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Una fuerte advertencia hizo el contralor Felipe Córdoba a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (Ungdr) ante los retrasos en las obras de reconstrucción de Mocoa a cinco años de la avalancha que cobró la vida de más de 300 personas de la ciudad.
En el documento formal entregado a la Ungrd, la Contraloría advierte que se corre el riesgo de perder recursos públicos o afectar los intereses públicos, ante retrasos en las obras que completan hasta dos años, por lo que se prevé que el programa no esté listo para febrero de 2024 como lo tenían planificado.
“Transcurridos ya casi cinco años de haberse presentado la tragedia en Mocoa (abril de 2017), es un hecho cierto que a esta fecha aún no se han mitigado todos los riesgos que la originaron ni se ha terminado ninguna de las obras de Infraestructura incluidas en el Programa de Acción Específico (PAE) del año 2017, algunas de las cuales, ni siquiera se han iniciado”, señaló el contralor.
Entre las obras retrasadas está el Proyecto de Vivienda Sauces ll, dentro del cual se tiene prevista la construcción de 909 viviendas, de las cuales ninguna se ha entregado pese a que debieron estar listas en marzo de 2020.
En la lista también está la plaza de mercado, de la que no se han contratado las obras; un megacolegio que además de problemas de alcantarillado, le hace falta la construcción del comedor y el cerramiento; no se ha hecho la compra del predio donde se hará el nuevo centro penitenciario, ni se han culminado las obras de mitigación sobre los afluentes que cruzan la ciudad.
Esta no es la primera alerta que se hace al respecto. En noviembre del año pasado, la Contraloría empezó el control fiscal del programa de reconstrucción ante los retrasos en la entrega de las viviendas y los inconvenientes con las que ya se habían dado, pero que estarían sin terminar.
El primero de abril de 2017, el desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco provocó una avalancha que dejó 335 muertos, 398 heridos, 53 desaparecidos y 7.892 familias damnificadas, por lo que se inició un programa de reconstrucción, que además incluía la adecuación de un sistema de alcantarillado y de agua potable.