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A la espera de la extradición de Julián Eduardo Cifuentes, el confeso asesino del sacerdote Darío Valencia, quien desapareció en abril de este año en Pereira, el obispo de la Diócesis de la ciudad, monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, confirmó que el cuerpo hallado por las autoridades es el del religioso, pero además entregó detalles de la búsqueda y del crimen.
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Sobre el asesinato, Corredor Bermúdez confirmó que Cifuentes asesinó dentro del vehículo al sacerdote, disparándole en cinco ocasiones. “Después de unos minutos, él se sube al carro del padre, sale y en una de las calles de Pereira, le dispara. El padre estaba en el volante y el señor estaba al lado derecho como pasajero”.
Luego de esto, el asesino se dirigió a zona rural de Belalcázar, donde lanzó el cuerpo por un abismo. “El cadáver del padre rodó unos 35 metros, en un lugar de muy difícil acceso. De ahí que la búsqueda tardara desde el lunes hasta el pasado viernes el lunes. Diez personas participaron en la búsqueda, pero fue un canino el que después descendió y se sentó cerca a los restos óseos. Poco a poco los hallaron todos, pero ya no quedaba más que los huesos”, dijo el Corredor Bermúdez.
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Sobre el confeso asesino, el obispo explicó que por meses Cifuentes, quien huyó a Francia, guardó silencio, de igual forma indicó que la labor de las autoridades se vio atrasada por los Juegos Olímpicos en París, pero luego de que el acusado recibió cartas y mensajes de su familia, decidió confesar lo que ocurrió. “Sin embargo, fue enfático en que no quería decir el motivo. Creemos que tiene que ver con temas económicos, pero no tenemos más detalles”.
Entre los factores que se habrían tenido en cuenta para la identificación de los restos del párroco estuvo la correa, el jean y los zapatos que llevaba el día de la desaparición. Con el cuerpo identificado, la familia espera que el cuerpo sea entregado para realizar las honras fúnebres, que estarán precedidas por una eucaristía en la Catedral Nuestra Señora de la Pobreza.
El padre Darío Valencia, de la iglesia María Auxiliadora de Pereira, desapareció el 25 de septiembre de este año, cuando fue a concretar la venta de su camioneta. La denuncia la hicieron sus compañeros de congregación, debido a que el religioso no llegó a una comida ni a la misa de las tres de la tarde en su parroquia.
Un día después fue encontrado el vehículo en un parqueadero en el municipio de Viterbo, así como se conocieron videos en los que se ve que el sacerdote estuvo desayunando esa mañana con su mamá, así como uno en el que se ve subiendo a la camioneta con el hombre acusado de su asesinato, quien días después salió del país hacia Francia, donde fue capturado por las autoridades y permanece hasta este momento.