El debate por las corralejas en Caucasia, Antioquia, revivió tras la petición que le hicieron al alcalde del municipio, Jefferson Sarmiento Ortíz, para reanudar este tipo de eventos ampliamente criticados por sectores animalistas.
“El doctor Aris Cárcamo, secretario de Gobierno, está revisando la solicitud para ver si se rechaza o se admite, pero lo más seguro es que haya corralejas en el municipio de Caucasia”, afirmó Sarmiento.
Asimismo, explicó que la Administración Municipal podría no aprobarse, “pero la negación o la omisión quizás también me puedan generar problemas ante una entidad”.
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Sin embargo, la gerente de Protección Animal de Antioquia, Lina Marcela Berrío, afirmó que a través de la ordenanza 18 de 2020, se deberá cumplir con una serie de condiciones en caso de que se quieran aprobar nuevamente las corralejas. De lo contrario, según ella, podrían haber implicaciones legales.
“Si ya definitivamente un municipio toma la decisión de que va aprobar una corraleja debe cumplir, porque esto acarrea unas consecuencias con Fiscalía. Se debe garantizar el cumplimiento de la ordenanza que prohíbe la utilización de todos los elementos que quemen, mutilen, laceren, den muerte o causen sufrimiento en los animales durante estas festividades”, precisó la defensora animal.
En caso de que sean aprobadas, las corralejas se estarían realizando entre diciembre del 2022 y enero del 2023, en las fiestas tradicionales de Caucasia, pero debe recordarse que en enero del 2022 sucedió una tragedia en el marco de ese mismo evento: 22 personas resultaron heridas, y 4 animales perdieron la vida durante una corraleja.
En ese momento, el gobernador encargado de Antioquia, Luis Fernando Suárez, mostró su rechazo frente a lo sucedido: “Hemos visto algunas imágenes y videos sobre las corralejas en Caucasia. Nos da tristeza ver personas, jóvenes, lesionados durante esas actividades, incluso animales que han sido víctimas de maltrato o de lesiones”.
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El 13 de agosto de 2020, la Asamblea de Antioquia aprobó la Ordenanza 18 en la que prohibía “la utilización de elementos que laceren, corten, mutilen, hieran, quemen, lastimen o hieran de muerte a los animales” en algunos espectáculos, como las corralejas. El documento indica que, en municipios que realicen estos eventos, será obligatorio el uso de fundas protectoras en las astas de los toros, así como el uso de “petos protectores en la parte abdominal y el pecho del equino como medida de protección”.