Cinco países latinoamericanos lanzaron alerta por deforestación en la Amazonía
La alerta temprana sobre la situación en la Amazonía la realizaron cinco países: Colombia, Brasil, Perú, Ecuador y Bolivia.
Los defensores del pueblo de Colombia, Brasil, Perú, Ecuador y Bolivia presentaron este miércoles 17 de abril la alerta temprana FIO 001 sobre la deforestación en la Amazonía, en el que se destacó la perdida de aproximadamente 54,2 millones de hectáreas, que equivale al 9 % de sus bosques.
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Entre las amenazas, la alerta resalta la minería ilegal, el avance de la frontera agrícola, la construcción de infraestructuras como carreteras o hidroeléctricas sin los adecuados estudios de impacto ambiental, la presencia de cultivos de uso ilícito, la expansión de la ganadería, el debilitamiento de las comunidades, organizaciones sociales y la gobernanza en áreas protegidas, así como la deforestación por la falta de concordancia entre las acciones y la normativa vigente.
En la parte colombiana de la Amazonía, el informe resalta la expansión en zonas deforestadas, por el aumento de actividades como la minería ilegal y los cultivos ilícitos, cuyo desarrollo implicaría la pérdida de millones de hectáreas para el 2040. Al respecto, Óscar Enrique Sánchez, gobernador del Amazonas, agradeció la presencia de las entidades internacionales, pero señaló que se debe ver a la región con ojos de desarrollo “no es posible seguir hablando solo de medio ambiente cuando hay hambre en los territorios”.
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Por su parte, el defensor del Pueblo Carlos Camargo Assis subrayó que: “El Amazonas, que alberga el 30 por ciento de la biodiversidad del planeta y contiene la cuenca del río Amazonas, considerada la más grande del mundo con un promedio de 230.000 metros cúbicos de agua por segundo, representa aproximadamente el 20 por ciento de agua dulce de la superficie terrestre mundial, por lo que resulta imprescindible la articulación de las naciones para buscar acciones efectivas que apunten a su preservación”.
Añadió que las amenazas sobre la selva amazónica no solo degradan el medio ambiente, sino que también representan una “violación directa de los derechos humanos al impactar negativamente en la calidad de vida de las comunidades étnicas y locales que dependen del gran ecosistema”.
De Ecuador se destacó la creciente deforestación en diez cantones amazónicos, lo que ha afectado la biodiversidad y la vida de la población indígena y rural. Sumado a esto, el defensor del pueblo de Ecuador, César Córdoba, resaltó los problemas en parques cómo el Yasuní no solo por la minería ilegal, sino también por el impacto de los grandes monocultivos y la contaminación de los ríos en la Amazonía ecuatoriana.
“Todo esto hace que tomemos acciones de carácter inmediato que no puede quedar en la simple presentación de la alerta, esto tiene que tener eco en todos los países implicados”, dijo Córdoba, quien además añadió que es importante que los Gobiernos participen activamente en la toma de decisiones para poder desarrollar las acciones puntuales de manera efectiva.
En el caso de Perú, lo que se resaltó fue el aumento de la violencia contra defensores ambientales e indígenas. Desde el 2020, se han registrado al menos 19 asesinatos. A estos se suma el desplazamiento ambiental en el Bioma amazónico, que está obligando a las comunidades a abandonar sus hogares por la deforestación, presión humana y degradación de los suelos.
Josué Manuel Gutiérrez Cóndor, defensor del pueblo de ese país, destacó que Perú que tiene el segundo territorio más grande en la Amazonía, después de Brasil. “Yo quiero convocarlos para que los miembros de la FIO seamos actores mucho más relevante y es que los compromisos que asume cada estado, en parte, no se cumplen”.
Ante tal escenario, el defensor del Pueblo de Colombia y presidente de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson (FIO), Carlos Camargo Assis, indicó que:“estamos aquí presentándole al país y al mundo la primera alerta multilateral de prevención y de advertencia en riesgos en materia de todo el daño provocado al bioma amazónico”.
Se trata de una alerta construida por la FIO que congrega a los países que hicieron la presentación y a los que se sumaron representantes y defensores de países como Panamá, La Provincia de Santa Fe (Argentina), República Dominicana, Puerto Rico y El Salvador, que moraron su apoyo y el compromiso con la protección de la Amazonía.
Entre estos, el defensor del pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc, señaló que la alerta es ”una propuesta que compartimos pese a que estamos en una frontera opuesta a la de los países que baña el río Amazonas y la que compartimos porque el Amazonas es el pulmón del mundo”.
