Critican creación de vicealcaldías de paz en Antioquia

Luis Pérez anunció, durante la instalación del Consejo Departamental de Paz en Antioquia,que a partir de julio empezarán a funcionar las vicealcaldías de Paz, una propuesta que empezó a sonar en el segundo semestre del año pasado. De acuerdo a lo dicho por el mandatario, serán siete las vicealcaldías: cinco en las zonas veredales y dos más en los municipios de Briceño y Segovia.

En el evento, Pérez dijo que las vicealcaldías serán “netamente civilistas y vigilarán a que los territorios dejados por las Farc tengan una institucionalidad para evitar que las bandas criminales se apoderen de ellos”. También explicó que cada una de estará al cargo de un coronel retirado, apoyado por “cuerpos de paz”, grupos conformados por entre cinco y diez “jóvenes recién graduados o en proceso de graduación”.

Tan pronto se conoció la noticia, llegaron las críticas por parte de diferentes sectores de la sociedad. La Mesa Voces de Paz fue una de las organizaciones que se manifestó en contra de esto. Lo primero que dijeron al respecto fue que con estas se corre el peligro de ir contra la autonomía de cada municipio en el que operen. (Lea aquí: Vicealcaldes militares, la propuesta del gobernador antioqueño Luis Pérez).

“No entendemos por qué no pueden ser los alcaldes y alcaldesas, elegidas por voto popular, los encargados de coordinar los planes y programas de atención en salud, educación y demás iniciativas que se desarrollen en el marco de la implementación del acuerdo de paz”, aseguró la Mesa Voces de Paz.

Además, rechazaron que estas estuvieran a cargo de militares, así fueran retirados, considerando que el gobernador antioqueño estaba optando por “la militarización como instrumento para atender las necesidades básicas de la población, mientras el acuerdo avanza en un enfoque de seguridad basado en el reconocimiento de los derechos humanos, la participación y la convivencia pacífica”. (Lea aquí: “Están dejando que el posconflicto se vuelva una guachafita”: Gobernador de Antioquia).

Pero la discusión no es nueva. La propuesta de las vicealcaldías, antes conocidas como de Seguridad y Convivencia, surgió cuando, en octubre del año pasado, en la vereda La Granja (Ituango) se presentaron problemas de orden público tras la salida de las Farc de este territorio. En entrevista con El Espectador, Pérez afirmó en noviembre que estas serían para las zonas que “quedan sin presencia del Estado y en riesgo de que las bandas criminales se tomen ese territorio”.

Luis Pérez anunció, durante la instalación del Consejo Departamental de Paz en Antioquia,que a partir de julio empezarán a funcionar las vicealcaldías de Paz, una propuesta que empezó a sonar en el segundo semestre del año pasado. De acuerdo a lo dicho por el mandatario, serán siete las vicealcaldías: cinco en las zonas veredales y dos más en los municipios de Briceño y Segovia.

En el evento, Pérez dijo que las vicealcaldías serán “netamente civilistas y vigilarán a que los territorios dejados por las Farc tengan una institucionalidad para evitar que las bandas criminales se apoderen de ellos”. También explicó que cada una de estará al cargo de un coronel retirado, apoyado por “cuerpos de paz”, grupos conformados por entre cinco y diez “jóvenes recién graduados o en proceso de graduación”.

Tan pronto se conoció la noticia, llegaron las críticas por parte de diferentes sectores de la sociedad. La Mesa Voces de Paz fue una de las organizaciones que se manifestó en contra de esto. Lo primero que dijeron al respecto fue que con estas se corre el peligro de ir contra la autonomía de cada municipio en el que operen. (Lea aquí: Vicealcaldes militares, la propuesta del gobernador antioqueño Luis Pérez).

“No entendemos por qué no pueden ser los alcaldes y alcaldesas, elegidas por voto popular, los encargados de coordinar los planes y programas de atención en salud, educación y demás iniciativas que se desarrollen en el marco de la implementación del acuerdo de paz”, aseguró la Mesa Voces de Paz.

Además, rechazaron que estas estuvieran a cargo de militares, así fueran retirados, considerando que el gobernador antioqueño estaba optando por “la militarización como instrumento para atender las necesidades básicas de la población, mientras el acuerdo avanza en un enfoque de seguridad basado en el reconocimiento de los derechos humanos, la participación y la convivencia pacífica”. (Lea aquí: “Están dejando que el posconflicto se vuelva una guachafita”: Gobernador de Antioquia).

Pero la discusión no es nueva. La propuesta de las vicealcaldías, antes conocidas como de Seguridad y Convivencia, surgió cuando, en octubre del año pasado, en la vereda La Granja (Ituango) se presentaron problemas de orden público tras la salida de las Farc de este territorio. En entrevista con El Espectador, Pérez afirmó en noviembre que estas serían para las zonas que “quedan sin presencia del Estado y en riesgo de que las bandas criminales se tomen ese territorio”.