noche, nos llegó la corriente. Nos sacó de la cama sin avisar. Nos dejó medio lo que teníamos puesto y el almanaque Bristol del año, acabado. La creciente fue a vomitarnos en esa finca llamada El Desprecio.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                ¡Las cosas que uno piensa en medio de la desgracia! A mí me dio por pensar cómo me hacía de falta haber comprado el Bristol de ese año, a lo mejor me habría informado de que venía semejante creciente. Lo que me devolvió al momento de la desgracia fue mirar que todos teníamos la vida puesta y que lo importante era organizarnos en esa tierra que nos iba a servir para levantarnos de nuevo. Mi mujer quedó muda en la angustia, se creyó culpable de habernos arrastrado a su pesadilla con los ojos abiertos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Intervinieron la Caja Agraria y el Incora. El Incora solucionó el problema de que nos dejaran, le pagó total a la Caja Agraria. Nosotros después cancelamos la tierra. Esa tierra está cancelada porque nosotros la compramos, se la pagamos al Incora, el Gobierno no nos ha dado nada. Nosotros no podemos decir ‘el Incora nos dio la tierra’. No señor. Se pagó con una plata que juntamos comunitariamente, trabajando siempre con la ayuda del equipo de Misioneros de la Bahía, evangélicos que se dedican a ayudar gente en esta tierra. Todavía están ahí ayudando.

                                                                                                                                Y le cuento de esta región hasta esta edad, 78 años de nacido, las incomodidades que hemos pasado, y ahora otras incomodidades más fuertes que estamos mirando: ¿de qué vamos a vivir con este estrechamiento? Así nos tienen unas empresas que se sienten con plata, con el poder en Colombia.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Es un ataque repetido. Cuando ya habíamos librado la tierra con el pago, fuimos atacados por la violencia y tuvimos que dejarla, algunos las vendieron por chatarra. Mejor dicho, salimos huyendo y nos la pagaron como les dio la gana. Yo me arranqué hasta las uñas a mordiscos y mi mujer dice que ese vicio se me despertó por el hambre de justicia. A este paso, terminaré tragándome las manos y los brazos. Y de todas maneras para qué manos o para qué brazos sin tierra para hacerla parir.

                                                                                                                                Contenedores de camarones en Pasacaballos, puerto de embarque del canal del Dique. Foto: Alfredo Molano Jimeno.
                                                                                                                                Foto: Alfredo Molano Jimeno

                                                                                                                                La tierra donde nosotros nos beneficiábamos la han llenado de agua salada las empresas Océanos S. A. y Manuelita. Esos sufrimientos los hemos venido pasando, fuimos desplazados porque los nativos del Covado tuvimos que trasladarnos para allá por las inundaciones.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Ahora volvimos y estamos sufriendo y pensando lo que se nos va a venir. Ahora no podemos cultivar lo que necesitamos para sobrevivir. Las ciénagas donde nos alimentábamos, donde pescábamos todas las comunidades. Acá venían a pescar desde Misión, Recreo, Leticia, Santa Ana, Ararca, hasta de Cartagena; de Bocachica venía gente a esta ciénaga. Ahora todo lo tiene la empresa Océanos con sus ‘personas especiales’, con el rifle y la escopeta en la mano para no dejar meter a ninguno a esa ciénaga a sacarse ni un pescado. Ahora, siendo pescadores de oficio, tenemos que comprar pescado yendo hasta Pasacaballos porque aquí no encontramos.

                                                                                                                                Entonces son atropellos tras atropellos, y el que nos va a venir ahora de acuerdo con la canalización del canal del Dique me pone a pensar con dolor que yo en la edad que tengo ya estoy pasando la temporada final, pero mis hijos y los hijos de mis hijos ¿dónde van a vivir?, ¿qué van a comer?, ¿qué alimento será el de ellos con este proyecto que nos va a venir? Esto va a ser peor. Esto serán aguas saladas. Por experiencia yo lo digo, nos van a sacar del canal del Dique.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                A mí me llaman ‘el profeta’ no tanto porque me le adelanto en visiones al día de mañana, sino porque tengo la experiencia de lo que puede suceder, porque eso ya se ha vivido por aquí. Vamos a tener pura agua salada a esta altura, vamos a esperar es hambre con el nuevo proyecto del Dique.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Las comunidades tranquilas de aquí de la región del canal del Dique hemos sido personas atropelladas. El Gobierno no debe permitir estos atropellos, deben mirar que los campesinos somos los que hacemos más, porque somos los que hacemos la comida. Señor presidente y señor gobernador y el que sea: ¡ustedes no siembran yuca, no siembran ñame, ni coco, ni nada, pero sí comen, y quienes los sembramos somos nosotros! Entonces miren esa parte, miren esa melodía que les tocamos para que bailen con nosotros bien. Es decir, tengan condolencia. Nosotros nos desvivimos por sembrar la comida para ustedes, para todos, entonces ¿por qué no nos dejan que también tengamos un regocijo en la vida para vivir, una ayuda, que nos sintamos alegres como trabajadores del campo? Y que mi mujer pueda tener sueños y no pesadillas.