Por su parte la defensora de El Salvador, Raquel Caballero, se unió a lo mencionado por los defensores y destacó que es valioso que “desde la labor que realizamos como defensores y defensoras del pueblo, generemos conciencia en la población de la importancia de proteger el bioma de la Amazonía”.
Recomendaciones
La alerta temprana lanzada por la FIO hace una serie de recomendaciones como la implementación de políticas y programas que fomenten la reconversión de actividades productivas hacia prácticas sostenibles, el fortalecimiento de la gestión autónoma de los territorios por las comunidades locales y el respaldo continuo a la institucionalidad pública y a las autoridades indígenas.
“La deforestación no controlada podría llevarnos a un punto de no retorno, con consecuencias irreversibles para el clima global y la sostenibilidad de nuestro planeta. Por esa inmensa y preocupante razón, enfatizamos en la necesidad de acciones inmediatas y efectivas, instando a todos los Estados del mundo a cumplir con sus obligaciones internacionales y a trabajar conjuntamente en estrategias que promuevan un uso sostenible de los recursos de la Amazonía”, fue el llamado de Carlos Camargo Assis.
Junto con estas acciones, también se hizo un llamado a coordinar esfuerzos con la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y la Unión Europea, para impedir la entrada a Europa de madera y otros productos que surgen de la deforestación en la Amazonía.
El seguimiento de la alerta será realizado por la FIO cada seis meses o un año.
Cifras de deforestación en la Amazonía
- Bolivia: en 2022 registró una deforestación de 309.553 hectáreas, es decir, un aumento del 16% en comparación con el 2021.
- Colombia: históricamente, la Amazonía ha concentrado entre el 65% y 69% de la deforestación nacional, con un incremento alarmante después del Acuerdo de Paz, firmado a finales del 2016.
- Ecuador: se ha monitoreado en determinados territorios amazónicos una deforestación masiva a un ritmo alarmante, lo que pone en peligro el ecosistema local y la vida de las comunidades indígenas.
- Perú: más de 2,6 millones de hectáreas deforestadas entre 2001 y 2020, igualmente, una pérdida de bosque primario húmedo del 66% entre 2002 y 2022.
- Brasil: para el periodo entre agosto 2022 y julio 2023, la tasa de deforestación fue de 9,001 km², lo cual representó una disminución en la deforestación del 22,3% en comparación con el 2021.
Los defensores del pueblo de Colombia, Brasil, Perú, Ecuador y Bolivia presentaron este miércoles 17 de abril la alerta temprana FIO 001 sobre la deforestación en la Amazonía, en el que se destacó la perdida de aproximadamente 54,2 millones de hectáreas, que equivale al 9 % de sus bosques.
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Entre las amenazas, la alerta resalta la minería ilegal, el avance de la frontera agrícola, la construcción de infraestructuras como carreteras o hidroeléctricas sin los adecuados estudios de impacto ambiental, la presencia de cultivos de uso ilícito, la expansión de la ganadería, el debilitamiento de las comunidades, organizaciones sociales y la gobernanza en áreas protegidas, así como la deforestación por la falta de concordancia entre las acciones y la normativa vigente.
En la parte colombiana de la Amazonía, el informe resalta la expansión en zonas deforestadas, por el aumento de actividades como la minería ilegal y los cultivos ilícitos, cuyo desarrollo implicaría la pérdida de millones de hectáreas para el 2040. Al respecto, Óscar Enrique Sánchez, gobernador del Amazonas, agradeció la presencia de las entidades internacionales, pero señaló que se debe ver a la región con ojos de desarrollo “no es posible seguir hablando solo de medio ambiente cuando hay hambre en los territorios”.
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Por su parte, el defensor del Pueblo Carlos Camargo Assis subrayó que: “El Amazonas, que alberga el 30 por ciento de la biodiversidad del planeta y contiene la cuenca del río Amazonas, considerada la más grande del mundo con un promedio de 230.000 metros cúbicos de agua por segundo, representa aproximadamente el 20 por ciento de agua dulce de la superficie terrestre mundial, por lo que resulta imprescindible la articulación de las naciones para buscar acciones efectivas que apunten a su preservación”.
Añadió que las amenazas sobre la selva amazónica no solo degradan el medio ambiente, sino que también representan una “violación directa de los derechos humanos al impactar negativamente en la calidad de vida de las comunidades étnicas y locales que dependen del gran ecosistema”.
