Silvia Juliana Manrique, una joven de 20 años oriunda de Santander, perdió la vida en Valencia, España, tras ser atropellada por un carro cuando se desplazaba en monopatín, el pasado 11 de agosto.
La joven sufrió múltiples fracturas en la cadera y las piernas, además de lesiones cerebrales. Pese a los esfuerzos médicos, que incluyeron tres cirugías, Silvia Juliana fue trasladada a una unidad de cuidados intensivos (UCI), donde estuvo por 15 días, luego de los cuales declararon su muerte cerebral.
“Ella entró en un estado de coma, los daños eran irreversibles, se pegaron unas membranas del cerebro y no hay nada que hacer, era lo que conectaba el cerebro con todo el cuerpo, la niña tenía muerte cerebral”, relató Ángel Manrique, el padre de Silvia Juliana.
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La joven había emigrado a España hace tres años, poco después de terminar el bachillerato, y vivía con su madre en Valencia, donde trabajaba en un restaurante bar. Su padre no la había visto desde ese entonces, y su sueño era visitarla algún día. Sin embargo, ante esta inesperada situación, Ángel Manrique ahora necesita reunir dinero para viajar y despedir a su hija. En un acto de generosidad, la madre de Silvia Juliana decidió donar los órganos de su hija, un gesto que permitirá salvar la vida de siete personas.
Según comentó Manrique a El Tiempo, el Consulado español en Bucaramanga le informó que necesita entre 15 y 20 millones de pesos para cubrir los costos de viaje, estancia de ocho días, y un seguro necesario para su permanencia en España. Hasta el momento, solo ha logrado recolectar tres millones de pesos con su trabajo de taxista. Para quienes deseen ayudar, Ángel Manrique ha compartido su número de Nequi: 311 5765474.