                                                                                                                                La plata es la que da candela

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Mi nombre es Orlando Godoy Carmona, nacido y criado en el canal del Dique. Aquí donde estamos en este predio, corregimiento de Turbaná. Tengo 70 años. Aquí nació mi papá, aquí nació mi abuelo, se criaron y aquí murieron. Aquí nació mi abuela y aquí murió; aquí también nació y falleció mi mamá. Ahora yo tengo 70 años. Óigalo bien: 70 años de estar en esta tierra, en este territorio que es de nosotros, por generaciones. Esto no es que se lo estemos caroniando a nadie, sino que lo hemos cuidado todo el tiempo. La familia Godoy Carmona y la familia Godoy De Arco, que en ese caso era mi papá. Y en el caso de mi abuelo era Manuel Godoy Vega.

                                                                                                                                Orlando Godoy asegura haber sido presionado por Nicolás del Castillo, en ese entonces gerente de Océanos, para que vendiera su parcela.
                                                                                                                                Foto: Alfredo Molano Jimeno

                                                                                                                                Orlando Godoy asegura haber sido presionado por Nicolás del Castillo, en ese entonces gerente de Océanos, para que vendiera su parcela. Foto: Alfredo Molano Jimeno.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Esto aquí donde estamos se llama La Lucha, esto es territorio de nuestros padres. De aquí nos sacaron con amenazas y con engaños en 2001. Y le cuento que hemos sido atropellados porque si yo no le quiero vender a usted mi territorio ¡cómo me va a mandar llamar a la oficina y decirme a mí que la plata es la que da candela! Me dice: ¡o me vende a la buenas o me vende a las malas!

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La segunda se la hicieron los señores de Cardique [Corporación Autónoma Regional del canal del Dique] que acabaron todas esas tierras. Lo que es La Tapa, la ciénaga de Guaranao, Arroyo Hondo, Cotorrito, de Rabo Iguana, Charco Largo, el caño Torosangre. Todo eso era manglares. Y lo mandaron a tumbar. Cortaban ese poco de madera y le daban a la gente para que hicieran carbón. Pero nosotros los nativos no podemos abrir un cañito, ni podíamos cortar un palito para unas estacas porque enseguida nos cae Cardique. Yo tengo por ahí una multa de Cardique, no me acuerdo en qué año fue, por el hecho de que yo abrí mi canalito para sembrar mi poquito de arroz. En cambio, a Océanos sí lo dejan manejar miles de hectáreas de mangle como se les da la gana.

                                                                                                                                Y eso sin contar con los tiempos en que en el canal se podían contar los muertos que iban pasando: uno, dos, tres, cuatro, cinco... Y esto quedó tan abandonado aquí, tan dañado, que nosotros no podíamos pasar por aquí porque nos daban plomo. Por esos tiempos andaba por acá Nicolás del Castillo, el gerente de Océanos. Ese señor comenzó a amenazarme para que le vendiera mi parcela, me decía: ‘véndeme la parcela’. Yo le decía: ‘yo no le puedo vender mi parcela, doctor’.

                                                                                                                                —¿Y por qué no? –preguntó.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                —Porque nos da la vida a mi familia y a mí.

                                                                                                                                Dejamos el diálogo así, hasta que un día cualquiera me citó a la oficina y me dijo: ‘Orlando, tú sabes que la plata es la que da candela’.

                                                                                                                                —Sí, doctor, yo sé que la plata es la que da candela.

