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                                                                                                                                Con biodiversidad combaten la minería ilegal en Río Quito, Chocó

                                                                                                                                La reserva natural El Guayacán surgió por la preocupación de los estudiantes del municipio ante el avance depredador de la minería ilegal en la región. Ocho años después de su nacimiento, este espacio ofrece alternativas turísticas y académicas.

                                                                                                                                César Giraldo Zuluaga

                                                                                                                                Periodista sección Vivir
                                                                                                                                En algunas partes del corregimiento todavía se pueden ver dragas que ya no están en uso. / Camila Granados
                                                                                                                                Foto: Foto Camila Granados
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                “Eso generó preocupación, la comunidad decía ‘nos van a destruir la única quebrada que nos surte de agua. Eso no puede ser’. Entonces los estudiantes empezaron a pensar en soluciones para este conflicto socioambiental. Fueron planteando críticas y posibilidades, y una de las acciones fue la posibilidad de crear una barrera natural frente al tema de la expansión de la minería y que se decretara un área protegida”, rememora Fabio.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Fue así como, gracias al trabajo de estudiantes, profesores y directivas del colegio Antonio Anglés, surgió El Guayacán. Para 2013, año en el que se constituyó la reserva, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) reportó que, en la cuenca del río Quito, más de 12.000 hectáreas eran usadas para la explotación de oro de aluvión. Pese a la inmensidad del fenómeno, la comunidad de San Isidro celebró que, mediante la reserva, pudieran proteger las 10 hectáreas que garantizaban la seguridad ambiental sobre la quebrada Quita Arrechera.

                                                                                                                                En sus primeros años, El Guayacán fue presentado ante los ministerios de Educación y de Ambiente para ser parte de los Proyectos Ambientales Escolares (PRAE), una estrategia de ambas carteras para incluir la dimensión ambiental en la formación escolar formal. De esta manera, la reserva dejó de ser solo una iniciativa para la conservación del medioambiente, y pasó a constituirse como el Centro Agroambiental de la Biodiversidad Etnocultural de Chocó (Cabech). Este cambio le permitió al colegio de San Isidro utilizar la reserva para generar y transmitirles conocimiento a sus estudiantes. La reserva como aula.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El tercer problema fue con los habitantes de San Isidro y con el consejo comunitario del corregimiento. Un desencuentro que, según Melqui Mosquera, se originó precisamente en el hecho de que “muchos de los habitantes de la zona eran parte de la explotación minera y, los que no, talaban árboles para comercializar la madera”. Aun así, asevera que, ante el crecimiento de la reserva, tanto la autoridad local como la comunidad en general se han comprometido más con esta iniciativa.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Ancestralidad, museo vivo y bonos ambientales

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                También puede leer: Hablar de género construye paz: una historia desde Chocó | Aguante la Paz Pódcast

                                                                                                                                La idea es que en los demás quilombos, algunos todavía en proceso de construcción, se aborden otras áreas del conocimiento, como deportes y juegos autóctonos, también las técnicas para cazar animales, así como la filosofía y la religión, entre otras.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En algunas partes del corregimiento todavía se pueden ver dragas que ya no están en uso. / Camila Granados
                                                                                                                                Foto: Foto Camila Granados
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                “Eso generó preocupación, la comunidad decía ‘nos van a destruir la única quebrada que nos surte de agua. Eso no puede ser’. Entonces los estudiantes empezaron a pensar en soluciones para este conflicto socioambiental. Fueron planteando críticas y posibilidades, y una de las acciones fue la posibilidad de crear una barrera natural frente al tema de la expansión de la minería y que se decretara un área protegida”, rememora Fabio.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                En sus primeros años, El Guayacán fue presentado ante los ministerios de Educación y de Ambiente para ser parte de los Proyectos Ambientales Escolares (PRAE), una estrategia de ambas carteras para incluir la dimensión ambiental en la formación escolar formal. De esta manera, la reserva dejó de ser solo una iniciativa para la conservación del medioambiente, y pasó a constituirse como el Centro Agroambiental de la Biodiversidad Etnocultural de Chocó (Cabech). Este cambio le permitió al colegio de San Isidro utilizar la reserva para generar y transmitirles conocimiento a sus estudiantes. La reserva como aula.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El tercer problema fue con los habitantes de San Isidro y con el consejo comunitario del corregimiento. Un desencuentro que, según Melqui Mosquera, se originó precisamente en el hecho de que “muchos de los habitantes de la zona eran parte de la explotación minera y, los que no, talaban árboles para comercializar la madera”. Aun así, asevera que, ante el crecimiento de la reserva, tanto la autoridad local como la comunidad en general se han comprometido más con esta iniciativa.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                A pesar de los tropiezos, la comunidad educativa ha sido optimista y exhibe con orgullo los logros del proyecto. Perea hace énfasis en el crecimiento que ha tenido la reserva, pues empezó siendo de 10 hectáreas, luego pasó a ser de 20 y creció a 50 hace dos años: “Ya cuando inician las intervenciones de algunos aliados de la comunidad internacional, como Alianza del Clima y la Federación Luterana Mundial, crece la propuesta a las 130 hectáreas actuales. Incluso, ya el consejo comunitario propone que sean las 12.000 hectáreas, que es el territorio que se tiene titulado”.

                                                                                                                                Ancestralidad, museo vivo y bonos ambientales

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                San Isidro se encuentra a poco más de media hora en panga -en lancha- de la capital del departamento, o, como miden las distancias en esta región del país, a más de diez vueltas por el río que lleva su mismo nombre. Las aguas que lo rodean son entre amarillas y cafés, y exhiben la sedimentación que han tenido los ríos por la explotación minera. Fabio, que es poco expresivo, deja notar un poco de tristeza cuando se le pregunta cómo era el río hace 20 o 30 años, y solo apunta a decir que el agua “era clarita y se podían ver las piedras del fondo”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                También puede leer: Hablar de género construye paz: una historia desde Chocó | Aguante la Paz Pódcast

                                                                                                                                La idea es que en los demás quilombos, algunos todavía en proceso de construcción, se aborden otras áreas del conocimiento, como deportes y juegos autóctonos, también las técnicas para cazar animales, así como la filosofía y la religión, entre otras.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Ver todas las noticias
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