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Mientras que en 2020 Colombia contabilizó 3.922 personas que cruzaron sus fronteras de sur a norte y en 2019 fueron 19.040, las cifras de este pasado año fueron un 2.624 % superiores al anterior, según los datos que proporcionó este sábado Migración Colombia a Efe.
Además, las cifras no parece que vayan a disminuir este año, ya que en los primeros 17 días de 2022 cruzaron 896 personas. Estos datos, no obstante, son inferiores a los proporcionados por las autoridades migratorias panemeñas, que contabilizaron más de 130.000 personas en 2021, lo que deja en evidencia una falta de coordinación entre los países y tampoco ayuda a averiguar cuántas personas se quedan en el camino, abandonadas en la selva o en el mar.
Agosto fue el mes en el que más personas llegaron a Colombia por Ecuador y lo cruzaron hasta Panamá, con 27.899, una cifra cercana a los 33.981 que pasaron en todo 2016, el año que tenía el récord anterior. En agosto y en septiembre, cuando cruzaron 23.324 personas, se vivieron en Necoclí, un pequeño pueblo situado en el golfo del Urabá y desde donde los migrantes cogen unas lanchas para comenzar su travesía a pie por la montañosa selva, represamientos de más de 10.000 migrantes intentando conseguir un pasaje para salir a Panamá.
Además en estos meses las lluvias son más abundantes, lo que provoca crecidas de ríos, una de las principales causas de muerte en la selva, y que los migrantes tengan que caminar mojados y expuestos a enfermedades respiratorias. El paso del Darién, la selva que divide Panamá y Colombia y el único punto que no atraviesa la carretera Panamericana, es uno de los cruces fronterizos más peligrosos del mundo, una zona sin control usada para la minería ilegal, el contrabando, el narcotráfico y esconder a grupos armados, y donde los migrantes se enfrentan a inclemencias climáticas, mordeduras de animales y robos, agresiones sexuales y asesinatos.
Mientras que en años anteriores esta ruta era muy frecuentada por cubanos o personas procedentes de Asia, como nepalíes o indios, y de África, sobre todo cameruneses y congoleños, desde 2016 hay un gran aumento de los haitianos que usan la ruta suramericana para llegar a México, EE.UU. o Canadá.
En 2016 fueron 20.366 los haitianos que llegaron a Colombia para atravesarla (el 60 % del total), pero en años siguientes la cifra descendió hasta que en 2021 un total de 93.649 haitianos han cruzado el Darién, según las cifras de Migración. Se trata de haitianos que llegaron hace años a otros países suramericanos, sobre todo a Brasil y Chile, pero que con la crisis económica o por el cambio de las políticas migratorias de estos países han decidido volver a migrar con sus familias hacia el norte.
Por eso, la cantidad de menores que han cruzado este año también ha visto máximos históricos y Unicef calculaba el pasado año que uno de cada cinco niños que cruzaban el Darién eran niños y la mitad de ellos tenían menos de 5 años.