                                                                                                                                Yo vine, hablé con mi señora y le conté lo que me había pasado con Nicolás del Castillo y a ella se le aguaron los ojos y se puso a llorar. Yo dije: ‘Tenemos que venderle porque más no se puede hacer. Vivo es que uno hace, porque muerto no’.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Entonces el hombre me mandaba a cualquier hora en lanchas o por tierra gente que yo no conocía. A cualquier hora, por el día o por la noche. Resultaban tres o cuatro tipos ahí y me decían: ‘Orlando, ¡véndale la tierra a Nicolás!’ Yo les decía: ‘Yo no puedo vender mi tierra, hombre, yo no puedo vender mi parcelita porque es mi vida y la de mis hijos. ¡Yo no puedo!’ Entonces se iban.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Me seguía llegando esa gente que yo no conocía: 7, 8 de la noche y ahí me llegaban. Entonces, ya no pude más. Me pagó al precio que él manejaba, fue lo que él dijo. Nunca vimos a Nicolás del Castillo llegar por aquí con paramilitares, pero tenía ahí en la finca hombres armados con pistolas. Y eso fue tanta la presión que nos desalojaron de nuestra tierra con ese poder de las armas y el dinero. Entonces mire todo esto cómo está: lo único que se siembra aquí es en la orillita, nada más la orillita, pasando trabajo, matando hormiga, matando abeja. Pero bueno, acá estamos en La Lucha.

                                                                                                                                El pasado de Nicolás del Castillo

                                                                                                                                Nicolás del Castillo fue gerente de Océanos entre 1987 y 2011. Actualmente es director de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) del Ministerio de Agricultura y enfrenta un proceso penal por amenazas y desplazamiento forzado, interpuesto por Orlando Godoy.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La versión de Del Castillo sobre las acusaciones es que se trata de un acto malintencionado de una familia y sus abogados. Le pregunté si reconocía la frase “la plata es la que da candela” y contestó:

                                                                                                                                Esa frase nunca la dije. Ellos dicen que lo dije, pero no. Fui presidente del Club Cartagena, nadie más humano que yo en el trato que le daba al personal. Soy reconocido a nivel nacional como una persona tranquila. Hace un tiempo estuve como director de la Aunap en Rocha y Puerto Badel entregando unos programas de fomento. Fui solo, sin vigilancia, me tomé unas cervezas con ellos. Todo el mundo agradecido y feliz de volverme a ver, relató.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Sobre las compras de predios que hizo durante los 24 años en que fue gerente de Océanos sostuvo:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Yo trabajaba para una empresa que se llama Manuelita, Ingenio azucarero. Ellos ya habían adquirido unas tierras allá. Luego, como el negocio fue prosperando, como gerente le adquirimos unas tierras de Nicolás Curi, eran más de 600 hectáreas, donde estaba también Camarones del Caribe. Luego le adquirimos a la Reforestadora del Caribe, que pertenece al grupo Santo Domingo, cerca de 400 hectáreas, donde hicimos más camaroneras. Todas esas tierras fueron adquiridas en el orden de $1 000 000 a $2 000 000 la hectárea. Luego adquirimos también a una familia Godoy, que yo entiendo es la razón de esta entrevista. Le adquirimos a una familia Godoy varias tierras que nosotros ya habíamos comprado.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En la compra inicial de Manuelita, se le compraron a Alejandro Román Juan cerca de 1800 hectáreas, pero solamente se pudieron utilizar 740 porque había unos invasores. Esos invasores eran la familia Godoy y una empresa que se llamaba Equipos Técnicos. Con el afán de simplemente legalizar la escritura compramos a Equipos Técnicos también. Esa era una escritura que estaba sobre la nuestra. Con eso legalizamos cerca de 400 hectáreas adicionales. Luego a la familia Godoy, lo que es Tirsa, Elsa, Edilma, Remigio, Miguel Ángel de Arco —que es casado con una señora Godoy—, Orlando y Antonio les fuimos comprando poco a poco. Ellos me visitaban en la oficina y me solicitaban que les comprara tierras inservibles, eran casi manglares, tierras muy bajas, pero ellos estaban necesitados, entonces les compramos.

                                                                                                                                La familia Godoy ha solicitado su inscripción en el Registro de Tierras Despojadas. Esta es la notificación.
                                                                                                                                Foto: Alfredo Molano Jimeno

                                                                                                                                La familia Godoy ha solicitado su inscripción en el Registro de Tierras Despojadas. Esta es la notificación.