De Ecuador se destacó la creciente deforestación en diez cantones amazónicos, lo que ha afectado la biodiversidad y la vida de la población indígena y rural. Sumado a esto, el defensor del pueblo de Ecuador, César Córdoba, resaltó los problemas en parques cómo el Yasuní no solo por la minería ilegal, sino también por el impacto de los grandes monocultivos y la contaminación de los ríos en la Amazonía ecuatoriana.
“Todo esto hace que tomemos acciones de carácter inmediato que no puede quedar en la simple presentación de la alerta, esto tiene que tener eco en todos los países implicados”, dijo Córdoba, quien además añadió que es importante que los Gobiernos participen activamente en la toma de decisiones para poder desarrollar las acciones puntuales de manera efectiva.
En el caso de Perú, lo que se resaltó fue el aumento de la violencia contra defensores ambientales e indígenas. Desde el 2020, se han registrado al menos 19 asesinatos. A estos se suma el desplazamiento ambiental en el Bioma amazónico, que está obligando a las comunidades a abandonar sus hogares por la deforestación, presión humana y degradación de los suelos.
Josué Manuel Gutiérrez Cóndor, defensor del pueblo de ese país, destacó que Perú que tiene el segundo territorio más grande en la Amazonía, después de Brasil. “Yo quiero convocarlos para que los miembros de la FIO seamos actores mucho más relevante y es que los compromisos que asume cada estado, en parte, no se cumplen”.
Ante tal escenario, el defensor del Pueblo de Colombia y presidente de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson (FIO), Carlos Camargo Assis, indicó que:“estamos aquí presentándole al país y al mundo la primera alerta multilateral de prevención y de advertencia en riesgos en materia de todo el daño provocado al bioma amazónico”.
Se trata de una alerta construida por la FIO que congrega a los países que hicieron la presentación y a los que se sumaron representantes y defensores de países como Panamá, La Provincia de Santa Fe (Argentina), República Dominicana, Puerto Rico y El Salvador, que moraron su apoyo y el compromiso con la protección de la Amazonía.
Entre estos, el defensor del pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc, señaló que la alerta es ”una propuesta que compartimos pese a que estamos en una frontera opuesta a la de los países que baña el río Amazonas y la que compartimos porque el Amazonas es el pulmón del mundo”.
Por su parte la defensora de El Salvador, Raquel Caballero, se unió a lo mencionado por los defensores y destacó que es valioso que “desde la labor que realizamos como defensores y defensoras del pueblo, generemos conciencia en la población de la importancia de proteger el bioma de la Amazonía”.
Recomendaciones
La alerta temprana lanzada por la FIO hace una serie de recomendaciones como la implementación de políticas y programas que fomenten la reconversión de actividades productivas hacia prácticas sostenibles, el fortalecimiento de la gestión autónoma de los territorios por las comunidades locales y el respaldo continuo a la institucionalidad pública y a las autoridades indígenas.
“La deforestación no controlada podría llevarnos a un punto de no retorno, con consecuencias irreversibles para el clima global y la sostenibilidad de nuestro planeta. Por esa inmensa y preocupante razón, enfatizamos en la necesidad de acciones inmediatas y efectivas, instando a todos los Estados del mundo a cumplir con sus obligaciones internacionales y a trabajar conjuntamente en estrategias que promuevan un uso sostenible de los recursos de la Amazonía”, fue el llamado de Carlos Camargo Assis.
Junto con estas acciones, también se hizo un llamado a coordinar esfuerzos con la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y la Unión Europea, para impedir la entrada a Europa de madera y otros productos que surgen de la deforestación en la Amazonía.
El seguimiento de la alerta será realizado por la FIO cada seis meses o un año.
Cifras de deforestación en la Amazonía
- Bolivia: en 2022 registró una deforestación de 309.553 hectáreas, es decir, un aumento del 16% en comparación con el 2021.
- Colombia: históricamente, la Amazonía ha concentrado entre el 65% y 69% de la deforestación nacional, con un incremento alarmante después del Acuerdo de Paz, firmado a finales del 2016.
- Ecuador: se ha monitoreado en determinados territorios amazónicos una deforestación masiva a un ritmo alarmante, lo que pone en peligro el ecosistema local y la vida de las comunidades indígenas.
- Perú: más de 2,6 millones de hectáreas deforestadas entre 2001 y 2020, igualmente, una pérdida de bosque primario húmedo del 66% entre 2002 y 2022.
- Brasil: para el periodo entre agosto 2022 y julio 2023, la tasa de deforestación fue de 9,001 km², lo cual representó una disminución en la deforestación del 22,3% en comparación con el 2021.