                                                                                                                                El señor Godoy que me demanda trabajó con la camaronera más de diez años. Estuvo en la nómina y ahora anda diciendo que yo estaba comprando a la fuerza, que los estaba desplazando, que iba con motosierra en mano y pues la gente me conoce sabe que no soy así, y mucho menos el grupo Manuelita.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Nosotros le llevamos mucho progreso a la zona, inclusive montamos una operación que se llamaba Progreso –Programa de beneficio social– donde había una trabajadora social, había médico, psicóloga. Hicimos mucho por la comunidad. Un taller de confecciones para que nos hicieran los uniformes. Yo, personalmente, regalé un lote de dos hectáreas para que se hicieran cultivos de frutas y hortalizas pegado a Puerto Badel. Hicimos también una colecta con clientes internacionales, y nos regalaron una ambulancia porque en el pueblo no había puesto de salud ni tenían hospital.

                                                                                                                                Si usted va a Puerto Badel, ahora hay más de 25 jubilados de la empresa. Una empresa que generó en su momento cerca de 400 empleos en la zona. Entonces uno cómo va a generar empleo, crear riqueza y al mismo tiempo aterrorizarlos. En Puerto Badel hay más de 5000 habitantes que pueden dar fe de la tranquilidad con la que se operó.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Yo tengo una demanda penal por parte del abogado del señor Orlando Godoy, quien fue el último que vendió. Cuando decidió retirarse, nosotros le compramos por ayudarlo. Al papá de todos ellos, el señor Remigio, yo iba con mis hijos de 5 y de 6 años a comprarle queso y a visitarlo. Nunca fui armado ni con nadie de seguridad, entonces el señor Orlando no aguanta un polígrafo. Hasta tengo llamadas de algunos familiares de él diciendo que no están de acuerdo con lo que está haciendo,

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Es cierto que en un momento llegaron los paramilitares, que nunca apoyamos. De hecho, a mí me amenazaron y tuve que montarme unos guardaespaldas, porque me mandaron una bomba a la casa. A mí el doctor Éder, accionista de Manuelita, me dijo: ‘Con la plata de Manuelita no se derrama una gota de sangre’. A mí eso nunca se me olvida, porque él además tenía cultivos de palma en el Llano y lo estaba amenazado la guerrilla. Él me dijo: ‘Nicolás, usted puede conjugar el verbo renunciar: yo renuncio; tú renuncias, pero a mí me puede pedir el verbo proteger y yo te protejo’. Hemos estado protegiéndonos toda la vida. Entonces nada ilegal. Lo más fácil es ir al pueblo y tener los testimonios.

                                                                                                                                Indagado sobre la cantidad de tierras adquiridas por Océanos, Del Castillo dijo:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cuando yo entré como gerente, la empresa tenía una escritura de 1800 hectáreas, de las cuales 740 estaban, digamos, sin invasión. Nosotros compramos un negocio funcionando. La primera escritura la compró la familia Echavarría, a Alejandro Román Juan, y nosotros les compramos a ellos un negocio que estaba casi quebrado. Lo compró Manuelita. Yo entré tres o cuatro meses después de que la compraran. Había 90 hectáreas. Cuando yo me retiré de la empresa había 1040 hectáreas en operación y yo estimo que unas 3500 hectáreas en tierra de total. Hicimos compras importantes a la Reforestadora del Caribe; a Nicolás Curi exalcalde de Cartagena; a Inversiones Sandford; a Edmundo Esquenazi y Jimmy Meyer. Ellos tenían una empresa de camaroneras. Compramos también a Jaime López, que era un ganadero que había en la zona. Yo terminé prácticamente con 1050 hectáreas en espejo de agua, y en total unas 1800 hectáreas netas de tierra. Además, había unas 500 a 1000 hectáreas que estaban disponibles, pero no eran aptas para ser camaroneras. Es el caso de la tierra de los Godoy, que era una tierra que se inundaba.

                                                                                                                                Sobre acusaciones de la familia Godoy de que Océanos creció apoyada por el paramilitarismo y con sus servicios de seguridad, Del Castillo aseguró:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Estoy dispuesto a sentarme con ellos y que me lo digan en mi cara. Manuelita y Océanos nunca apoyaron a los paramilitares y mucho menos forzaron a alguien a irse. Esas compras fueron humanitarias. Tierras que no valían nada se compraron simplemente para ayudarlos. Además, siempre se quejaban de que les salinizábamos las tierras, entonces para nosotros también era una ventaja si nos vendían. Nosotros nunca forzamos a nadie a vender.

                                                                                                                                En medio de la controversia entre las versiones de la familia Godoy y Del Castillo, consulté a Juancho Dique al respecto. Respondió que revisaría en un documento que tenía de las empresas con las que tenían relación las AUC en el canal del Dique, aunque enfatizó:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Nicolás del Castillo nunca se reunió conmigo. El perfil mío era muy alto, yo estaba en las montañas, pero su nombre sí aparece relacionado en el cuadro Excel que tengo, con 3000 hectáreas. Eso está en un computador que fue incautado en 2003 y está en poder de la Fiscalía. Ahí aparece relacionada la camaronera Océanos con Nicolás del Castillo y salen aportando unos dineros para los miembros de las autodefensas, que recolectaba el señor Miguel, bajo el mando de Píter y de Alberto. Eso sí, yo con ese señor nunca me reuní. Ni lo conocí.

                                                                                                                                Sobre la existencia del archivo que menciona Banquez, Del Castillo se defiende:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Eso es falso. Nunca le dimos a nadie del paramilitarismo, ¡totalmente falso! Yo puedo demostrar cómo me tocó montarme un esquema de seguridad porque ellos me amenazaron a mí por no darles nada. Los paramilitares llegaron a la zona. Nuestro mejor año de producción y de resultados económicos fue el 2000. Los paramilitares sí aparecen en la zona después, afectando a la población de Puerto Badel, haciéndolos cumplir horarios y una disciplina. A mí me abordaron en el aeropuerto de Cartagena sin que yo supiera, y yo les dije: ‘Soy una empresa completamente legal, yo hago mis aportes, a mis empleados les pago salarios como es’. Me dijeron: ‘Usted no puede ser gris, usted tiene que ser blanco o negro’. Yo les dije que no podía aportarles nada. Así que, si hay algún registro de aporte nuestro, es falso, con toda seguridad es un invento de alguien por tratar de manipular a una empresa como Manuelita. Es muy sorpresivo para mí encontrarme con una demanda penal en la Fiscalía, una demanda por desplazamiento en El Carmen de Bolívar y en la Unidad de Restitución de Tierras, cosa que yo nunca hice.

                                                                                                                                La defensa de Océanos

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Un conocido y respetado abogado, Guillermo Forero, ejerce la representación legal del grupo Manuelita en lo que a Océanos respecta. Desde 2018 ha estado revisando en detalle la historia de la empresa y señala que en la información que ha podido recabar advierte de una ocupación ilegal de 2000 metros mantenida desde el 11 de abril de 2019 por algunos miembros de la familia Godoy, a quienes la camaronera ya les había comprado sus derechos de posesión en 2002, tras haber negociado y comprado el 20 junio de 2000 la propiedad en su extensión total a Alejandro Román y negociado la posesión con el patriarca familiar Remigio Godoy.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Según el abogado Forero, Océanos empezó a comprar tierras en la isla del Covado a finales de los ochenta y en 1998 compró a una camaronera en quiebra. Hoy la empresa posee siete títulos de propiedad y adquirió 32 posesiones, entre ellas las de la familia Godoy: “En 2019 es cuando entró una invasión a un predio que se llama Caravajá. Los invasores son de la familia Godoy, unas 20 o 30 personas. Sobre este asunto es que tenemos acciones de diferente naturaleza”, detalla el abogado, y agrega que Océanos enfrenta tres procesos con las mismas personas como demandante, peticionarios y demandados.

                                                                                                                                El apoderado de la empresa dice que actualmente se avanza en una demanda reivindicatoria del derecho, establecida por Océanos, contra las personas que entraron al predio:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En el reivindicatorio, Océanos es el demandante acompañado de una denuncia penal por el delito de invasión del terreno. Océanos, además, ha presentado 11 denuncias penales contra personas que no son miembros de la familia Godoy. Desde hace seis o siete años hemos interpuesto denuncias por robo de camarón y por tentativa de homicidio al personal de seguridad, que pertenece a una compañía de vigilancia privada autorizada por la Superintendencia de Vigilancia en este predio de Caravajá, donde Océanos compró la propiedad y también compró las posesiones de los hijos de Remigio Godoy y de otras personas. Pero los hijos de Remigio que tenían posesión no aceptaron tan fácilmente la venta de la propiedad por parte del papá porque exigían derechos a la posesión y por eso se hicieron las escrituras públicas de esas posesiones y se pagó lo acordado en el año 2002 por notaría.

                                                                                                                                Las empresas camaroneras prohíben el ingreso de los pescadores a las ciénagas que se encuentran en sus terrenos. Quien se atreva a hacerlo puede ser atacado a bala por los guardias de seguridad. Foto: Alfredo Molano Jimeno.

                                                                                                                                Sobre el terreno en litigio (Caravajá), Forero declara que:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Es una extensión de tierra de unas 168 hectáreas, que fue tomada por algunos Godoy y otras personas en un área de más o menos 2000 metros, donde ponen un letrero con el nombre La Lucha. Yo fui contratado para el proceso reivindicatorio civil, que fue interpuesto ante el juez de Turbaco. La demanda se registró en el folio de matrícula inmobiliaria como medida cautelar. La demanda de Océanos es contra las personas de apellido Godoy que quedaron registradas y que hoy en día están en el predio.

                                                                                                                                Explica, a su vez, que paralelamente a este proceso, sobre el mismo predio Caravajá, la familia Godoy inició el proceso de restitución de tierras, denominando el predio como La Lucha, bajo el amparo de la ley, presumiendo desplazamiento forzado o despojo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Por eso interviene la Unidad de Restitución de Tierras, pues los peticionarios presumen que fueron despojados o desplazados forzosamente. En ese contexto, Forero abogados y Ciencia Política S. A. S. hicieron un contrato de prestación de servicios con Océanos para representar los intereses de ellos en el proceso ante la Unidad de Restitución de Tierras, y en el proceso reivindicatorio. La contraparte son Antonio Godoy, Orlando Godoy, Remigio Godoy Correa Junior, Valentín Godoy Correa, Orlando Godoy.

                                                                                                                                Y existe un tercer proceso, interpuesto por la familia Godoy ante la Agencia Nacional de Tierras. En este proceso, se busca establecer si la propiedad de Océanos y de otros 20 predios corresponde a tierras baldías, si estas salieron del Estado de manera correcta y si tiene una cadena traditoria de más de 30 años debidamente inscrita.

                                                                                                                                Para el abogado de Océanos hay que esclarecer:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Si es baldío o no es baldío, si Océanos hizo ocupación de cuerpos de agua. Y si estos son públicos o reservados o tiene alguna restricción por su función ambiental, observando entonces el impacto que hayan tenido las construcciones sobre las mismas.

                                                                                                                                Este tema resulta pertinente, dado que, en materia de derecho agrario, los cuerpos de agua, ciénagas o humedales son territorios baldíos que pertenecen a la nación y tienen un carácter inalienable, inembargable e imprescriptible; falta esclarecer si esta condición es aplicable a los predios de la isla del Covado, pues existen algunas excepciones en la norma que permiten que estos cuerpos de agua hagan parte de predios privados.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En cuanto a presencia paramilitar en la región, Forero asegura: “Todos sabemos que el paramilitarismo extendió sus garras por toda Colombia y si hubo posicionamiento allá, pues uno pensaría que es lógico que las posesiones fueron vendidas bajo presión, sin embargo, como abogado, advierto que no he tenido ninguna evidencia del relato que han hecho los señores Godoy”. Para Forero, se observa es una diferencia familiar y que lo que hizo la empresa fue pagar dos veces el predio: la extensión total al progenitor y las posesiones de los hijos y otros.

                                                                                                                                En concepto de Forero:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Las empresas que se favorecen del capitalismo por lo general prefieren no meterse en manejos ilegales, y afrontar las situaciones por medio de pagos legales y no meterse con el paramilitarismo. No es la regla porque hay algunas empresas que sí se han metido con el paramilitarismo, pero digamos que la prueba que yo tengo hasta el día de hoy es que todo fue legal salvo que algo diga que esa compraventa sí se dio bajo la presión paramilitar; no puedo negarlo ni puedo afirmarlo.

                                                                                                                                Para el abogado Forero, precisamente el proceso de restitución de tierras busca llegar a encontrar quién tiene la razón, si los reclamantes o la empresa.

                                                                                                                                El defensor de los Godoy

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Adil Meléndez no sólo es abogado sino también es raizal del canal del Dique. “Hoy lo que escucho de viva voz de los rocheros es que se ganan $17 000 en dos semanas: que ya no pueden pescar en ninguna de esas ciénagas porque la empresa las privatizó, se las cogió”, alega. Meléndez es el apoderado por la familia Godoy contra Océanos:

                                                                                                                                Hay despojo de cuerpos de aguas, de tierra y territorio en el canal del Dique y la isla del Covado. Es una apropiación ilegal cuyo resultado es la explotación camaronera a partir de atentados, masacres y descuartizamientos que ocurrieron en esta región, donde presuntamente las empresas camaroneras se asociaron con grupos paramilitares para despojar a campesinos de sus tierras con la anuencia y el apoyo de Cardique. De ahí que yo diga que los que tenemos aquí son camarones con sangre.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Meléndez sostiene que “la empresa Océanos en quince o veinte años que lleva en la región ha hecho inversiones de responsabilidad social con el fin de cooptar a las comunidades. Cuando estas familias cimarronas tomaron la decisión de retornar al predio, se presuponía que en cuestión de una semana serían desalojados. Entonces pidieron el apoyo de la Alcaldía de Arjona y de Turbaná, pero no lo encontraron. Vencidos los términos para iniciar la acción de desalojo, la Policía de Arjona, instigada por la empresa, trató de sacarlos. Luego el intendente de la época (2019-2020) vino a tratar de sacar a la gente, actuando en manguala con el comandante de la policía de Bolívar, ya ambos denunciados por nosotros. La empresa ha actuado como una verdadera organización paramilitar””.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El abogado Meléndez también se queja de la falta de intervención de las autoridades para proteger el medio ambiente: “No hemos encontrado el apoyo de la Procuraduría ambiental y mucho menos de la Procuraduría étnica. Se les ha citado varias veces y no han venido. En mayo de 2019 llegaron unos hombres encapuchados pero la Policía ni siquiera les exigió identificarse porque los superaban en cantidad. Después la empresa dijo que eran trabajadores de ellos y que esa era la forma como vestían para protegerse”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El abogado y sus representados mencionan que la empresa actúa contra la vida de los pescadores y que utiliza técnicas de miedo y presión que han impedido que otros pobladores se sumen a la lucha contra la empresa, pues según ellos el despojo va desde San Onofre a Bocacerrada, y que toca territorios colectivos de comunidades que han sido presionados para evitar que entren en esta disputa. Al respecto narra que “a las comunidades las obligaban a ser testigos de los asesinatos cometidos por los paras, la fiesta de la motosierra. Entonces cuando la comunidad ha sido testigo de un crimen en que cercenaban cuerpos con machete o con motosierra, no creo que tengan el valor suficiente para enfrentarse en este proceso”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                También menciona que ha identificado presiones por parte de Nicolás del Castillo, a quien el abogado señala como un “reconocido aliado de los paramilitares en esta actividad de despojo y que con un cargo público está comprando el consentimiento a las comunidades entregando botes y equipo de pesca, intentando así dividir a la comunidad”. El abogado considera preocupante “la ausencia de la Procuraduría ambiental y el hecho de que la Alcaldía de Turbaná no haya transcrito los audios de las audiencias que se realizaron allí. También nos preocupa el silencio de la Agencia Nacional de Tierras en el proceso de clarificación de la propiedad”.

                                                                                                                                El canal del Dique es transitado por remolques de carga con los que sacan los camarones. Foto: Alfredo Molano Jimeno.
                                                                                                                                Foto: Alfredo Molano Jimeno
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Según él, la zona en litigio era apta para sembrar arroz, pero hoy es un peladero por cuenta de las obras que ha adelantado la empresa con la anuencia de Cardique, y explica: “La empresa no quiere que se abra la comunicación de las ciénagas y el canal, que lograría el intercambio de agua y oxigenación, el ingreso de peces a la ciénaga y la circulación de materia orgánica hasta donde los campesinos puedan sembrar”. Hoy, según el abogado, se ha cerrado el intercambio de aguas a las ciénagas y caños para lograr la concentración de agua salada que necesitan los camarones, lo que a su vez ocasiona una gran mortandad de peces por la falta de oxígeno, y la afectación de la economía de los campesinos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Para el abogado, “lo cierto es que toda la planta física de la empresa está dentro de baldíos, que son las ciénagas, los manglares, los humedales, que eran de las comunidades de San Onofre, San Antonio, María La Baja, Arjona y Cartagena”. Meléndez también advierte que esta ha sido una zona históricamente utilizada para el narcotráfico. En los años 1980 había una pista de aterrizaje y una de las primeras empresas –estamos hablando de Camarones del Caribe– estuvo muy activa en presuntos actos de narcotráfico. Ahora es zona de desastre ambiental y social y persiste la opresión sobre las comunidades”.

                                                                                                                                El abogado asegura que Cardique es aliado de las empresas camaroneras que han destruido los ecosistemas. Y que las empresas, para apropiarse de estas ciénagas, han alterado el sistema hídrico del canal del Dique. Asegura también que:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cuando no pudieron obtenerlo a partir de afectar las tierras de los campesinos, destruyendo la capa vegetal de la tierra, se asociaron con los paramilitares tal como está dicho en una citación que le hicieron al señor Orlando Godoy, quien fue amenazado e intimidado por el señor Nicolás del Castillo, quien, en voces de los campesinos, se paseaba en yate por la región del canal del Dique con un escuadrón de paramilitares u hombres armados.

                                                                                                                                Así se ve la foto satelital del área donde Océanos y otras empresas han construido las piscinas de cría de camarones.
                                                                                                                                Foto: Alfredo Molano Jimeno

                                                                                                                                Según este apoderado, esta fue la manera como la empresa se apropió de más del 80 % de las ciénagas del Covado y destruyó las que no podía intervenir:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El proceso jurídico por parte de los Godoy cuenta con una denuncia penal que está activa de Policía judicial, etapa en la que se debe escuchar a las víctimas que han sido despojadas. También tenemos denuncia penal contra los señores Fredy López, Nicolás del Castillo, Uber Banquez Martínez y otros paramilitares que estuvieron en este de despojo. Adicionalmente se denunció penalmente al coronel de la Policía de Bolívar, porque autorizó de manera irregular el desalojo de las comunidades, y también al intendente de la Policía de Arjona por amenazas, hostigamiento y procedimiento irregular que adelantó en esa zona en febrero de 2020.

                                                                                                                                Y señala, además:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Hoy todas estas denuncias están en punto muerto, pero también tenemos un proceso de restitución de tierras que fue fallado contra los campesinos en primera instancia. Solicitamos nuevas pruebas y a la fecha no se han escuchado por segunda vez los testimonios. En este momento estamos esperando si la Unidad de Restitución de Tierras acoge nuestras pretensiones y envía el proceso a un juez de tierras. Al mismo tiempo, estamos próximos a presentar una acción popular porque como aquí ha habido un daño al equilibrio ecológico y ambiental, la destrucción de los ecosistemas, la apropiación ilegal de bienes baldíos, de bienes de uso público, pues la acción popular se presentará en instancias judiciales bien sea ante el Tribunal Superior Administrativo de Bolívar o el de Cundinamarca.

                                                                                                                                Y concluye con estas palabras el abogado Meléndez:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Estamos hablando de que por muy poco que tengan las camaroneras, tienen 6000 hectáreas entre bienes privados y de uso público comprendidos como terrenos baldíos. Nosotros tenemos identificados a los Consejos Comunitarios que están actuando en asocio con la empresa, y de cómo se valieron de un abogado —Faustino López Mora— quien se ganó la confianza de las comunidades, les prometió la legalización de sus predios y en muchos casos le firmaron poderes, y con eso vendió sus tierras. Es ahí donde el señor Manuel Godoy, el abuelo de Antonio Godoy, aparece firmando un poder casi 40 años después de haberse muerto y aparece en una sucesión universal, que supuestamente le otorga a uno solo de sus hijos. Esa manera truculenta la hizo el señor Faustino López Mora, que debe tener ya casi 80 años y fue el artífice de ese despojo, les dio apariencia de legalidad a muchos terrenos baldíos, a muchos playones, para legalizar el despojo de la empresa Océanos S. A., en esa época llamada Camarones del Caribe.

                                                                                                                                Este es un contrapunteo jurídico de hondo calado. Una tierra encerrada por ciénagas y humedales que tienen ocupaciones desde hace 400 años, con historia de sangre y lucha desde la esclavitud hasta el paramilitarismo, y hoy en un litigio por una familia de campesinos y pescadores que pelean unos pocos metros de tierra alegando tener una tradición antigua y haber sido víctimas de despojo por una poderosa camaronera, cuyas propiedades se extienden por miles de hectáreas.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Un enfrentamiento que tiene aspectos administrativos, ambientales y penales, y sin fáciles conclusiones. La resolución deberá ser tomada por los jueces de la república, atendiendo un vasto material documental, y a sabiendas de que por esta arteria que comunica a Cartagena con el río Magdalena circulan demasiados intereses.

                                                                                                                                * En colaboración con Natalia Peña Beltrán.

                                                                                                                                ** Jasmar Jesús Pájaro Martínez, Karen Sofía Durán Acero y Belky Cardona Bonilla.

                                                                                                                                Por Alfredo Molano Jimeno*

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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